Como investigador me infiere a reflexionar sobre el tema de agricultura urbana. Un tema que está en boga y que desde los medios de comunicación (prensa escrita, radio, televisión y redes sociales) privada y conversaciones del vulgo; desconstruyen con lenguaje codificado, discriminatorio y burlesco para transmitir mensajes de fobia. El mensaje que transmite encubre cierta denotación discriminatoria, clasista y exclusión, que contribuye al proceso de homogeneización de castas sociales y suprime la diversidad socio cultural creando desigualdad social. "Hordas", "desdentados", "enchufados", "chavistas", "chaburros"; "chavista tenía que ser" son adjetivos y expresiones usados para etiquetar a diversos grupos sociales que hacen práctica de tan loable tarea, la agricultura urbana. Desde el punto de vista de las prácticas culturales de la agricultura urbana, también es referido de manera despectiva descontextualizando la agricultura, desvalorizando saberes ancestrales y la gran biodiversidad que encierra el conuco como sistema agroecológico. No obstante, Teun van Dijk, uno de los fundadores del Análisis Crítico del Discurso (ACD), inicia sus investigaciones con un proyecto multidisciplinar sobre el racismo en las conversaciones, las noticias, los textos escolares y los discursos políticos. Sus trabajos de los últimos años analizan nociones claves del ACD como la ideología, el contexto y el conocimiento. Su aproximación sociocognitiva propone relacionar el discurso tanto con la sociedad como con la cognición. En cuanto a la simplicidad y la mega información dosificada; el uso de lenguaje soez y frases usadas estigmatizadas con más frecuencia en el discurso oral y escrito; y que de manera peyorativa desvirtúan la esencia de la actividad productiva; son algunas de estas más usuales como: "la agricultura artesanal"; "agricultura de pobre"; "siembra en perolito"; "gallineros verticales"; "sistema de riego en tapara"; entre otros. Las mismas, son categorías argumentativas con distinciones sutiles recurrentes de índole negativo; que emplean en el discurso para denotar inferioridad ante una clase superior (dueños de medios audiovisuales como de los escritos) que amenaza; a través de la sistemática mentira con el fin de alcanzar un supra poder. A mi juicio y postura que asumo en la investigación; esto hace que los grupos sociales amenazados sean convertidos cada uno dependientes de una forma de alienación y que para colmo se creen que están bien informados. Teun A. van Dijk, en su obra: "Discurso, Poder y Cognición Social", nos advierte sobre el poder del discurso en la construcción y reproducción de las ideologías y del abuso del poder. También argumenta sobre "las nuevas armas de control social, nuevos métodos de condicionamiento más sutiles y eficaces que los del pasado – familia, escuela, Iglesia, armada – se instalan como barreras invisibles para domesticar los espíritus" [...].

Desde el contexto de la educación agrícola universitaria, línea de investigación que desarrollo, se genera las interrogantes para la reflexión al respecto: ¿Cómo producimos?, ¿cómo nos alimentamos?, ¿cómo nos relacionamos y trabajamos?

Es reconfortante hacer agricultura urbana para todos. En ella, se amalgama valores intangibles de conocer que estás generando un impacto positivo a la sociedad. Las personas que practican la agricultura urbana, son apasionadas por lo que hacen, y quieren ver a sus unidades de producción exitosas y prósperas. Se marca la diferencia, es una disciplina promisoria para crear redes y conexiones perdurables con otras personas del rubro. La agricultura urbana desde el análisis crítico del discurso se ubica en una perspectiva de disentimiento, de contra-poder: Es una ideología de resistencia y al mismo tiempo de solidaridad; que en el corto plazo, estaremos con escenarios tecnológicos muy diferentes a los actuales; y eso revolucionará más el agro.

ollantays@gmail.com

*Doctorante de ULAC

Isla de Margarita, Ven.

Referencia Bibliográfica

Van Dijk, Teun A., (1.994). Discurso, Poder y Cognición Social. Conferencias. Cuadernos. Nº2, Año 2. Octubre de 1994. Maestría en Lingüística. Escuela de Ciencia del Lenguaje y Literaturas. PDF.