Una crónica de la desinformación

La verdad y la mentira a la luz del imaginario colectivo

Pongámonos de acuerdo!

Cada uno de los seres humanos, desde muy temprana edad, vamos recibiendo a través de todo nuestro ciclo de existencia un torrente de "entradas" que se nos presentan en forma de "data" o de "información cruda", mucha de ella transformada luego en "referentes". Somos testigos de un sin número de eventos y situaciones y vamos tomando posición respecto de toda esa experiencia informativa creando cada vez nuevos referentes en un proceso retro alimentado. En la medida en que se forman los referentes toda esa data la vamos filtrando usando los viejos y creando nuevos. Es así como alguna parte de ella NO la creemos, nos parece que no esta en "concordancia" con nuestros referentes, la consideramos "mentira" o nos parece desinformación que no se apega lo que creemos está en "concordancia referencial"; otra nos parece que concuerda y la consideramos "verdad" y alguna que otra simplemente nos mostramos indiferentes ante ella y permanece "neutral" o indefinida. De ese entramado de verdades-mentiras definiciones e in-definiciones se va creando una base de datos mental individual basada en supuestos que a la final van moldeando nuestra forma de ser y de actuar. Muchos mitos y fabulas mezcladas con combinaciones de supuestos se posicionan bien como verdades o como mentiras y van creando un cuerpo referencial que va moldeando una forma particular de pensar de cada quien que definimos como IMAGINARIO INDIVIDUAL. Debemos ser meticulosos con lo que metemos a nuestras mentes por cuanto a pesar de que nos parezca verdad o nos parezca mentira siempre tendrán su carga de subjetividad ambas y obviamente harán peso sobre nuestras decisiones futuras, sobre nuestras conducta y sobre nuestra personalidad.

En un conglomerado social compuesto por una cantidad suficiente de individuos que agregan sus supuestos, sus mezclas de mentiras-verdades, y en fin, agregan sus imaginarios individuales, se van acumulando "promedios" de imaginarios o de posiciones ante situaciones "comunes a todos" los grupos sociales que entonces van configurando un núcleo sólido de IMAGINARIOS grupales compartidos y no compartidos. El imaginario individual es entones doblegado por la visión gregaria de la realidad y sucede como domesticación inconsciente. El "sentido común" es pues un brebaje que debe ser puesto siempre en entredicho para que permanezcamos como libres pensadores por cuanto se trata siempre de un veneno finamente edulcorado.

Cuando varios grupos sociales interactúan se funden los imaginarios inter - grupales formando una especie de imaginarios promedios compartidos por grandes grupos sociales. Los promedios compartidos por grupos más o menos numerosos forman a su vez lagunas interconectadas de "supuestos grupales compartidos" que finalmente, debido a la re-alimentación de esos mismos promedios en el individuo, se forma un imaginario que va siendo sentido como "común" por la gran mayoría o por la sociedad entera. A ese bloque de creencias y no creencias "juntas" de la sociedad toda le llamaremos "imaginario social". Se supone entonces que ese imaginario afecta de alguna manera a "todos" los miembros de la sociedad, a todos sus grupos y a todos sus individuos. De allí en adelante, pudiera suceder que haya algunos actores generacionales nuevos en la sociedad, que no hayan vivido parte de ese imaginario "social" imperante pero que debido al "intercambio cultural" lo asumen como "propio". Debemos preocuparnos entonces en saber que es genuino y que es parte de la domesticación social.

El fetiche social

Una vez que ese entramado de creencias sociales se va 'encarnando' hasta cobrar vida propia, empieza a moldear y a modular de forma determinante la conciencia social misma en un proceso de re alimentación que va HOMOGENEIZANDO criterios incluso en el devenir de la sociedad misma. La verdad o la mentira entonces se va a re-definir como aquello que esté de acuerdo o en desacuerdo con ese IMAGINARIO COLECTIVO. La sociedad define al individuo: si las mujeres usan faldas y también usan pantalones, los hombres deberían en igualdad hacer lo mismo, no obstante hay un dedo social que apunta al que haga tal cosa.

