El Proyecto Bolivariano y el “coma” Político de Samán

Desde hace ya bastante tiempo, en todo el universo que apoya al proceso revolucionario vienen revisándose las opciones de amenazas que se ciernen sobre el proyecto político que lideriza el Comandante Hugo Chávez Frías. Si se hace un registro sobre la percepción que tiene ese universo de camaradas, respecto a los eventos que mantienen amenazada a la revolución, con toda seguridad, se tendría más o menos la siguiente conclusión: El 95% (por lo menos) de los registros estarían confirmando que la principal amenaza tiene su foco básico en la desestabilización que ha estado direccionando la CIA, cuyos operadores están representados en los medios de comunicación y los jefes de los partidos de la oposición.

Para llegar a esta conclusión ha de tenerse como fuente de información los discursos de parte importante de los altos funcionarios del gobierno y miembros a su vez del PSUV (Todo queda en casa), las informaciones que “procesan” los periodistas que cumplen funciones en algún medio de comunicación y nuestras opiniones, que a veces no son lo suficientemente contundentes y agudas para ver las situaciones de amenazas desde diferentes ángulos o perspectivas.

Muchos camaradas se molestaron por la destitución de Saman, pero obviaron mostrar su inconformidad por el nombramiento de Richard Canán como sustituto de Saman. Entiendo, que si Canán es mejor o tiene mejor desempeño que Samán, la molestia se justifica, pero no debió haber llegado a tanto, porque si Canán es diligente, la política de combatir fríamente a la especulación está (supuestamente) garantizada. Richard Canán tiene años en el gobierno y Saman tenía apenas unos meses, pero los desempeños parecen que han sido distintos. No estoy afirmando (por ahora) que Richard Canán es mal gerente, pero reconozco que Saman fue por lo menos diligente y este comportamiento ayuda bastante ante un exceso de burocratismo que día a día pone en jaque al proyecto.

Por este medio (Aporrea) se tuvo la oportunidad de leer muchos artículos en los cuales se mostraba el malestar por la destitución de Saman porque se le reconoce un buen desempeño. No hay información oficial sobre esta destitución y aunque los rumores son pesados: la situación continúa confusa porque en la entrevista que Samán Ofreció a Gonzalo Gómez[1], no pudo captarse una idea que nos permitieran ubicar las razones que dieron lugar a la destitución. Saman (muy disciplinado) dio los rodeos en la entrevista y las conclusiones son más o menos estas: 1) Fue destituido para cumplir una misión que ya se torna misteriosa. Esto no deja de ser contradictorio. 2) Se postuló por orden del Comandante, 3) Después de la autopostulación por orden del Comandante, “fallaron los canales de comunicación y surgieron nuevos elementos” y no va para la Asamblea y 4) Tiene pendiente una misión.

Pero esta situación de “Saman vete ya”, no deja de ser un caso curioso y permite ver en perspectiva: 1) el proceso, 2) el desempeño de los funcionarios, 3) cómo esos desempeños tienen poco valor a la hora de tomar una decisión y 4) A través de este caso, puede comprenderse que las amenazas al proyecto no están únicamente en el norte, sino también “gobierno adentro”. Frente a esa situación de: “Cumpliré a una nueva misión que en su momento será anunciada”, pero habiendo sido destituido y postúlate, pero no vas a la Asamblea, hay lugares oscuros, que parecen enviar señales confirmando que importa poco la efectividad y eficiencia de un funcionario, porque lo importante y definitivo es con quién estás.

Si no eres diligente y trabajador, pero estas con la “macoya”, no importa mucho la flojera que cargas, porque seguro estarás en el gobierno. Si no estas en la “macoya” pero eres eficiente y además se te percibe como un potencial rival al que hay que sacar del camino porque su eficiencia y efectividad pueden cancelar ciertos apetitos burocráticos, seguramente vas a una misión especial, pero antes eres destituido. Saman, que unos días antes de ser despedido, se veía a cada rato (como héroe) en noticieros y entrevistas en los medios públicos, ahora parece que tiene un veto (tipo Luis Herrera) y no es posible conocer de sus razones. Aparece sólo en Aporrea, en otros medios públicos que ayer casi le daban el calificativo de héroe, no hay que ser muy inteligente para entender que está prácticamente vetado y probablemente (estoy exagerando bastante), la orden es silenciarlo.

Intento con esta idea meterme un camino escabroso, pero posible de registrarlo o concebirlo como otra opción de amenaza sobre el proceso bolivariano, mucho más poderosa y destructiva que la alternativa de desestabilización que desde hace años adelanta la CIA con el concurso de los medios de comunicación, partidos políticos y la ONG que son financiados por esa agencia. Me suena, que este tipo de amenaza puede ser mucho más poderosa que la opción de desestabilización que ejecuta la oposición para justificar una intervención o un golpe de estado.

Pensar y tener toda una sala situacional para hacerle seguimiento a la política desestabilizadora que adelanta la CIA con el concurso de la oposición, es una buena razón para activarse políticamente, pero pensar que todas las amenazas al proceso proceden desde el lado de la oposición, es una mirada muy restringida y un grave error, porque soy de la idea, que desde el gobierno adentro se están prefigurando situaciones producto de la inefectividad, el exceso de burocratismo y los malos gobiernos que observamos desde las alcaldías, que son una potente (y destructora) amenaza. Estas malas gestiones van acumulando un ruido que puede transformarse en truenos para activar la desesperanza.

Salieron de Saman para incorporarlo a una misión especial muy secreta, pero hay muchos Alcaldes, muchos funcionarios y muchos ministros que ni activos son, pero continúan incrementando la desesperanza. Mientras tanto, Saman parece estar en “coma” político. Permitirnos conocer las razones que dieron lugar a la destitución de Saman, es un ejercicio de crítica y autocrítica que puede servirnos para un significativo aprendizaje. Si las conocemos y son por una mala gestión, es posible que el soberano solicite aplicárselas a otros muchos funcionarios y así, desde el caso Samán puede salvarse el proyecto bolivariano.

Especulo: ¿Irá Samán a una embajada? ¿Será que Saman va fuera del aire... VA FUERA DEL AIRE?

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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