Esta demostrado fehacientemente que Venezuela no hay cadáveres políticos. Esta afirmación, pudo comprobarse en el 2008, cuando Antonio Ledezma resultó electo como el Alcalde Mayor del Área Metropolitana de Caracas; tras venir de los gobiernos de la IV Republica. Que dejaron sumida a la patria en una profunda crisis económica.
Sin embargo, el querer medirse en las primarias de la MUD, como candidato para las presidenciales del 2012, para él esta debe ser una nueva historia de la cenicienta, similar a otras en su vida.
Durante la mayor parte de los gobiernos cuarto republicanos evitó situarse en la primera fila de la oposición, sus declaraciones políticas fueron esporádicas y pacatas, con un perfil bastante bajo. Tampoco su partido, que apenas logró colocar un par de representantes en la Asamblea Nacional en los comicios del 2000, fue un actor importante en esos cinco años.
Sin embargo, ya anunció su campaña para febrero del 2012, las encuestas lo sitúan en la intención de voto de las primarias de la MUD, detrás de la ambulancia, seguido muy de cerca por la furgoneta forense
Ahora muestra un alarde de fuerza que algunos han interpretado como soberbia, ha llegado a declarar que pretende ganar las elecciones primarias de febrero. Nadie lo considera factible a estas alturas, salvo quizás él mismo. Incluso así, lo cierto es que no tiene grandes posibilidades de convertirse en el protagonista de una nueva resurrección en un país que tiene claro que los cadáveres políticos no existen.
“La Política es más peligrosa que la guerra, pues mientras en la guerra sólo se muere una vez; en política se puede morir más de una vez”. Winston Churchill dixit. Esta frase anterior, indica que la resurrección es una constante que bien puede repetirse en cualquier ecuación política.
Aún cuando los seres humanos somos considerados como unos animales políticos por naturaleza, los políticos profesionales, siempre muy conscientes de la certeza, y riesgos de la frase de Churchill (por lo macabro de la resurrección) siempre colocan obstáculos para que la muerte de sus adversarios sea lo más rápida posible, en la forma literal de la palabra (políticamente hablando). Una vez caído alguno de sus adversarios, la consigna entre los adversarios participantes es liquidarlo para que por ninguna razón, motivo o circunstancia pueda darse el milagro de la resurrección como la de Jesucristo...
Por ejemplo: Eduardo Fernández, Oswaldo Álvarez Paz, Ramos Allup entre otros cadáveres políticos opositores, en los momentos de su historia. Todavía cada uno de estos personajes, son actualmente considerado por los candidatos más jóvenes de la MUD, como unos fétidos cadáveres políticos.
Ejemplos sobran en el mundo político latinoamericano: En el Perú, el actual presidente Alan García Pérez alcanzó la resurrección en el año 2006, cuando resulto electo para un segundo mandato presidencial; luego de ser declarado un cadáver político en el año 1990; ahora le sigue los pasos Ollanta Humala.
Fidel Castro resucitó el primero de enero de 1959 con el triunfo de la Revolución Cubana. Ya en 1953 fue hecho prisionero, juzgado y sentenciado a quince años de prisión, como resultado del ataque contra los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, y luego liberado 22 meses después.
Escapar del mundo de los muertos políticos aunque es posible, no es una tarea muy fácil, más si se cuenta con un rosario de adversarios dispuestos a utilizar todo el poder a su alcance con tal de que se queden en el más allá, y no regresen nunca jamás al activismo político. ¿Esperaremos haber que pasa en Venezuela este próximo domingo 24 día de resurrección?
Percasita11@yahoo.es
