Utopías y alegrías para animar el momento actual

Corrian los tiempos de 1983. Tendria yo unos tiernos 15 ciclos de 365 dias de vida. Leia para ese entonces al Gabo y a Carlos Marx. Tambien leia un poco a Vallejo y rei mucho con Rius y su “Marx para principiantes“. Me la pasaba escuchando a Ali Primera y a Silvio Rodriguez, a Mercedes Sosa y a Victor Jara. Seguia a diario las noticias de Cuba y Nicaragua. En fin, vivia pleno de utopias y me decia a mi mismo que yo empezaria a ser feliz en mi pais cuando a los abuelitos le pagaran una pension justa y digna, cuando PDVSA fuera realmente del pueblo, cuando la faja petrolifera del Orinoco fuera reconocida como tal y no como “bituminosa“, cuando se eliminara la pesca de arrastre, cuando el agua potable fuera un derecho constitucional para todos y todas, y cuando tuviesemos un sistema ferrocarrilero que nos permitiera movernos por todo el pais a precios bajos y muy comodamente.

Eran puras utopias. Yo las comunicaba por todas partes, las anhelaba de viva voz en todas partes. Queria que las entendieran y que las anhelaran otros y otras en todas partes y que se luchara por ello. Muchos me tildaban de loco y por supuesto trataban de ofenderme algunos por ahí diciendome “comunista“, “bicho raro“, “trasnochao“, “hippie“ o “loquito“. Pensaba que una revolucion verdadera debia darnos por lo menos aquellas cosas basicas de mi utopia temprana.

Entonces iba en autobuses destartalados para donde me invitaran otros utopicos o loquitos como yo, comiendo pan con mortadela o casabe con cambur, a cuanto encuentro, asamblea, reunion, campamento, concierto, rumba, marcha o congreso se daba para planificar el futuro, visualizar la fantasia en colectivo, pensar en la concretizacion de las utopias.

El tiempo paso y nos dimos esta revolucion que, en mi modesto programa personal socialista utopico de 1983, supero todas las expectativas. Pude ver y vivir en mi madre y otras personas lo del seguro social digno de nuestros abuelitos, lo de una PDVSA del pueblo y lo de la faja petrolifera del Orinoco, se elimino la pesca de arrastre, el agua es de todos y todas como derecho constitucional y el ferrocarril va ahí, poco a poco pero seguro.

Chavez, liderando una gesta utopica y romantica mas loca y hermosa que mi tierna imaginacion de 1983, supero cualquier programa socialista de arrancada en nuestro pais y, lo mejor de todo, sin la violencia que ha caracterizado a otras revoluciones como en Vietnam, Cuba, Nicaragua y otros paises.

Entonces ahora recuerdo y gozo. Recuerdo y me animo para seguir adelante en las utopias y las alegrias pese al clima enrarecido que pretenfe imponer en el pais nuestra pavosa oposicion y la canalla capitalista interna y transnacional.

La solidaridad ha comenzado a aflorar por todas partes ante el golpeteo diario de la especulacion y el acaparamiento. El amor y la cancion comienzan a reunificarnos a los loquitos y las loquitas para no dejarnos vencer por la fiebre del dolar, por los egoismos y la corrupcion. Otra vez le estamos agarrando el gustico a la jodedera, al trabajo en colectivo, al pan con mortadela y al casabe con cambur. Vamos construyendo nuestras casas, sembrando de a poquito, haciendo disciplinadamente la cola, montando el teatro en la calle, organizandonos para un por si acaso los gringos dejan de pagarnos el petroleo, ahorrando energia electrica y haciendo uso racional del agua.

Vamos otra vez con la utopia alegrando los caminos del futuro y contentos y contentas porque el legado de nuestro amado loco mayor no se perdera.

Hemos vivido y conocido el socialismo de arrancada, la utopia originaria, la lucha elemental. Ahora seria muy bueno mejorar nuestro socialismo y profundizar las utopias con mas trabajo, planificacion y honestidad. Proyectar la vida y las soluciones a los problemas actuales con mas alegria y mas determinacion.

Viva Chavez!!


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Rafael Rodriguez Vergara


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