La autoridad se ejerce, NO se discute

Estimados camaradas socialistas; duros, violentos pero muy interesantes días estamos viviendo en nuestra tan amada patria de Bolívar y Chávez, estamos, por así decirlo, escribiendo la historia que ha de marcar el futuro cierto y próximo de nuestros hijos y nietos.

En este artículo quiero tratar un punto muy complejo, difícil y que requiere mucha firmeza y justicia en su aplicación y este es el uso de la fuerza para imponer la autoridad ante una protesta cívica. Difícil se hace ponerse de parte del gobierno (que pareciese mostrarse blandengue ante la violencia desatada por grupos “estudiantiles”) cuando uno viene de la UCV en aquellos duros años ochenta y comienzos de los noventa, esa sí era represión ILEGAL, esa sí era violencia de Estado, esa sí era un crimen de lesa humanidad.

Repito, hoy en día se hace -a priori- un tanto difícil ponerse de parte del gobierno, pero claro, solo en la forma automática del hecho, porque en el fondo este es un gobierno revolucionario y humanista y estos son unos “estudiantes” fascistas y golpistas que en nada se identifican con aquellos apaleados, golpeados, asesinados y desaparecidos estudiantes de la cuarta república, repito, NO hay parecido alguno.

Otro aspecto que he de resaltar antes de entrar de lleno con el fondo del artículo, es hacer destacar que estos FOCOS de protesta no son más que eso FOCOS muy centralizados (estados y municipios en manos de la oposición, y ojo, no todos), el ejemplo claro es la capital, donde en el municipio Libertador vivimos una sana paz, con un mini brote en el muy “este del este” de El Paraíso, en las cercanías de la residencia privada de nuestro líder y Presidente Nicolás Maduro, pero repito, en sana paz; ah, pero en el municipio Chacao, cuna y señorío de la rancia oposición, es donde se han desatado con furia estos micro protestantes para dar rienda suelta a toda su violencia con el beneplácito de las fuerzas del orden público municipales y la desbordada ineptitud de su muy fascista alcalde.

Dejando muy en claro esta postura y la verdadera magnitud de la protesta, pasaré a analizar y criticar un tanto la forma en la cual nuestro gobierno revolucionario ha tratado el asunto de estas protestas “pacíficas”, de estos “estudiantes” fascistas, y para ello me pondré en la óptica del ciudadano común, del ciudadano de a pie, que es el que realmente sufre toda esta caótica situación de primera mano.

Si bien es cierto que todas estas protestas tenían un inicio pacífico, no es menos cierto que ya desde hace días degeneraron en una escalada de violencia que lo único que ha traído es la sensible baja de tres jóvenes compatriotas a manos de estas bestias desatadas y el innumerable destrozo de bienes públicos, amén del eterno entorpecimiento del libre tránsito, así como la reinante zozobra de ver a vándalos sueltos en plena furia irracional desde las ventanas de tu residencia y sentir esa enorme impotencia, frustración y en algunos casos miedo, ante las acciones de estos seres bestiales capaces de todo. Esa es la verdadera índole de la actual protesta, una protesta violenta, ilegal, golpista (ya que su único fin es la de salir de un gobierno legítimamente democrático), sin sentido y netamente fascista, muy lejos de una sana protesta pacifica “estudiantil”.

Ante este nuevo escenario, la gran inacción por parte de las fuerzas del Estado resulta no solo muy criticable, sino que muy peligrosa, ya que da pie a una mayor escalada de la violencia y de esa manera les permita lograr el único y verdadero fin de estos golpistas, encontrar fisuras dentro de nuestra fuerza armada y hasta dentro del mismo estamento civil de la revolución que sí tengan el poder de dar un golpe de Estado, y repito, la inacción ya se torna peligrosa, pero esta tiene un porqué y hay que hacerlo notar antes de criticar.