De esa forma, va saliendo de aquel entramado un nuevo criterio de lo OBJETIVO-IMAGINARIO COLECTIVO y de lo SUBJETIVO-IMAGINARIO COLECTIVO, que no necesariamente tiene que ver con la "realidad objetiva" percibida por el individuo mediante la experimentación o mediante la certificación del método científico sino por una mezcla compleja de creencias por cuanto el imaginario colectivo hace peso en las formas de actuar y de pensar de la sociedad.

Así mismo la "conciencia social" que se apropia del individuo, va forzando su conciencia individual hasta el punto de que dicta cómo la sociedad quiere que el individuo perciba a su entorno social, así éste va siendo modificado por la presión del imaginario colectivo o social de tal forma y en tal grado, que va haciéndole creer al individuo 'supuestos' que no necesariamente se apegan a lo OBJETIVO-REAL o científico. Ahí se empieza a notar una distorsión de la realidad "percibida por el individuo" (su conciencia individual) debida fundamentalmente a la modulación que ejerce el imaginario social (a través de la conciencia social) sobre su forma de ver "la realidad" y el entorno circundante (proceso de domesticación). Es necesario pues mantener un continuo escrutinio de nuestro imaginario individual y de lo que le vamos agregando, de nuestra "conciencia social" y lo que creemos ver, para mantenernos lo más pegados posibles al terreno y no empecemos, por engreimiento, a levitar.

La "memoria social" no es más que la migración de ese imaginario colectivo de una cierta capa celular social a la otra (renovación generacional), que se mantiene a través del tiempo y del espacio a través de muchas generaciones que van siendo "domesticadas" por la presión del imaginario social global y que estas nuevas generaciones van asumiendo como propio. Una sociedad almacena su memoria en su genotipo social que es su lenguaje pero también en sus hábitos y en sus costumbres que son su fenotipo. La adquisición de la memoria social por el individuo no es solo un hecho cultural o de trasferencia de conocimiento en forma de léxico aprendido y en general en forma de lenguaje adquirido sino también en la adopción de hábitos y costumbres propias de su sociedad en el seno de la familia. El imaginario social se va convirtiendo, gracias a la memoria social, en un legado heredado por generaciones. La memoria social en general se almacena en forma de "significantes", y se transmite de generación a generación en la forma antes mencionada, y como ya señale, el elemento más inmanente a la memoria social es el lenguaje y es, a la vez, el más persistente. El hecho cultural es un mecanismo genético social. La transmisión de ese lenguaje en las sociedades primitivas fue básicamente oral y luego fue adoptando otras formas más elaboradas. Incluso la transmisión generacional actual se hace de esa forma. El aprendizaje de un lenguaje extraño presupone la modificación inconsciente del imaginario individual (y a la final del social) y alguna re-significación de sus referentes.

Una sociedad que pierda su memoria esta condenada a ser sometida, engañada, alienada o implantada culturalmente. El poder imperial lo tiene claro y por eso trata de destruirnos la memoria social "histórica" de muchas formas, borrando nuestro pasado y nuestra identidad para que no sepamos quienes somos e ignoremos nuestras potencialidades y nuestras fortalezas; trata de "transculturizar" nuestras sociedades enseñándonos, no solo a disfrutar de lo que no nos es propio ni de nuestro entorno social, sino de adquirir hábitos y costumbres que nos son ajenas y solo favorable a sus intereses, porque nos crean nexos o intereses. Por otra parte, trata de "alcoholizar" nuestras costumbres tradicionales de manera que no se sepa su significado, sus motivaciones y su origen. Por eso, mucho de lo que llamamos equivocadamente fiestas, ritos y bailes "tradicionales" de nuestra sociedad se van borrando hasta convertirse en festejos asociados al alcohol y a la parranda.

Revoluciones o perturbaciones del imaginario?

