El daño de falsear al socialismo

Pedimos al alto gobierno, a los jefes del partido PSUV, que rectifiquen. Rectifiquen, en nombre del socialismo. Hablen con la verdad. Prohíban el disimulo en el discurso, háblenle al país sin imposturas, sin escenas, sin público invitado, pero con el corazón y la razón, cerca de la verdad y no con astucia. No oculten el significado de tratar con capitalistas. En nombre de la solidaridad internacional, en nombre de la independencia política y de la soberanía de las mayorías de los pueblos que forman y hacen vidas en estas tierras; en nombre de conservar nuestras reservas naturales, el agua, las selvas tropicales, en nombre de la humanidad; en nombre de Chávez y el socialismo.

Esto es importante. Ahora resulta más fácil calumniar al socialismo. Calumniar al socialismo es resultado de un miedo al cambio. Es la ambigüedad de dar discursos bravucones; en contra del imperio y de los “pelucones” capitalistas mercachifles criollos, y en secreto (público) asociarse sin vergüenza con ellos. De pactar  con el enemigo de clase a espaldas del pueblo chavista, que es el que nos interesa, por ahora. Es a ese pueblo al que nos debemos, es la verdadera reserva socialista de Venezuela, de la Región y del Mundo. Y  no los socialdemócratas capitalistas de América, de España, Europa y del mundo.

Pragmatismo, capitalismo; comodidad, inercia, cansancio, resignación y entrega = PAZ.

Han sido unas semanas de grandes titulares y de muchas contradicciones. El presidente Maduro está sembrando en su casa pepinos, pimentón, y no se sabe qué otras hortalizas, para dar el ejemplo a los trabajadores petroleros… Mientras crece y se fortalece el capitalismo en los campos de nuestra economía.

El ministro Menéndez construye razones y mercadea dentro de un pueblo perplejo al capitalismo, combinando, en su discurso, disimulos del capitalismo con la “palabra” socialista:…“diversificar el modelo económico (hasta hace poco hablaban de diversificar las fuentes de divisas), en consonancia con los motores productivos de la Agenda Económica Bolivariana, (…)"que tiene un objetivo socialista (...), que apunta al desarrollo económico, como la estabilidad política y social" Pero sin atreverse a decir que la estabilidad a cuál se refiere es una paz en la sumisión del país al capitalista.

Mientras se siembran 24.000 hectáreas (sumadas) de hortalizas comunales en patios y jardines, las empresas extranjeras y concesionarios privados van hacerse dueños y señores de 111,843 kilómetros cuadrados de Venezuela en el Arco Minero del Orinoco. Estados Unidos viene por cambios para lo que queda de la revolución chavista. Y todos apuntan a aumentar la producción petrolera y darle su tajada a Schlumberger, que viene por lo suyo. ¡La apertura petrolera regresa! …No sé qué opinan los obreros petroleros, pero a mí me parece que nos están jodiendo….

Hay tres importantes titulares que son muy elocuentes: Pdvsa espera el “sí” de Schlumberger sobre ampliación de operaciones”;Shannon viaja a Caracas para reactivar el diálogo entre EE UU y Venezuela”; “EEUU sobre petróleo venezolano: “Si hay cambio de gobierno, puede subir la producción”.

De este último caso (el primero en el orden cronológico) vale la pena leer toda la noticia, para entender bien de que se trata la “reactivación de la agenda EUA y Venezuela”; y qué hay de fondo en el acercamiento con el Imperio (mil veces maldito (o maldecido) por el gobierno)

Leamos el contenido de la nota (Caraota digital junio, 11, 2016):

