El 11 de abril de 2002 no a muerto. Seguirá vivo por siempre, por generaciones. Para muchos el recuerdo es triste y la lección sigue a flor de piel, pero en otros activa malos instintos. Y digo esto porque a lo largo de estos seis años, después de aquel episodio, la lucha por el poder sigue latente. Si hacemos un recuento, la derecha venezolana, apoyada por el gobierno de EEUU y otros aliados, no ha detenido su ambicioso plan desestabilizador. Hagamos historia, sin mencionar los incontables ataques mediáticos y presiones que tuvo el presidente Hugo Chávez cuando era candidato a la presidencia.
Año 2001: El Plan Balboa, según era un "ejercicio de simulación de operaciones por tierra, mar y aire" realizado en el Comando Base Mayor del Estado Español, entre el 3 y el 18 de mayo de 2001, pero el gobierno de Venezuela pudo conocer a tiempo su objetivo real. Se diseñaba una estrategia militar de invasión, se dice que por la zona occidental de Venezuela incursionarían las fuerzas norteamericanas y sus aliados de la OTAN. Se asegura que este plan contiene numerosa información secreta sobre las defensas militares de Venezuela, Panamá y Colombia. Sobre ello Chávez dijo en una oportunidad, en su programa Aló Presidente: "Los estamos cazando, en la bajadita los esperaremos si se les ocurre, porque estamos haciendo el Contra-Balboa". Sentenció: "No se le ocurra a alguien venir a tratar de quebrar esta patria (...), no se vayan a equivocar, se los recomiendo, porque se arrepentirían por 500 años".
El año 2002, además del Golpe de Estado del 11 de abril, se sumó el Golpe petrolero, en diciembre, perpetrado por igual, junto a CTV y Fedecámaras y demás golpistas. Una reedición del Golpe anterior, pero con el quebrantamiento de la operatividad de Pdvsa, una herida mortal y quizás la más cruda traición a la patria. El pueblo nuevamente, junto al presidente Chávez, la fuerza militar y países amigos, lograron vencer la estocada.
Año 2003. Nacen las misiones y el programa de alfabetización, (sistema cubano) es de total éxito. Las alianzas con países de la región se fortalecen en el marco de la integración regional. El tema energético toma protagonismo y con éste la gestión del presidente Chávez. Relaciones con Rusia, China, Medio Oriente y África, abren un espectro interesante y productivo en el marco de la política exterior, que incluso Brasil, país que antes no tenía una relación comercial ni diplomática tan intensa, se hace firme aliado de Venezuela. Pero ese mismo año los golpistas se hacen sentir de nuevo. Se producen fuertes explosiones que dañaron la embajada de España y el consulado de Colombia en Caracas, sin dejar víctimas fatales, aunque causaron importantes daños materiales.
El año 2004 no fue menos intenso. El 15 de agosto de 2004 se celebró el Referéndum Presidencial, para decidir la permanencia de Hugo Chávez en la jefatura del Estado. El resultado fue contundente, la victoria lo ratificó como gobernante constitucional con más de 7 millones de votos. Ese año sucede un hecho siniestro, un acto de terrorismo puro. El 18 de noviembre de 2004 matan a Danilo Anderson, "el fiscal cuarto de ambiente" con competencia nacional, quien trabajaba con el Fiscal General de la Republica Isaías Rodríguez. Fue victima de dos bombas colocadas en su vehículo que incluso dañaron edificaciones cercanas. Ese año la campaña mediática internacional se intensificó contra el Presidente, en la medida que éste avanzaba con su política exterior, basada en el desarrollo energético y de apoyo a países en el continente. En agosto de 2005 un reverendo estadounidense Pat Robertson, incita en su país, en su programa de televisión, a que se asesine al presidente Chávez, quien calificó esta disociación neurótica “como un acto criminal y terrorista” y que según pactos internacionales constituye delito. El imperio no perdona un adversario frontal.
Los golpistas no descansan y las encuestas tampoco. Chávez sube en popularidad, Chávez baja en popularidad, lo importante para ellos son los numeritos. El muestreo es permanente y a veces les hace vitorear, “Chávez va a caer,” “este gobierno va a caer”. Los golpistas hacen ruido.
El 18 de diciembre de 2005 gana las elecciones un líder indígena, Evo Morales, rompiendo 500 años de opresión en Bolivia, de gobiernos de derecha. Morales, la excepción de la regla, da paso a la nacionalización de hidrocarburos, al fomento de los cultivos de coca y discute con su pueblo una Constituyente. El imperio está alerta
Ese mismo año, el 26 de diciembre de 2005 la revista Semana de Colombia, en su pagina digital señala: “Hugo Chávez Frías, el presidente de Venezuela, pudo hacer en 2005 lo que siempre había querido. En los últimos 12 meses alteró el mapa político del subcontinente, distribuyó su riqueza petrolera por los cuatro puntos cardinales, desafió a Estados Unidos, y de ser percibido como un payaso tropical pasó a posicionarse como el dirigente latinoamericano de mayor influencia global. En un mundo cada vez más interdependiente, lo que hizo el Presidente de un país indeleblemente ligado a Colombia, tiene visos históricos. Por todo eso, el ex comandante se convirtió en el primer hombre del año que ha sido escogido por SEMANA fuera de las fronteras del país”. También en 2005 salé al aire Telesur, con pocas horas de transmisión y contra el canto de muchas aves agoreras, el canal levanta vuelo, y para sorpresa de muchos, hasta cadenas extranjeras resabiadas, han visto cumplir el objetivo: “nuestro Norte es el Sur”. Otra buena noticia en este año es cuando el Presidente anuncia la adquisición de otro satélite de monitoreo territorial. Chávez gana la partida. La oposición maquina.
