Cuando se camina por donde camina el pueblo, pudiéramos descubrir que por donde andamos es distinto a por donde queremos ir.
Los comprometidos con este proceso que viven en las zonas donde pasa el autobús, deberían darse un paseo por la troncal, ya que desde el autobús no se ve lo mismo que a pie.
Viene a colación este llamado por solidaridad con EL HOMBRE QUE EMPUJA y la carencia de guías que tienen nuestros sectores de a pie, el esfuerzo para algunos se hace demasiado para subir la cuesta, no imposible, pero si complicado, por lo tanto la mano que ayuda debe estar lo más cerca posible para que andar se haga menos pesado.
Las opciones de los que andan en autobús son más suaves, tienen palabras y amigos cerca de las soluciones y en algunos casos no quieren que nos montemos en el mismo autobús, hay egoísmos arrastrados como enfermedades que es necesario que encontremos el remedio, para empezar a transitar todos por el camino más justo, donde ser igual no dependa del trasporte que utilizas y las diferencias vayan equiparándose.
Es urgente que la formación revolucionaria que necesita el que anda a pie, se empiece a construir sin falsas creencias, dejemos de estar creyendo que vamos a tener combatientes sin crear la conciencia para mantener una revolución, podría ser fatal, ya que sin conciencia la revolución es efímera y depende de la suerte que se pueda encontrar y no de la constancia que es necesario tener.
Tenemos que hacer esfuerzo para que los análisis y la información veraz lleguen y sea comprensible al de a pie.
No es posible que un enfermo ludo maníaco que se dedica a jugar bingo, carga la burra y todo lo que se pueda jugar en un antro y que causo grandes perdidas al país, arruino una cantidad de Venezolanos decentes, causo muerte y desmanes dignos de cualquier bandido de un pueblo sin ley de esos que salen en películas, se escape de una prisión de máxima seguridad y que custodiamos los que custodian la revolución y que lo haga reiteradamente y un gran dia para crear una matriz de opinión de las jinetearas, con cualquier pestaña postiza y una peluca de las que usan la prostitutas para evidenciarse pintarrajeada con lápiz labial de mala calidad, pueda engañar al pueblo y no seamos capaces de detener una desfachatez tras otra, porque ideológicamente no estamos preparados para salir a exigir respeto por un proceso que es necesario respetar y formar, de lo contrario estamos corriendo el riesgo que niveles intelectuales como el de los escapistas dominen nuestra patria y eso seria desastroso para el futuro de la humanidad.
Yo invito a los diez millones de conciencias a montarnos en el mismo autobús porque la ruta esta marcada y el destino es la felicidad con todos.