Una revolución social (o sea un cambio de paradigmas sociales) no es más que "perturbaciones en los estados emocionales de la sociedad que se reflejan en cambios de su imaginario colectivo" que siguen de forma "natural" bien a una mutación genética estable en su imaginario o a simples espasmos temporales producidos desde las células de la cultura (los mecanismos de intercambio de imaginarios). La cultura es un mecanismo de cambios en el imaginario colectivo, cambios cuya permanencia o no en el imaginario se pueden asociar con una mutación del imaginario mismo en la medida en que esa perturbación produce una nueva sociedad, tal como ocurre con la mutación genética que produce cambios significativos en los individuos, dando como resultado seres nuevos. Entonces, el gen cultural, llamémosles MEMEs, entendido como la mínima unidad de cultura que puede introducir cambios en el imaginario sin importar su magnitud, se puede asociar con células genéticas sociales propias de la cultura. Así el hecho cultural es causante de la evolución del pensamiento social. Cuando una sociedad cambia, es porque genéticamente cambió, es otra sociedad, entonces cabría preguntarse : donde residen los genes y en general, la genética de una sociedad? Obviamente que en su cultura por cuanto es ella la que produce cambios en el imaginario colectivo que es como decir en su "esencia social". Una revolución social (cambios en sus paradigmas) empieza por una revolución cultural que es como decir un cambio genético en su esencia. Los factores de poder imperial lo saben; por eso a una sociedad "enemiga" la "transgenizan", la infectan con virus portadores de memes culturales transgénicos, le modifican su genética social agregando genes extraños (memes extraños) pero favorables a sus intereses, la "transculturizan" primero y como paso previo a su dominación y al vasallaje.

Ello presupone que el imaginario colectivo no sea únicamente la fría "estructura organizacional" de las creencias implícitas al mismo "individuo social" llamado en lo redundante "sociedad de individuos" sino que la sociedad no solo sería como un ser vivo independiente, sino que tendría como cerebro o sistema mental al imaginario colectivo, quien a su vez sería un ente vivo en sí mismo, neuronal también, que estaría en tanto que en lo más profundo de su ser esencial, como una especie de inconsciente, pero también en su conciencia e inteligencia. Ahora bien, siendo la sociedad en su conjunto un organismo que se comporta como un ser vivo independiente, que incluye una estructura "mental" o "neuronal", es posible que tenga "emociones", "temperamentos", cambios de carácter en su conducta producidas por alteraciones en su imaginario social (su mente) que pueden ser atribuidas a cambios en los "intereses materiales de la sociedad" o a un dopaje del entramado de creencias de la sociedad y que cambios bruscos en ellas den cabida necesariamente a momentos de perturbación en sus estados emocionales. Estas perturbaciones están asociados al cambio de imaginario social producidas por el hecho cultural y pueden dar como resultados mutaciones sociales estables (revoluciones) o a simples espasmos transitorios en la estructura social (revueltas sociales). Dependería de la magnitud e intensidad de la perturbación.

El "cerebro" de la sociedad humana planetaria, que en la etapa actual de la sociedad humana está en formación llegará, gracias a los factores de poder, a estar localizado en puntos específicos del planeta cuando la presión de la globalización interconecte todas las sociedades y las funciones del cuerpo social global también empiecen a interconectarse y a especializarse.

Obviamente ese cerebro terminará radicado en centros de poder mundial desde donde no solo se enervara toda una red de elementos comunicantes hacia sectores especializados del cuerpo social sino que cada una de las partes de esta macro sociedad tendrán funciones muy especificas y determinadas forzadas y determinadas por ese cerebro social. Así, producto de la globalización ayudada por los medios, el imaginario colectivo que era multifocal y múlti-social en las sociedades locales, pasara a ser uno sólo pues la sociedad misma será una sola: la "sociedad global", con un "imaginario colectivo global", una "memoria" global y una "conciencia" global. No en balde los procesos y esfuerzos de los centros de poder mundial por imponer un pensamiento único, con una economía única, una manera única de producir regentada por el gran cerebro social, sin sociedades locales ni imaginarios locales más allá de dejar a éstas cumplir una función especifica y bien determinada. Todo este proceso generará una "entidad" más o menos a como sigue la múlti diversidad celular que llamamos cuerpo humano en donde la evolución ha venido localizando y especializando células para cumplir cada rol hasta constituir un organismo: el ser humano. La memoria social global se nutrirá de todos los sonidos-significantes en cada lengua pero se anexarán como significados a un sólo lenguaje, es decir a una sola memoria social para la sociedad global del ser humano. Entonces no es exagerado pensar que la sociedad, como ser vivo ira organizando también un cuerpo social que constituirá macro organismos planetarios.

