Luis José Silva Michelena (Ludovico), movía el lápiz entre sus manos mientras pensaba en muchos de los trabajos que había leído (en el cielo) sobre la situación venezolana. Por un momento estuvo acordándose de la plusvalía ideológica y sueño insomne, pero luego volvió al tema de los muchos artículos que había leído y tiró la vista hacia la mesita donde estaban reunidos estos trabajos que había guardado.
Por alguna razón que en ese momento no se detuvo a precisar, fijó la mirada en los artículos que analizaban la situación económica de Venezuela y la llamada guerra. Estuvo pensando un rato en esos trabajos y concluyó: buen diagnóstico de la situación venezolana, pero creo, que está manera de ver la llamada guerra es una cosa que permite tapar la realidad. En ese momento se dió cuenta, que sus amigos de abajo, ya no le mandaban estos trabajos o ya está explicación por la fuerza de los hechos, se estaba agotando.
Estuvo moviendo papeles y tomó en su mano el mensaje que le había llegado en estos días con la firma de Tony Boza:
«No me pregunten sobre cuál debería ser el monto del salario. Pregunten ¿Por qué sí creció la economía por 18 trimestres no creció el salario? En cambio sí creció la desigualdad. Hay MÁS riqueza pero mal distribuida»
https://x.com/tonyboza/status/1918296097342083232
Carajo, como con tantos marxistas y socialistas en Venezuela, no se alcanza a ver la respuesta de esto. Soy de la idea - se decía Ludovico- que los datos no negaban una guerra. Pudiendo ser verdad el argumento de la guerra económica, ella esconde el sentido y los intereses sociales de la guerra. Un ejército minoritario (a través de la guerra) se estaba apropiando de la renta, tal y como había sucedido en el pasado reciente sin ninguna guerra. Otro ejército mayoritario en la guerra, asumía los costos con el hambre y la pobreza, que las guerras suelen producir. Hasta en las guerras, la fuerzas pujan por quedarse con una parte grande del pastel.
Sin proponérselo, mentalmente fueron apareciendo hechos que no vivió. En un primer momento, apareció la histórica escena del por ahora no se lograron los objetivos y otros episodios dramáticos anteriores. Luego los del 11-A y los del 13-A y la pregunté le llegó: ¿Qué pasó con ese pueblo?
Pensó el autor de plusvalía ideológica y el sueño insomne, que siendo el socialismo venezolano protagónico y participativo, cómo una realidad tan superficial y evidente, fuera tan bien tapada.
Claro; el "argumento" de la guerra económica, sanciones y bloqueos esconde otros conceptos políticamente claves para entender la situación. No hay duda, creerse todo esto, requiere de una explotación ideológica. Así pues, el concepto de alienación ideológica es clave hoy para entender esto que tiene lugar en Venezuela.