...Y si en verdad viniese "Jesus"

 Estimados camaradas socialistas, en estos días próximos pasados, he estado viendo, con cierto interés, toda la dialéctica que se montó entorno a las declaraciones, mal dadas, de nuestro Cardenal Urosa. Pude leer la cantidad de artículos, tanto a favor como en contra, muchos de ellos sin un verdadero sustento o con una crítica muy mal intencionada, mientras que otros por el contrario, eran verdaderos artículos de esos que crean historia y dejan huella. Yo por mi parte me mantuve muy al margen del debate, ya que el tema religioso para mí, es muy difícil tratarlo desde una óptica objetiva, por lo cual me quise mantener alejado y seguiría de la misma manera, si no fuese por un grupo de jóvenes amigos, a los cuales el cuento que les pienso referir a continuación, les agrado en grado sumo y lo consideraron pertinente al momento especial que vive nuestra querida, pero tan maltratada sociedad.

    En el cuento en cuestión, trato de responder la siguiente pregunta: ¿Y si realmente viniese Jesús de Nazaret a nuestros tiempos y a nuestra sociedad, que diría, que opinaría, como se sentiría? En esta fábula trato de recrear, usando para ellos los versículos aparecidos en los evangelios, los cuales representa la vívida palabra de Jesús, cuál sería su opinión sobre el tema en cuestión y sobre todo, sobre la actual sociedad caraqueña y mundial, así como, de la actual cúpula católica y de la misma religión en estos días, así que sin más preámbulos:

    “Jesús es un joven mecánico, de aproximadamente 30 años, que llego hace un par de meses a un barrio de Mamera y se desempeña, desde entonces, en el taller mecánico del Sr. Luis. Es un joven alto y flaco, muy servicial y extremadamente buena gente, algo muy común en nuestro bello pueblo venezolano, es muy taciturno y cuando entra en alguna conversación, siempre, pero siempre, da la opinión justa y balanceada, siempre tiene un buen consejo y una guía segura para los diversos problemas que se le presentan, a sus conciudadanos, en el quehacer diario de nuestras vidas.

    Era un martes y Jesús después de tomar su cafecito mañanero, como todos los días, se sentó a leer la prensa escrita, en el borde de la acera de la carretera Mamera-Antimano, mientras el Sr. Luis llegaba y abría el taller para empezar la jornada diaria. Con Jesús estaba el viejo Eneas, otro mecánico que hacia labor en el mismo taller y este es, justamente, el último vecino que puede hacer referencia sobre Jesús en el barrio de Mamera. Cuenta Eneas, que en esa mañana Jesús leyó algo que le llamo mucho la atención en el periódico, murmuro un nombre, el cual Eneas cree que era “Judas”, así mismo, refiere Eneas, Jesús se levantó, lo saludo y le dijo: “Eneas deja la bebida y deja de querer hacerle fiesta a la hija de Guanipa, que si ese señor se entera a ti te van a mandar a visitar a nuestro señor antes de tiempo y además, tienes una muy bella esposa y dos hijos increíbles, da gracias por lo que tienes y pórtate bien”, cuenta Eneas que esas palabras se las decía Jesús, mientras abordaba una buseta con vía a Antimano, esa fue la última vez que se supo algo de Jesús en Mamera.

    Nuestro amigo Jesús, al montarse en la buseta le pregunto al chofer si pasaba por la Conferencia Episcopal de Venezuela y el chofer le indico que lo dejaría justo enfrente del edificio, esto se supo gracias a que el chofer resulto ser novio de Rosita, que a la vez era prima segunda de Carmen, que era la hermana del novio de Josefina, que era la hija de Eneas, así es que pudimos completar esta parte de la historia.

    Jesús se bajó, justo en la puerta de la Conferencia Episcopal de Venezuela, apenas al comenzar a subir la rampla del estacionamiento, que lo llevaba al edificio, un viejecito muy jovial, que regaba un pequeño jardín le pregunto: joven a que viene Ud.? Y Jesús le contesto: vengo buscando al enviado de dios, el viejito soltó una carcajada y le dijo a Jesús: ahí mijito equivoco la ruta, esta Ud. muy lejos de dios por estos lares. Jesús siguió avanzando, no sin sentir una profunda pena de que un alma cristiana se expresase de esa forma, justamente, donde él esperaba encontrar el mayor ejemplo de cristiandad en la tierra.