Volviendo a lo gregario y al despertar de la conciencia.

Obviamente, dentro del estado actual del arte evolutivo humano, los individuos de una sociedad en particular no son iguales y más aún, ciertos individuos son más críticos que otros y aún cuando tienen conocimiento acerca de ciertas creencias no verificadas, permanecen en ellos como eso exactamente: como creencias no verificadas. Pero en algún momento, dichas "verdades no verificadas" podrán ser usadas como conocimiento "comodín". Es decir que la "veracidad" de esa información contenida en el imaginario social es independiente de la verdad o de la mentira como hecho científico. Simplemente la información comodín está ahí, en el inconsciente individual y jugará su rol dependiendo de la intensidad con que sea manipulada por los medios de difusión. La conciencia critica individual, a su vez, va modificando tenuemente el imaginario colectivo aun cuando éste persista para un gran porcentaje de la clientela social y se mantenga de forma inalterada. Todo va a depender de que ese sujeto crítico impacte de forma persistente y sistemática a la sociedad misma.

El "objeto de interés" particular de los grupos sociales no es más que uno de los mecanismos coercitivos por medio de los cuales se vale el poder imperial usando el imaginario colectivo para "ablandar" la capacidad de resistencia y de rebeldía individual. Bastaría con crear referentes asociados a "necesidades" para atraer el imaginario colectivo hacia esas necesidades y de esa forma controlar los intereses grupales haciéndolos ver como intereses sociales.

Hagamos un ejercicio de imaginación: El "interés social" es como una suerte de "excrescencia", en el sentido más biológico, de alguna forma de "glándula artificialmente adherida" al cuerpo social y controlada desde sus creencias, es decir desde su imaginario colectivo, cuyo secreción actúa de relajante para los espasmos de su musculo social, que son los grupos sociales inconformes. De manera que el actuar de los grupos sociales esta controlado por la urgencia en la satisfacción de las necesidades ficticias creadas, a su vez, desde su imaginario. Metafóricamente hablando, las necesidades creadas, que dan origen al interés social, serían ese "pegóste" accesorio creado "con el fin de..." controlar, pero de una forma muy artificiosa. Habría que identificar quiénes son y dónde están esas excrecencias sociales o con que se les puede asociar. Propondría que aquellas sean las "necesidades sociales" finamente re-significadas en forma de "interés social" y sus secreciones serían un sistema planificado de satisfacción de las mismas, de manera que la sociedad viva una vida fumada, creyéndose siempre feliz. La forma más directa de controlar al "grupo social rebelde", que sería el órgano afectado, es la creación de intereses sociales -basados en necesidades ficticias- que generen "adicción social" formando "grupos tocados en su imaginario colectivo" por ese "interés". Eso explicaría cómo es que una sociedad que fue a pie a liberar repúblicas ahora se arrodille ante la ausencia de una crema dental o de una harina PAN, cosas que nunca fueron parte de sus costumbres ni de su gentilico.

Por otra parte, la urgencia en la satisfacción de esas necesidades creadas da lugar al surgimiento de grupos militantes de esos intereses compartidos, particularmente violentos, espasmódicos. Luego la manipulación de esas necesidades, convirtiéndolas ya en referentes para su imaginario colectivo, con el fin ulterior de su manipulación, permitiría crear "intereses implantados" que los hacen ver como propios o como naturalmente parte del órgano social, pero responden a un dopaje externo e interesado del comportamiento social y cuya satisfacción sería como una válvula de alivio a las perturbaciones emocionales de la sociedad.

