La lucha contra la burocracia tiene nombre y apellido

En la nueva era de la revolución bolivariana está la lucha, entre otras muchas, contra la burocracia; el Comandante Chávez ha dicho que o derrotamos a la burocracia y la corrupción o ella acabará con la revolución, así de sencillo es el reto, o acabamos con la burocracia o ella acabará con nosotros y todo este esfuerzo que han significado el 27-F, 4-F, 27-N, 6-N, 13-A, 2-D, 15-A y 3-D se perderá y hasta 50 años de progreso e historia se nos pueden perder por culpa, entre otros, de la burocracia.

Ahora bien, para combatir la burocracia tenemos que saber su naturaleza y origen y al adentrarnos en el estudio notaremos que la burocracia técnicamente como tal, nació con el capitalismo; la necesidad de la división del trabajo como formula de explotación del hombre por el hombre, típico del capitalismo, hace que surjan una serie de elementos especializados que saben de oficina y del aspecto administrativo; mientras el trabajador se quiebra el lomo produciendo riquezas directamente, existe por otro lado una pléyade que se encarga de llevar el record de lo producido, de comprar y archivar la materia prima que sirve para producir el producto acabado, otros que llevan la cuenta de los sueldos míseros que haya que pagarle al trabajador que genera la riqueza de vender el producto acabado, etc.

Burocracia, aspectos administrativos, organización, corporación, son términos casi sinónimos o muy entrelazados. La gran empresa capitalista imperialista, el monopolio, el trust, la corporación transnacional y el estado que se derivo de ese capitalismo imperialista, son los verdaderos padres del monstruo de la burocracia como la conocemos hoy, por eso esa tara es hija del capitalismo.

Uno o quizás el más grande error cometido por el primer experimento socialista mundial, la URSS, fue el copiar acríticamente la burocracia capitalista imperialista, en la forma organizacional del estado, específicamente la más gigantesca de todas ellas, la Gringa. La excesiva burocracia es típica de un régimen avaro que está pendiente de la ganancia individual y como es ladrón y juzga por su condición, no duerme pensando que todo el mundo lo quiere robar.
Un régimen comunista, en su primera etapa, en donde la producción está socializada y los dueños son todos los ciudadanos, no necesita de tanto papeleo o burocracia para autocustodiarse, el ciudadano o ciudadana que se sabe beneficiario seria el primer policía de cualquier mala praxis productiva o dilapidación del bien colectivo y por ello el socialismo no necesita una gran burocracia; en el aspecto organizativo del estado y sobretodo de atención al publico debería participar el pueblo; y a los muchachos desde bachillerato debería llevárselos a las oficinas publicas, para que sepan y adquieran destrezas en el aspecto del manejo administrativo del estado, el servicio de administración publica debería ser una forma voluntaria, pero remunerada, de prestar servicio cívico o militar; y así evitar el poco de “sabiondos” que existen en la burocracia estatal que no le enseñan a nadie ni permiten que nadie aprenda, para ser ellos indispensables ajuro.

Pero la burocracia, aparte de ser un mal del capitalismo que no necesita ser tan gigantesca en el socialismo y en donde todos los ciudadanos y ciudadanas deberían tener conocimiento del manejo de ella y no ser asunto de especialista; con el fin de que las grandes mayorías se dediquen al trabajo productor y hacedor de riquezas y no al trabajo improductivo del papeleo, como pasa hoy en Venezuela; repito, la burocracia aparte de ser burguesa genera un aspecto ideológico dañino a cualquier revolución; y es que ella es lo estático, lo inmutable, lo rutinario, lo tradicional; y una revolución, para ser realmente tal debe generar innovación, cambio permanente debe ser novedosa y acabar con lo establecido con lo tradicional, y allí es donde nuestro estado bolivariano y socialista está estancado por culpa de la burocracia.

Y es que la burocracia toda es mala, pero la Venezolana adquirió un aditivo maléfico y es que por ser un país dependiente y monoproductor de un mineral valioso como el petróleo, dio pie para que una de las formas de acabar con el desempleo fuese creando puestos improductivos en la administración publica; cosa que no lo pudo hacer ningún otro país de América-Latina y si a eso le agregamos el clientelismo partidista, en verdad la burocracia es un buen veneno para intoxicar la revolución bolivariana, sin nos dejamos por ella.

A todos estos males de la burocracia anteriores, tanto sistémicos o universales como criollitos se le debe anexar que en nuestra administración publica, el proceso adoptó la misma medida de la IV Republica en época de abundancia petrolera, resolver el asunto a realazos; no solo se le aumentó el sueldo a los empleados públicos sino que se aumentó la nomina, cuando lo correcto ha debido ser transmutar o reconvertir a los empleos públicos en trabajos productivos tanto en el campo como en la industria urbana y recortar el aparato burocrático, con miras a autosostenernos y así ser mas felices todos nosotros.

Por todo lo anterior la lucha en contra de la burocracia tiene muchos enemigos o dicho de otra forma la burocracia en Venezuela tiene muchos aliados, esos aliados están en la administración publica que serán aquellos que querran que la lucha en contra de la burocracia sean meras consignas nada mas, por ello la burocracia tiene nombre y apellidos y hay que denunciar al burocracata con su nombre de pila de lo contrario la lucha antiburocratica será una palabra hueca.


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Francisco Sierra Corrales


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