    Al entrar Jesús en el edificio, vio a un joven cura sentado en un escritorio a la entrada del edificio, se veía claramente que era el que se encargaba de recibir a los visitantes y de enviarlos a las oficinas pertinentes, sin más dilación nuestro querido Jesús se colocó frente al curita y le pidió: por favor quiero entrevistarme con el Monseñor Cardenal de Venezuela. El joven cura secretario le pregunto si tenía cita y Jesús muy cándidamente le respondió: soy un alma cristiana que necesita la ayuda del enviado de dios. El joven cura no daba cabida a su asombro, no sabía si reírse o mandar a sacar a patadas a ese loco, pero con mucha mesura le contesto: Monseñor NO RECIBE A NADIE sin previa cita y si su problema es de alma, para eso están las iglesias.

    Jesús se quedó perplejo, no entendía nada, como era posible que el enviado de dios no quisiese recibir, inmediatamente, a uno de su rebaño y entonces le pregunto a nuestro querido curita: cómo es posible que Monseñor no esté disponible para todos su feligreses, a lo que el cura respondió, mi estimado Sr. son millones los feligreses y Monseñor no tendría tiempo para todos, entonces Jesús viendo a su rededor nota que están completamente solos el cura y el, por lo cual replica, pero en este momento Monseñor no debe tener a muchos feligreses esperando y entonces me podría atender.

    Ya para este momento el curita había comenzado a impacientarse con la constante inquisición de Jesús, por lo cual trato de poner una voz severa y parecer lo más tajante posible, amigo la iglesia católica tiene sus reglas, tiene su forma de actuar y tiene sus jerarquías, no pretenderá Ud. que Monseñor, el más alto jerarca católico en Venezuela, pueda atender a todos los feligreses venezolanos; Jesús con toda la calma y paciencia del mundo le respondió, amigo mío, para TU iglesia quien es el ser más importante?, el cura con un poco de molestia respondió, Dios, quien más, y entonces Jesús volvió a preguntar y Jesús de Nazaret quién era?, el hijo de Dios y al final la misma persona por el secreto de la Trinidad, respondió el curita ya claramente molesto.

    En ese momento Jesús tomo una pausa lleno sus pulmones de aire y con una voz suave, tranquila pero firme a la vez le dijo, amigo mío y no está escrito en los evangelios que fue Jesús quien predico por toda Judea la palabra de dios, no fue Jesús sin discriminar a leprosos, pobres, menesterosos, mujeres, enfermos y niños, de día y de noche, con un constante riesgo a su vida, quien atendió PERSONALMENTE a cada uno de sus feligreses, sin establecer ninguna jerarquía; el curita que había escuchado todo lo que Jesús decía muy pacientemente rápidamente le respondió, es cierto, pero también fue él el que nombro a los apóstoles como los emisarios de su palabra y los fundadores de su iglesia.

    Jesús con una pequeña sonrisa en el rostro le respondió, y donde estaban todos estos apóstoles y emisarios de la palabra del señor en la noche de la pasión y muerte de Jesús, su señor; el cura ya comenzaba a temer que se estaba metiendo en una discusión que no le traería nada bueno y decidió cortar por lo sano, amigo mío, Monseñor no lo puede recibir sin previa cita y por un asunto muy importante, así que mi estimado señor tendré que pedirle que se retire; Jesús muy tranquilo a estas alturas le pregunto al curita, ya para finalizar amigo cura, le podría dejar una breve carta que he escrito en el microbús mientras venía a este edificio, en donde le expongo mis dudas a Monseñor y Ud. tendría a bien hacérsela llegar a Monseñor.

    El curita vio el cielo abrirse y le tomó la palabra a Jesús, como no amigo, déjeme su carta y en la brevedad posible se la daré a Monseñor, a lo cual Jesús le entrego un pedazo de hoja arrancada de un cuaderno y escrita a pluma e inmediatamente se despidió del curita, gracias joven amigo por tu diligente gestión, lo saludo con una sonrisa y se retiró. Una vez que Jesús salió de la vista del curita este tomo la hoja y decidió lanzarla al cesto de la basura, pero no se sabe porque extraña razón, el curita decidió leerla a ver qué era lo que aquel loco le había escrito al monseñor de Venezuela y la carta decía exactamente esto:

    (Mi muy estimado Monseñor, no fue el apóstol Mateo quien escribió la palabra de Jesús donde decía: <Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados>. Entonces Monseñor, porque la soberbia, porque la altanería, porque la enorme falta de HUMILDAD que Ud. y sus seguidores exhiben a diario, porque esa lejanía de los más pobres y necesitados.