Volviendo al lenguaje y el papel cultural

El aparato lexical de una "sociedad" se va formando mediante 'términos-significantes' que van conformando el LENGUAJE de esa sociedad y cuyas interpretaciones dadas por sus miembros son las células fundamentales de esa parte de la "memoria social", que pasaría de miembro a miembro como una especie de "mecanismo de genética social". La "cultura del cuerpo social" como mecanismo fundamental de esa "genética social" vendrá a ser el motor de la producción permanente de variaciones en la memoria social por cuanto permitirá el choque de imaginarios grupales hacia la conformación de un imaginario colectivo global. Las componentes fundamentales de la cultura social vendrán a ser entonces las lagunas de promedios compartidas por los grupos "interactuantes" en el choque cultural.

Es normal entonces suponer que la memoria social resida básicamente en el lenguaje, el cual se transfiere en la medida en que el joven individuo va haciendo contacto "social", va participando del choque cultural, sus unidades culturales se van absorbiendo a su imaginario individual y se van asumiendo como propias, empezando en el seno de la familia, luego en el grupo local y en general en su contacto genérico con su sociedad.

La noche oscura de la memoria social

Suponemos que el lenguaje entre "individuos" y su "medio" trasegó muchas etapas empezando por el del tacto, luego el lenguaje químico, llamémosle "feromonal" o el de las "exudaciones y transpiraciones corporales" que ataca básicamente el olfato y algunos órganos especializados, luego por el de posturas y gestos que "entra" principalmente al campo visual, y luego el de los sonidos que entra a través del oído, que supondría una evolución desde unos cuantos sonidos monótonos a formas más complejas en los primates gregarios cuyos inicios fueron quedando atrás en la medida en que el protohumano empezó a estirar el cuello para mantener su vigilancia sobre el horizonte y de esa manera estar alerta ante los ataques de sus depredadores. Este estiramiento le permitió, por una parte liberar sus dos manos de la acción del andar cuadrupedal, permitiéndole un desarrollo mayor y mas notable de su cintura escapular redundando en mayor movilidad, lo que a su vez le permitió usarlas para otras actividades distintas al de apoyarse, lo que a su vez trasformo profundamente la funcionalidad de sus manos, pero lo más resaltable es que el lenguaje de los sonidos mejoró por cuanto le ayudo a desarrollar el cuello posibilitando un mayor espacio en el mismo para el aparato del habla, generando progresivamente los elementos productores de sonido, la vocalización, etc. que finalmente conformaría una estructura compleja de cuerdas vocales. Este sistema de cuerdas vocales a su vez le permitió a los precursores humanos generar no solo más sonidos sino más variedad de ellos asociados a significados cada vez más complejos y variados. Se supone que fue de gran apoyo en este proceso evolutivo los gestos, los olores, o sea las otras formas más rudimentarias de comunicarse con los demás individuos lo que permitió un progreso relativamente rápido en la consolidación del lenguaje. Obviamente, en la medida en que se hizo más especializado, la forma de comunicarse empezó no solo a adoptar otros caminos, a crear logos, paradigmas, referentes, significados variados sino que mezcló todas las trazas de las otras formas ancestrales de "contacto" que las hizo cada vez más complejas, que seguramente en nuestra evolución social se expresaría, en su última etapa, a través de lo que llamaríamos "interacción metafórica",o sea, en una re-ingeniería del lenguaje. Obviamente, toda esta complejidad comunicacional ya no sería patrimonio del individuo como tal, sino de un cuerpo vivo más general, más abstracto, que sería la sociedad entera, en la que el individuo como tal equivaldría solo a una célula y todas esas formas de interactuar pertenecerían a la sociedad y su permanencia equivaldrían a la "memoria" de esa sociedad. Este supra ser no sería un ser vivo convencional y ordinario tal como los que conocemos ordinariamente.

El decir sin decirlo.

