Una cosa es hablar y otra hacer y, ambas no son fáciles

¿Y si cayeras preso que harías? Decir que eres un preso político es lo inmediato, no como solución, sino para llamar la atención y darle más refuerzo y motivos a quienes claman a los cuatro vientos dentro y fuera del país que, en Venezuela hay una dictadura y como presidente un "dictador" que, acaba odiosamente con la voluntad de su pueblo: por no querer oír lo que salga a la luz pública a como sea, por quienes se expresan por el medio que sea sin mostrar prueba alguna, sino acosar, acosar, acosar con mentiras hasta el cansancio: hasta que, se parte la cuerda de la tolerancia que, por una metida de pata, en vez de hablar como lo estabas haciendo y, por dártela de bravucón para solo tus expectativas que, lo más seguro, no vas a lograr nada: a no ser alborotar el avispero de los que como tú quieren salir del gobierno de Maduro (como bazofia) y, en vez de echar plomo con las ideas de tu pensamiento, caíste como un mismo inocente para después dar lástima, bien lejos de tu valentía te ensartas como un mismo tonto haciendo, lo que tú mismo sabías que no debías hacer -o sí- pensaste que, no había leyes que, estabas en plena selva amazónica con los yanomamis trepado en árboles atrapando colmenas desnudo de cordura, sin razonar que las abejas madres son más peligrosas que las avispas que pican.

¿A hora qué viene para el deslastre de incomunicado: pasando por lo que no querías pasar -porque- lo sabías? ¿Qué hice? ¿Por qué lo hice? ¿Cómo lo hice? Nada de eso dices. Solo: soy un preso político que sufre. Pero, por qué sufres.¿Duele estar preso incomunicado? Claro que duele y, allí es donde nos damos cuenta quiénes somos, si valió la pena hacer lo que no debiste hacer (la justicia tarda, pero...), que hay que tenerlas bien puestas para mantener la dignidad de que se es, lo que sin alevosía, ni remordimiento pusiste en práctica sin mirar a quién, pues digo y mantengo con toda mi propia responsabilidad lo que salga de mí por bien o por mal o, por lo que sea -dirás. A veces llorar afloja las tuercas del alma cuando nos pasamos de abusivos o, de groseros o, de infalibles o, de vendepatria que no es tu caso, o de intolerantes, tu caso es, no pensar en los daños secundarios por un resbalón que al resbalar tumbaste las excusas que ahora no tienes para defenderte, por lo que tienes que ser más imaginativo y hasta más convincente si agraciado te encuentras por estar preso por político que, no te da la pulcritud de tus deseos que buscas. Recuerda que una pared es una pared que se levanta para algo, ¿no te parece? Si conseguiste lo que te buscaste por estarle buscando las tres patas al gato, por lo que a mí ni me va ni me viene, ni comprendo lo fácil que caíste.

Con tu "sufrir" no ganas adictos sino condolencias y, los que te defienden fuera de la familia tendrán sus motivos de los tamaños y unos y otros a lo mejor son peor que tú de decir y hacer sin un orden, es decir, en desorden como si fueras un escolar solo para cargar el bulto que llevas que, a veces pesa y está vacío de paciencia como paz y ciencia. Piensa y cobíjate con la leyenda de José Gervasio Artigas que te recuerdo: "Con la libertad ni ofendo ni temo". ¿Alguna vez has luchado por tu libertad? Ser libre es la paz del mundo pudiera ser. Pero a veces nos perdemos, nos salimos del camino, nos obstinamos y entonces, vienen los desatinos. No copies a otros, sé tú mismo y, si tienes algo de moral, lucha por ti. Convence a los demás que eres un tipo de bien, un intelectual que no necesita de escapulario ajeno. ¿Acaso Bolívar dio lástima o la buscó alguna vez de otros y, eso que fue un patiquín en su juventud dentro de sus mocedades? ¿Se quejó? Sí. "He arado en el mar y he sembrado en el viento" -dijo. ¿Y tú que haz hecho que valga la pena comentar? A lo mejor tú: Has arado en el viento y has sembrado en el mar. Cosas de Sancho.

Tú sabes que los pobres no son oídos por quejarse de su pobreza. La iglesia católica los utiliza. Así tienes a Trump pisoteando al mundo con sus ofensas y sus terquedades de ser el presidente de los Estados Unidos que, se lleva por delante la dignidad humana de sus enemigos y, la justicia social, que para el no existe dentro del orden mundial de la condición humana por lo de magnate que tiene por sus dólares, pero algún día morirá y el mundo se sentirá libre de sus prejuicios.

Si te importa un comino la justicia en Venezuela y, te sientes agredido en tus derechos humanos: apela a Bachelet que no hace nada por los chilenos, pero quizás por ti sí. O sino, busca la defensa de Luisa Ortega Díaz que sigue siendo la fiscal de la oposición y, a lo mejor te da una manito desde Colombia. El problema es que olvidaste que, las leyes en Venezuela existen, pero tú estás más comprometido en acabar con los maduristas que pensaste que el honor de las personas no existe. Y allí pelaste. ¿Sabes por qué? Porque olvidaste la frase de Benito Juárez, de que: "El respeto al derecho ajeno es la paz". Así de fácil..



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Esteban Rojas


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