El laberinto del Cómplice

Alguien me preguntaba si tenía una obsesión con Fouché, le respondí que sí. Puesto, que no logro dar como ese individuo cuando ve cosas más allá de la frontera, pero en el corral propio es un ciego, ni siquiera aspirante a Polifemo. Tampoco veo como ese Perro bravo muerda algunos huesos dentro de la casa, otras veces ladra, si ladra desde su cueva a los que operan tras la línea fronteriza. Por eso de que ladra internamente en el corral sin morder, eso me huele a gato encerrado, o solo es la búsqueda de la permanente proyección, en otras palabras, le pesa mucho el Síndrome de atención.

En ese entorno ¿Cuál y cómo es ese laberinto? ¿A qué me refiero? El tema que traigo a collatio son los espantosos casos de Cadivi, y otras tantas empresas públicas. Como los casos políticos estrictamente visible, Enrique Capriles, Julio Borges, Leopoldo López, María “Cortina” Machado, etc. Y nuestro Fouché, siendo abogado no actúa, con tamaña experiencia no redacta ni un folio. ¡Ah! Como periodista, se parece a Don Diego marcando “ZETA” de zorro por dondequier a escasísimos villanos, de Cadivi, ninguno. No hay nombre, los invisibiliza. De modo, que se ha creado un laberinto para sí y los suyos, y en ese juego terrorífico pretender o tiene la tarea de meter al gobierno nacional, a cuanto más empleados y funcionarios públicos le sea posible. Hacer de Venezuela su gran laberinto reto, es su tarea en lo que le queda de vida.

En ese orden, creo que el artículo: ¿Desabastecimiento de qué? Firmado por Toby Valderrama y Antonio Aponte en el cual sus autores plasman una vez más una línea que no se debe dejar pasar, el tiempo amerita su provecho, no hacerlo condenará a la revolución al fracaso, la diluirá hasta desaparecerla, y eso será un crimen y una vil traición al legado Bolívar-Chávez, al descomunal esfuerzo que muchos han hecho por lograr y tener una patria mejor, desarrollado, independiente. El artículo dice: “Comencemos por decir, lo más simple: el capitalismo es nuestro enemigo. Continuemos diciendo que cometimos el error de pensar que lo podíamos domar, hacer que fuera humano, y lo que conseguimos fue contaminar al pueblo de su lógica egoísta y que se pusiera, objetivamente, en contra del Socialismo.” Vamos a partir de la base, que dentro del proceso de aprendizaje nos paso todo esos, vimos nuestra fallas, analizamos como se comportan el contrario, que camuflaje usa para engañar, en fin nos rompieron el himen político, ya no somos consientes de que la inocencia es una etapa, ahora preñado de capacidad, astucia, audacia, ya pasamos el limen para vencer, no nos dejemos atrapar por quienes siguen en el otro bando, repito hay voluntad política, no solo del gobierno sino del pueblo.

Es hora de cosechar los frutos revolucionarios. Con esto releamos los que escribieron los autores a los que referí anteriormente, observemos con detenimiento estas palabras: “Comencemos por decir que ese error lo cometimos en aras de la paz, pero ahora comprendimos que, lamentablemente, una clase social dominante no se suicida, no cede sus privilegios, hay que arrancárselos con la violencia, que no se puede construir el Socialismo sino es sobre las cenizas del capitalismo.” Quienes no asimilen esta línea, simplemente esta bañado de oscurantismo, del pasado, se hallan dentro de sus burbujas, no ha salido al ruedo liberador. O serán tan estúpidos, bobos que la autoestima desapareció en ellos.

Pues, tenemos a un cómplice con omisión y a otro por asociación. Que esperamos a que las soluciones nos lleguen desde el imperio. Todo comienza por poner en las cárceles a los delincuentes cuellos rojitos, amarillos, verde, blancos, y toda la gama de colores de culpables. Venezuela es el laberinto, quienes tienen la responsabilidad de actuar pueden ver a los delincuentes desde arriba, saben como se mueven, para donde van, con quienes se tropiezan, con quienes se reúnen. Se vacila mucho, se deja suelto al delincuente, y eso es muy peligroso. Mientras las columnas no se hagan de acero, la corrupción la deteriora y esa debilidad se puede reflejar riesgosamente en unas elecciones (municipales, regionales o presidenciales), en más acaparamientos, tráfico de drogas, contrabando, dólares a 40 Bs. F, malversación de fondos públicos y otros Cadivi.

Vencer con inteligencia, con educación pero con determinación y voluntad firme. Vacilar es perderse.


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Miguel Angel Agostini


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