Las metáforas serían una forma avanzada de comunicarse que no representan más que el "significado" (la interpretación) almacenado en la "memoria social" (el lenguaje) pero iluminado (modulado) por la "luz" del imaginario colectivo. O sea que el significado no va más allá de lo que le permita el imaginario colectivo. Significado que se oculta detrás del lenguaje "formal" de una sociedad, que usa las raíces inconscientes del "individuo social" (tomando a la sociedad como un macro ser, o individuo superior donde el ser humano es apenas una célula, tal como lo es una célula de la piel para un cuerpo humano). Ese "extra sentido", "ese espíritu animan-te" o "trasfondo en el contenido" del intercambio comunicacional o hecho cultural produce la mutación genética propiamente dicha del imaginario individual y por tanto hace que el contenido metafórico oculto convierta al llamado "lenguaje tradicional formal" que lo porte en una especie de "vector o inoculante". Este recurso metafórico es muy efectivo porque es una arma dirigida al inconsciente individual que puede avasallar, someter, esclavizar o liberar ya que el mensaje va más allá de su significado explicito tradicional al ir dirigido de forma subliminal a atacar directamente al imaginario particular del individuo que es un reflejo de su imaginario social. Las metáforas son entonces formas indirectas, solapadas o subliminales de expresar con contenidos inocentemente tradicionales, meta-mensajes; que van dirigidos directamente al inconsciente colectivo.

El contenido metafórico es una arma muy efectiva de persuasión o de convencimiento ya que actúa furtivamente y de forma soterrada, y en ese sentido, puede ser usada tanto para la dominación, la manipulación o la liberación del individuo. Al usar mayores recursos que los simples "sonidos-significados" explícitos del lenguaje tradicional formal, la metáfora cumple su papel exitosamente porque en general son combinaciones, no solo de muchos sonidos-significados, sino que tales arreglos tienen su eco en el inconsciente social, donde están las creencias más arraigadas del individuo, con el aditivo extra de que se vale de una gran variedad de trazas remanentes de formas primitivas del lenguaje subyacentes en el individuo y que está condicionado por el espacio y el tiempo donde el contexto social del momento y el entorno social son esenciales. Es como una vuelta al lenguaje de señas pero esta vez a través de sonidos – significados más elaborados.

En cuanto al papel de los "mitos", " la leyendas", los "cuentos de camino", que alimentan el Folclore referidos a su relación con el imaginario social, y su papel en la definición de qué es verdad o qué es mentira para una sociedad, estos cumplen su papel de "distractores simbólicos" porque son una suerte de "mentiras socialmente aceptadas" o al menos "verdades no comprobadas" y no vienen a ser sino "versiones residuales" de viejos estadios del imaginario colectivo ya desacreditados. Son algo así como vestigios de imaginarios "vencidos" que no resistieron el análisis "objetivo-real" de esa sociedad y que corresponden a mutaciones generacionales del imaginario colectivo. Esa cualidad les da una ventaja frente a la mentira pura y simple por cuanto, al menos, éstos introducen una "duda razonable y necesaria" que no existe como cualidad en la mentira burda y llana.

¿Cómo entonces entender a una sociedad qué no se pone de acuerdo en que es verdad y en qué es mentira?

¿Y qué, en última instancia, es verdad y qué es mentira en una sociedad para un individuo?

Depende! Todo será cierto o falso si está en concordancia o en desacuerdo con el imaginario colectivo del grupo social al cual pertenece el individuo, claro está, en un tiempo y en un contexto específico.

 

valerajo@gmail.com



Esta nota ha sido leída aproximadamente 2702 veces.



José Cristóbal Valera Pérez

Ingeniero electricista. Profesor del Departamento de Física.Ciencias ULA Fundador de la Web ¨Chávez Ahora¨Fundador del Circulo Bolivariano de UK Miembro de los Círculos Bolivarianos Europeos.

 valerajo@gmail.com      @valerajoula.ve

Visite el perfil de José Cristóbal Valera Pérez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: