La lucha por la revolución es eterna y difícilmente pacífica

Estimados camaradas socialistas, viendo y viviendo estos agitados y convulsos días que nos han tocado en la hermosa patria de Bolívar y Chávez, no me queda de otra que escribir una muy breve reflexión, para todos aquellos camaradas, que no supieron o no quisieron entender lo que tanto nos ha gritado la historia y que no es otra cosa que todo proceso revolucionario siempre ha de devenir en una lucha de clases, con cierto grado de violencia, y que esta lucha JAMÁS ceja, siempre está presente y latente, ergo, es eterna.

Camaradas, en medio de una revolución jamás hay calma, jamás hay sosiego porque el lado oscuro de la humanidad, el capitalismo, siempre está presente, alimentándose en el egoísmo, en el individualismo, en la competencia (características propias e intrínsecas de todo ser humano) y gracias a eso siempre, pero siempre, buscará un resquicio para volver a aparecer, para volver a la carga y tratar de recuperar todo aquello que la revolución con infinito esfuerzo le ha quitado y se lo ha entregado a su verdadero dueño: el pueblo; es así, la lucha es eterna.

Me da lástima ver como muchos camaradas ante una pequeña victoria de la revolución, en estos convulsos días, sobre estos locos desquiciados salen a cantar vítores y a proclamar el fin cierto de la derecha, cuán tontos son, cuán ilusos son, no terminan de entender que mientras en un país existan pobres, ricos e intermedios y ese país lo rija un gobierno socialista, la lucha será eterna, porque el capitalismo jamás muere, el capitalismo es la forma más egoísta del ser humano, ergo es la forma más común y la que más fácilmente aflora.

Es así, dejémonos de pendejadas, la igualdad, la fraternidad, el compañerismo, requieren una enorme dosis de conciencia individual, y esta a su vez de una gran formación educativa e ideológica, amén de requerir un gran sacrificio en lo espiritual, si bien es cierto que el socialismo es el único que realmente reconforta en ese plano del espíritu, mientras el capitalismo no requiere de ningún esfuerzo, de ninguna preparación; el individualismo y el egoísmo son innatos del ser humano y ante situaciones difíciles y adversas siempre han de aflorar y mientras más adversa sea la situación, aparecerá el fascismo, la cara más virulenta del capitalismo. Es tal cual, el capitalismo es el lado más animal del ser humano y por ende el más común y el socialismo es el lado racional de ese ser y por ende el más escaso.
Camaradas, no nos engañemos, para que el socialismo alcance la paz, (y ojo, que solo el socialismo puede como sistema social alcanzar la paz, en capitalismo solo se alcanza una portada, una fachada un spot publicitario de paz), necesita vencer todos esos prejuicios, todos esos miedos, todos esos egoísmos que casi la gran mayoría adquirimos al mamar la lecha materna, es así, desde la misma concepción de lo humano somos seres egoístas y posesivos, muy rara vez nos damos al compartir por el solo compartir sin un bien intrínseco para nosotros, esa es la triste y clara realidad humana y es el gran sustento de capitalismo y el gran esfuerzo por superar del socialismo.

De lo anterior es muy sencillo inferir que esta lucha que hoy libramos en Venezuela por poder cambiar un sistema pernicioso como el capitalismo, luchando con sus mismas armas y en su medio ambiente, se haga muy difícil, muy complicada y muy larga; y como era de esperar, estamos llegando a la cúspide de la polarización de esta lucha social, estamos llegando al final del camino del entendimiento y al final, será necesario, será imperioso (por la vía que sea), que nuestro sistema socialista se imponga al actual sistema capitalista de manera total lo antes posible o podemos devenir en una lucha fratricida, en una guerra civil.
Si lo que queremos recorrer es la vía del socialismo, y he de repetir que es la única vía real para la obtención de la paz, debemos tener claro que la escalada de violencia continuará, que el capitalismo y el maldito imperio harán hasta lo indecible para acabar con nosotros y estoy casi seguro que llegaremos al punto en que la radicalización total del modelo socialista será la única vía para poder mantener a la revolución a flote.

No nos engañemos con creencias de que el golpe está acabado, que es el fin de la guerra económica, que superamos las guarimbas, porque todo eso no serán más que viles transformaciones de la lucha capitalista, serán malditas y más radicales las mutaciones que hará el capitalismo con tal de conseguir su objetivo final, que no es otro que la muerte de la revolución, sea como sea.

Preparémonos y preparemos a nuestros hijos para los tiempos que han de venir, estemos felices pues tenemos el poder en nuestras manos de escribir la historia y no que sean lo mismos vencedores de siempre quienes la escriban, tenemos el poder en nuestras manos, no lo perdamos.


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Alfredo Domínguez Fernández


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