“Estas declaraciones de un alto diplomático estadounidense coinciden con la visita a Caracas del subsecretario para Asuntos Políticos de la cancillería estadounidense, Thomas Shannon. Amos Hochstein, enviado especial en temas energéticos de Estados Unidos, aseveró en una entrevista con Reuters durante una visita a Argentina que “Venezuela ha administrado mal sus amplios recursos petroleros” y se adelantó a decir que “tiene petróleo fácil de producir, por lo tanto el hecho de que la producción esté cayendo muestra cuán mala es la situación. Pero también muestra que si hay un cambio en el gobierno, un cambio en actitud, podría ver un incremento en la producción relativamente rápido”… “Cabe destacar que las declaraciones de Hochstein coinciden con la visita a Caracas del subsecretario para Asuntos Políticos de la cancillería estadounidense, Thomas Shannon, para reunirse con el presidente Nicolás Maduro y otros funcionarios, así como con líderes de la oposición (…) a comienzos del mes en curso, Hochstein manifestó que “la seguridad nacional” de EEUU se fortalece “si termina la dependencia energética y financiera de naciones caribeñas al petróleo subsidiado por Venezuela” … “Venezuela desde hace tiempo ha ejercido influencia política y energética sobre sus vecinos a través de Petrocaribe, lo que ha creado no solo dependencia energética sino, aún más importante, una dependencia financiera (…) por eso estamos preocupados por la relación entre el declive en la capacidad de Venezuela y la seguridad energética y fiscal de la región”, dijo en unas declaraciones a AP.”

Esta noticia nos aclara las condiciones que pone del Imperio (¿maldito?), para regular las relaciones con Venezuela: terminar con Petrocaribe, aumentar la producción y asumir todas las consecuencias que se derivan de ellas….

Significa, terminar con la OPEP. Cambiar las políticas de solidaridad internacional,  de inversión social, o no usar la renta petrolera para ello. Comenzar de nuevo una apertura petrolera sobre condiciones impositivas favorables o tan favorable como antes, además de entregar el control administrativo a los socios extranjeros de las empresas mixtas, haciéndolos socios mayoritarios. Pero, sobre todo,  darle protagonismo a Schlumberger para aumentar la producción ¿Tiene sentido?

Y como guinda a la torta, presionarán para que el país vuelva al Fondo Monetario Internacional por dinero fresco. Quizás con la excusa de las inversiones necesarias y etc... Optimizar la renta petrolera para financiar la economía parásita de los capitalistas nacionales (Lorenzo Mendoza incluido)…. y potenciar las trasnacionales petroleras, para inventariar a favor de ellos, las reservas petroleras nacionales. Todo esto es la conclusión inevitable de un discurso manido. Pero que ahora nadie reconoce en el gobierno. Se hacen los pendejos.

Lo mismo que se está haciendo ahora con las concesiones mineras, las cedidas a la familia Cisneros… y a todas las demás compañías internacionales, chinas o canadienses, muchas con antecedentes de devastación y contaminación, algunas echadas del país por el mismo Chávez, como es el caso de la canadiense Gold Reserve. Concesiones por las cuales le otorgarían a cada empresa un crédito infinito, se cotizarían a lo alto en las bolsas internacionales, sobre la declaración de esas reservas como legítimas. ¡Tamaño negocio! ¿Verdad?

De ahí la urgencia del gobierno para certificar las reservas mineras (está escrito en el decreto donde se crea el “Ministerio de Minería Ecológica” y bla, bla bla). Ese es el gran chanchullo. Eso forma parte del negocio, del gran negocio. Ya lo hicieron con las petroleras, ofreciéndoles el control accionarios en las compañías para que trabajen en serio e inviertan en la Faja.

Tenemos que evitar que el gobierno confunda ésto con el socialismo. Hay que luchar a favor del socialismo y no defender automáticamente por ignorancia o descuido la entrega de la soberanía de 111,400 kilómetros cuadrados  del país a las trasnacionales, como si este acto de estupidez fuera socialismo, solo porque así lo declaran desvergonzadamente en el gobierno. ¿Qué pasó con los trabajadores de la industria petrolera? Yo los recuerdo defendiendo las instalaciones de los “escuálidos”, marchando por la soberanía petrolera,  en tiempos de Chávez, defendiendo a su comandante y apostando a una sociedad distinta, eventual pero distinta, que hay que hacerla con nuestro propio esfuerzo, con sacrificios,  porque es distinta. Todos estuvimos de acuerdo con aquella aventura. ¡Nos están jodiendo! ¡Esto es una vuelta al pasado, la restauración de lo que creímos superado con Chávez!…

La glosomanía vuelve a estar de moda y el desprecio al lenguaje también.

