¿Es la relación partido - gobierno un tema capital en el IV Congreso del PSUV?

Partiendo de que todo militante del PSUV, independientemente de su posición en la estructura de la organización, tiene el deber y pleno derecho a contribuir y aportar al debate a propósito del IV Congreso del PSUV, me atrevo a plantear un tema capital, un tanto escabroso, que en mi precepción está estrechamente vinculado a las siete líneas estratégicas planteadas por el Presidente Maduro: la relación partido – gobierno.

Pero además, lo hago, asumiendo el Artículo 43 del Libro Rojo, que al referirse a "lo no previsto" indica lo siguiente: "Cualquier situación o disposición no prevista en estos estatutos en materias relacionadas con el Partido, así como la interpretación sobre alguna norma, será de competencia de la Dirección Política Nacional y el Congreso"

Entrando en materia, en primer lugar, percibo que las siete líneas estratégicas, de alguna manera responden a "problemas vitales" que preocupan al presidente, al alto gobierno, a nuestro pueblo en general y a la Dirección Nacional del PSUV en el marco de la difícil e innegable situación que vive el país en la presente coyuntura, principalmente por la guerra económica instrumentada por el gran capital financiero transnacional, la corrupción y la burocracia.

Desafortunadamente por los debates que se vienen dando en las UBCHs, al menos en el Zulia, sin la aplicación de un método riguroso y potente, como la realización de flujogramas explicativos para el análisis tecno político de problemas, se da una peligrosa tendencia a la retórica sin precisiones y sin dar en el blanco de los problemas.

Pongo a disposición del partido mi experiencia y algunos conocimientos sobre la aplicación de este tipo de herramientas que nos ayudan a procesar los problemas, es decir, determinar colectivamente las causas de los problemas, consecuencias, otros problemas del entorno, condicionantes históricos; así como, la detección de actores involucrados, oponentes, aliados e indiferentes y la determinación de nudos críticos sobre los cuales actuar.

En segundo lugar, encuentro una estrecha relación entre los problemas derivados de las siete líneas estratégicas y la relación partido - gobierno que considero debe ser delimitada y tema capital para ser debatido en el IV Congreso del partido, sobre lo cual planteo un conjunto de interrogantes para la reflexión: 1) ¿Será sano política, ética y electoralmente que los conductores del aparato público ( Presidente de la República, Gobernadores, Alcaldes, presidentes de empresas y otros) sean los mismos que conducen el partido?, 2) ¿Puede el partido en la actualidad interpelar la administración pública y privada del país en defensa de las grandes mayorías?, 3) ¿Existe relación entre la burocracia del partido y la burocracia en la Administración Pública?, y ¿Entre la corrupción en el partido y en la administración, tanto pública como privada? ¿Puede el partido hoy plantear algunas observaciones críticas constructivas al Ejecutivo Nacional sobre la conducción de las políticas económicas del país? ¿Puede el gerente público bolivariano de hoy darle prioridad a los problemas de la gente por encima de los problemas del partido y de la política en general? ¿Qué peso ha tenido la inexistencia de límites claros entre partido y gobierno en la gestación de problemas que subyacen en las siete líneas estratégicas? ¿Puede el clientelismo político partidista consolidarse cuando los que dirigen el partido son los mismos que dirigen el aparato público y por lo tanto disponen de recursos materiales y políticos?

Bueno en fin, esta relación partido – gobierno, que sugiero sea debatida, esta obviamente asociada al poder, y parafraseando a Luis Brito García en su libro la "Máscara del Poder", a referirse a los planteamientos de Weber sobre el poder, encontramos lo siguiente: "El poder es, ante todo, desconocimiento de todo límite. El poder es el hombre: es personal o personalista".

Ahora bien, en el marco de la reelección indefinida por ejemplo, tema vinculado con esta relación en comento, cuando algún militante del partido o de alguno de los partidos aliados aspire internamente a ser alcalde, gobernador e incluso presidente de la república, ese militante debe buscar el apoyo del partido, que debe estar controlado por un alcalde, gobernador o presidente en ejercicio de sus funciones públicas y jefe del partido; esto genera un debate desigual con un aspirante que será víctima de una poderosa aplanadora y el candidato en ejercicio y jefe del partido, será por naturaleza un buen candidato para engrosar las filas del caudillismo.

En el triángulo de las relaciones partido- gobierno, planteado por Jean Blondel (1990), se pueden considerar en sus vértices tres tipos de relaciones a saber: la autonomía completa del gobierno, el gobierno depende del partido o el partido depende del gobierno; tres relaciones mutuamente excluyentes. Ahora bien pudieran plantearse otros tipos de relación, o adoptarse uno de estos pero debe quedar bien clara la relación para prevenir consecuencias que pudieran debilitar el partido en su lucha contra su principal enemigo, el gran capital financiero transnacional a través del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica..

CHAVEZ VIVE…..LA PATRIA SIGUE.

Ing. Roger Lázaro

rolazarovillanueva2018@gmail.com



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