Diciembre de 2015, Caracas no estés triste, de alguna manera u otra vamos a salir adelante

Que el pueblo se saltó la tanquera, no es cierto, tampoco que le faltó lealtad a la política. La crisis que crearon los burgueses y la hicieron pasear por las calles con la mentira de que ese sufrimiento era efecto de haber optado por el socialismo, es la única responsable de la derrota.

La burguesía tuvo la capacidad de ocultar y convertir la ternura y solidaridad que es el nervio y carne de las misiones sociales, en un juego mercantil frio de compra y venta. Con ello, no solamente desacreditaba los objetivos fundamentales del socialismo, sino que también las teorías que lo justifican. Nada de hecho ha parecido ser enterrado con más seguridad que los conceptos de comunismo y marxismo; en ese sentido, resulta más fácil degradar el marxismo al rango de teoría conspirativa que, aceptar que el planteamiento teórico marxista es científico y que como ciencia social lleva el objetivo histórico de transformar la sociedad, destruyendo el capitalismo y construyendo el socialismo.

La burguesía supo crear y mantener una desigualdad entre la juventud y los adultos; esta separación odiosa condujo a dividir la revolución; lograron hacer desaparecer del vocabulario teórico revolucionario juvenil las categorías marxistas de abolición de la propiedad privada, revolución socialista, dictadura del proletariado, socialización de los medios de producción, redención de los desposeídos, lucha de clases y asignar a los adultos la tarea de preservar o anclar la tradición revolucionaria que difícilmente podría ser contada, (la revolución es cuestión de viejos trasnochados).

Otra justificación ideológica, es la que parece llevarnos la desacreditación del marxismo; lo sorprendente de este alegato, es que bajo el asalto concertado de las "ciencias sociales y la política contemporánea" se desacredita el marxismo, en esta tarea contribuyeron muchos intelectuales.

A veces también, las indecisiones políticas gubernamentales fueron producto de ese doble juego burgués: que prometía una cosa y hacía otra. Aunque como dijo Engels, a la mujer y a la política no se les perdona nunca el momento del descuido…las cosas ya están hechas.

Ahora que con la mayoría de votos, la burguesía pretenderá hacer "legales" las acciones de los empresarios que se negaron a dar cuentas de lo robado al Estado; así, las demandas de rendición de cuentas se convierten legalmente en ficción.

Aunque el futuro inmediato, pinta como un conflicto social inminente; aquí en Venezuela, nadie se va de gira por este fracaso electoral, solamente se puede decir que de alguna manera u otra vamos a salir adelante.

Porque la ternura del pueblo, que a pesar de la guarimba política burguesa de este momento, se mantiene. Esa es la esperanza. Ahora a repensar las alianzas para continuar.



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Memo Fernández


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