    Monseñor no quedo escrito en el evangelio de Mateo, <Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios>. Entonces Monseñor, porque ese ataque constante a un gobierno electo popularmente, porque en vez de ser el garante de la paz es Ud. uno de los principales incitadores de los problemas sociales en su comunidad.

      Y Monseñor, no está escrito también en el mismo evangelio de Mateo, que Jesús dijo: <Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; pero el que llame a su hermano "imbécil", será reo ante el Sanedrín; y el que le llame "renegado", será reo del Infierno de fuego. Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda. Ponte enseguida a buenas con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que tu adversario te entregue al juez y el juez al guardia, y te metan en la cárcel. Yo te aseguro: no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo>. Entonces, porque Ud. que es el máximo representante de nuestra iglesia aquí en Venezuela, en vez de buscar a su hermano y reconciliarse, de lograr la paz, de buscar el perdón divino, no Ud. causa resquemor, azuza y azuza el problema y ataca a su hermano de manera desmedida contradiciendo la palabra de Dios.

    Monseñor y no está escrito también: <Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues yo os digo: no resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda>. Entonces Monseñor, porque devuelve un golpe con otro golpe, porque muchas veces ataca sin razón, porque esa enorme falta de MISERICORDIA Y HUMILDAD, o es que acaso Ud. no es cristiano.

    Monseñor y no está también escrito en el evangelio de Mateo: <Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial>. Entonces Monseñor, porque predica la palabra de Dios y HACE TODO LO CONTRARIO, no sabe que palabra sin ejemplo, es palabra vacía, es alma sin rumbo, que hace Monseñor, porque se ha alejado tanto de la palabra de Dios.

    Mi estimado Monseñor, no escribió Mateo: <Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas>. Entonces Monseñor porque no os apresuráis a pedir PERDON Y A PERDONAR.

    Monseñor y no está escrito por Mateo lo siguiente: <No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben. Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón>. Entonces Monseñor, porque tanto lujo, porque tantas catedrales suntuosas, porque tantas iglesias lujosas, porque tanto materialismo y tan poca ESPIRITUALIDAD.

    Dígame Monseñor no fue Mateo quien escribió: <No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá. ¿Cómo es que miras la brizna que hay en el ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en tu ojo? ¿O cómo vas a decir a tu hermano: "Deja que te saque la brizna del ojo", teniendo la viga en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo, y entonces podrás ver para sacar la brizna del ojo de tu hermano>. Entonces Monseñor, porque no mira primero su INFINIDAD DE ERRORES antes de criticar.

    Por Dios Monseñor, porque Ud. y su iglesia se han alejado tanto de Dios, no entendéis que la palabra de Dios, no está en grandes catedrales, no habita en burdas figuras de yeso y madera, no se presenta detrás de grandes anillos de oro, NO MONSEÑOR, Dios esta con su pueblo, esta con los desventurados, esta con los más pobre y necesitados, Monseñor UD. no tiene ni idea de donde se encuentra la luz de Dios. Su estimado conciudadano, porque jamás seré su feligrés, Jesús).

    En ese momento el curita con los ojos aguados por incipientes lágrimas, logro ver a la distancia la pacífica y tierna sonrisa de Jesús que lo saludaba al alejarse, pudimos saber, por una amiga de un primo de la novia del hijo de Eneas, que resultó ser la hermana del curita, que este respondía al nombre de Pedro, que además dejo la conferencia y a la iglesia venezolana y se fue en peregrinación a tierra santa, para buscar su verdadera espiritualidad y en cuanto a Jesús, cuando salía de la conferencia Episcopal, el jardinero que al principio lo saludo le pregunto, entonces amigo encontró a Dios?, no mi amigo, tenia Ud. mucha razón, Dios está muy lejos de aquí; el viejito rio y le pregunto, y ahora a donde se dirige?, a Belén, quiero volver a casa. El viejito se quedó pensando un momento y simplemente se limitó a desearle mucha suerte, eso fue lo último que supimos de Jesús y todo esto lo relató el viejito jardinero, llamado Jonás, que resultó ser el hermano de Eneas”. 

pito0726@hotmail.com




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Alfredo Dominguez Fernandez


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