Año 2006. El Alba subyuga al Alca. Los gobiernos de izquierda prosperan y el 30 de diciembre de ese año el presidente Chávez dice “que no renovará la concesión a la televisora golpista”, Rctv. Renace el fervor mediático contra el gobierno y las traiciones se cocinan en el fogón.
El 16 de agosto de 2007, Chávez anuncia en la AN su propuesta de Reforma Constitucional. Lucía limpia, calzaba perfecta. Fue el año de consulta en la calle, de propaganda a favor y en contra. El epicentro del debate era la Reforma Constitucional. Ni el anunció de los cinco motores detendría la confusión y el temor a un grueso articulado, que quizás fue su Talón de Aquiles, amén para la oposición. Ese mismo año, en Septiembre de 2007 el general Isaías Baduel, en rueda de prensa se pronuncia contra la Reforma Constitucional. Afirmó que se trataba de un Golpe de Estado, comandado por el Presidente Chávez y la Asamblea Nacional. Hizo un llamado a sus “compañeros de armas”. Pero no logró la reedición del 11 de abril de 2002. Los golpistas compran almas.
Dos meses después, en noviembre de 2007 Chávez estaría por días en la prensa mundial en primera plana, el Rey de España, Juan Carlos, le dijo “por qué no te callas”, durante la Sesión Plenaria de la XVII Cumbre Iberoamericana. Los golpistas se quitan la careta.
Entretanto, la campaña en contra de la Reforma tomaba espacios. El 2 de diciembre, en los comicios, el resultado fue desfavorable al gobierno nacional. Un efecto electoral signado por la abstención y con una victoria que Chávez llamó “pirrica”. Ello propició un intenso debate que hasta ahora se evalúa. La oposición tomó aliento y desde entonces trabaja, sin mucha bulla política pero sin bajar el sonido de su campaña mediática. Batalla palmo a palmo en todo el país, para ganar adeptos. Los golpistas ven los toros desde la barrera.
En enero de 2008 Chávez anuncia la aplicación de las tres R; revisión, rectificación y reimpulso. Con la misma asume el mando y enfrenta el fuerte desabastecimiento de algunos alimentos, asume el control de la normalización de las Misiones y la reconversión monetaria fluye en paz. Las encuestas se normalizan y Chávez sube en los numeritos de popularidad. El Canje Humanitario de las Farc, rinde frutos y a pesar de las bofetadas diplomáticas, Chávez logra la liberación de siete rehenes. Las fricciones entre países vecinos se complican por la serie de acontecimientos ya conocidos sobre la incursión de Colombia en Ecuador. La Cumbre de Santo Domingo sirve de escenario favorable a Chávez, quien acertadamente detiene el plan desestabilizador en Suramérica. Su llamado a la unión y respeto a la soberanía de los pueblos y discurso sincero, cara a cara con los presidentes afectados por el impasse provocado por Colombia surte efecto. La diplomacia toma el rumbo.
De manera que en todos estos años, aunque la oposición aparenta estar febril nunca detiene la arremetida. El chavismo y antichavismo tiene tonos, grados, niveles y decibeles. Los medios privados de comunicación son poderosas armas, lavadoras de conciencia, que buscan la forma de mantener a sus disociados en la retaguardia, alerta con sus guarimbas. Por eso digo que el 11 de abril de 2002 siempre está latente.
Este año 2008 el emperador George Bush aprieta el acelerador, quiere acabar con Chávez y exterminar el eje del mal, antes de claudicar a su trono en noviembre próximo. Las intimidaciones imperiales no cesará, por el contrario se extienden al mundo entero porque “no detener la guerra” es la orden, la mejor muestra es el Medio Oriente y en nuestra bella Suramérica el plan está maquinado.
Los golpistas están ansiosos. No pueden entender que Chávez, como ha dicho, lucha “contra mil demonios”, pero tampoco saben que usa un escapulario de Maisanta, de su bisabuelo, el mismo Pedro Pérez Delgado, revolucionario que luchó contra el General Gómez a comienzos del siglo pasado. La poesía de Andrés Eloy Blanco lo recrea:
…Ya Pedro Pérez Delgado
No tiene madre ni patria,
Ni un retrato de la madre,
Ni un retrato de la patria.
Lo surcan madres con sed,
Lo cruzan patrias tostadas,
Pero siente el paraulata
Metido entre las batatas
Y empina su viejo grito
En los estribos del alma.
Y su grito es un machete
Con filo, punta y trama
Y es pedro Pérez Delgado
Que va gritando:-!Mai Santa!…
Leónjudi@gmail.com