Jesús Farías se ha caracterizado por darle esperanzas al país sobre la base de puras promesas y de una fe impávida en los capitalistas, más que ingenua, sospechosa. Hasta ahora las empresas comprometidas con el esquema exportador del gobierno son aquellas que están dispuestas a lavar dólares en el país. Unos camaroneros que manejan capitales fantasmas; la industria petroquímica; los atuneros traficantes de combustible, etc.

Dice la noticia (“500 empresas han pedido financiamiento para exportar” UN, miércoles 22 de junio 2016)…”Farías recalcó que existe disposición (la determinación) por parte del empresariado nacional de seguir trabajando en las exportaciones en función del desarrollo del país, según han manifestado en decenas de reuniones de trabajo que han sostenido con la institución, “lo cual le ha dado una solidez muy importante al crecimiento del motor exportador”.

Si nos ceñimos a la lógica de este razonamiento podremos entender que la solidez del crecimiento del motor exportador depende de “disposiciones”, es decir, de decisiones, que han manifestado en decenas de reuniones de trabajo. Eso es para Jesús Farías solidez. O sea, un acto de fe sobre una promesa hecha por un grupo de pinochos; y la picardía de un tránsfuga, al cual no le importa el origen de los capitales...  Esto no es socialismo, esto es palabrería barata, adequismo puro y simple.

No obstante, Farías es más vivo que eso. El, como Menéndez y otros más, confía en el efecto aletargante del palabreo de calidad adecocopeyana. Trata de marear al periodista y a la gente con palabritas bonitas pero sin sentido, vomitadas de forma explosiva, pero cargadas de contradicciones y superficiales.  Típico estilo del político socialdemócrata con mala conciencia, conciencia pequeñoburgués. El ministro Menéndez, defensor del “nuevo modelo productivo” tiene el sarcasmo de declarar que “La guerra económica es culpa del capitalismo y la salida es el socialismo” (Video: VTV, 23 de junio de 2016)

Pero habla de un nuevo modelo productivo, que es puramente capitalista, como si la producción capitalista fuera un “modelo nuevo”, y nadie dice nada, a nadie parece interesarle que un ministro caiga en estas contradicciones. Más adelante dice (…) el pueblo venezolano tiene que liberar las cadenas de distribución donde, ésta (cadenas de distribución) y la logística (de distribución) tienen que obedecer a los intereses de la sociedad”. Menéndez dice esto como si no hubiera un gobierno, como si no tuviéramos líderes elegidos para que tomen estas decisiones de gobierno, decisiones políticas. Pareciera que solo Su palabra bastará para salvarnos. Se manifiesta como Cristo. A nuestra manera de ver el ministro solo declara para asegurarse de que la gente, sin el gobierno, no pueda hacer nada en contra de los capitalistas, mientras ellos (como gobierno) tampoco harán nada. Una forma de desarmar moralmente y frustrar al chavismo. Y no harán nada en contra de los capitalistas. En este caso, en contra de los más ricos del país, es decir, de los comerciantes, de los señores de las redes de distribución y el  transporte, de la especulación;  junto a los banqueros y a los Cisneros y similares, es decir, a los capitalistas más exitosos y más despiadados.

Menéndez, “La agenda económica bolivariana es una contraofensiva, pero también una inflexión (inflexión, la manera propia de este señor de maquillar a la revolución, hablando de “inflexión al modelo capitalista”, o de “ruptura de paradigmas”, o de “nuevo modelo productivo”) al modelo capitalista y en la construcción del socialismo (…) si de algo estamos claros los venezolanos –dice, sínicamente el ministro-  es que la guerra económica es responsabilidad del capitalismo y es el socialismo la única esperanza que tienen los venezolanos”. Al mismo tiempo los protegen del socialismo, ya lo hemos dicho. Llamando a la paz del sometimiento burgués, de una clase sobre otra; estimulando diálogos entre chantajes y pactos, y desarmando de entusiasmo revolucionario al pueblo chavista hasta la sumisión (también lo dijimos). Calumniar al socialismo es peor que la traición, traición no es saltar la talanquera, traición es confundir y manipular al pueblo amoroso de Chávez con un capitalismo mixto, de ambición y torpeza, improvisación y manipulación, populismo y discursos vacíos..

¡Viva el socialismo y viva Chávez! Y que la fuerza nos acompañe para vencer al capitalismo donde sea que esté,



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Héctor Baiz

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