Es necesario hacer, en este momento, una abstracción a nuestro pasado reciente y recordar que nuestro líder supremo, el gran Comandante Hugo Chávez Frías, detestó siempre el uso de la fuerza en contra de manifestaciones públicas que protestasen contra su gobierno, fue él quien suprimió el uso de las muy horribles “Ballena” y “Rinoceronte” para sofocar o dispersar protestas, fue él quien eliminó a la muy corrupta y sanguinaria policía metropolitana, y miren que él sufrió casi de manera constante el embate de las fuerzas del desorden fascista, pero, que yo me recuerde, una sola vez en televisión y en cadena nacional pidió usar “gas del bueno” contra unos seudo estudiantes manifestantes muy violentos, que mucho, pero mucho se parecían a los actuales “estudiantes” de las tan “pacíficas” protestas ocurridas recientemente.

Ahora veamos el porqué de esta tan pasiva actuación de nuestro gran líder, hoy heredada por su muy democrático y digno hijo, nuestro Presidente Nicolás Maduro. Nuestra revolución, desde el mismo día de su advenimiento, fue causa de perturbación mundial al muy hegemónico orden capitalista imperial y, con el tiempo, se convirtió en un mal ejemplo para los pueblos, que demostró que sí hay otra forma de prosperar y de gobernar que nada tiene que ver con el capitalismo, y este ejemplo, el imperio, amo y señor de todos los medios de comunicación, no lo podía permitir, e inició de manera inmediata y de forma ininterrumpida un ataque mediático en contra de nuestra revolución y en contra de sus lideres.

Es así como esta minúscula lucha de unos fascistas trasnochados, eternos perdedores, se magnifica y se intensifica por lo muy falsos medios de desinformación internacional, los cuales están ávidos de noticias sangrientas que achacarle al gobierno para arreciar, de manera bestial, su campaña de descrédito y así buscar poderosas sanciones intencionales que tengan como única finalidad la de dar cumplimiento al muy golpista eslogan de los manifestantes: “no nos iremos hasta que caiga el gobierno”, y así extirpar de una vez este tan “pernicioso ejemplo” que es la revolución bolivariana, esa es la fuente, la causa y la razón de la gran inacción que nos hizo vivir nuestro gran líder Chávez y que nos hace vivir nuestro actual líder y Presidente, Nicolás Maduro.

Es una guerra internacional que los factores de derecha saben muy bien jugar y que nuestra revolución le ha sabido sacar provecho pues, cuando parece que la quieren emboscar, esta aprovecha y usa como medio de propaganda a su favor el desbordante desorden y violencia que ejerce la maldita derecha en medio de sus frustrantes y fracasadas manifestaciones, pero la ley, el marco legal que ha de regir a toda sociedad que se precie de humana, ha de prevalecer y se ha de imponer, antes de que el caos y la anarquía violenta dominen la sociedad y entonces los violentos tengan la ganancia que tanto buscan, por encima de cualquier beneficio político.

Un gobierno revolucionario como el nuestro ha de ser garante del respeto a la más mínima protesta que alguien haga en contra de él, eso está claro y vaya que se cumple, pero cuando esta protesta se torna violenta y contraviene la Carta Magna es deber y obligación del Estado proteger a los suyos, a sus conciudadanos, a los que cumplen todos sus deberes y están en la suprema posición de exigir sus derechos, a esos se debe un Estado, llámese como se llame, y ha de aplicar la ley con la fuerza y el vigor que esta se lo permita.

No es posible que cuatro bestias de la nada destrocen nuestro principal y más importante medio de transporte en Caracas: El Metro. Este medio, esos bestias no lo usan, ya que ellos se desplazan en sus enormes camionetas 4x4, pero el de a pie, el ciudadano común, la fuerza misma y sólida de la revolución el pueblo, ese sí lo usa y lo padece y se molesta, con razón, cuando después de cuatro noches de violencia sin fin la cosa sigue y no se le ve compón ni represión y el Metro cada día más destrozado.

Cómo es posible que a sabiendas claras por parte de nuestro gobierno de que la manifestación a la Fiscalía era una manifestación con claros fines violentos, se les haya permitido destrozar todos los bienes que destrozaron, incluyendo muchas unidades policiales -cuyo único fin es el de resguardar a nuestro pueblo-, por lo que ahora sera necesario desviar muy importantes recursos para la adquisición de nuevas unidades, como las que nunca se debió permitir que destrozaran y así esos recursos pudieran ser destinados a otras inversiones sociales.
Cómo es posible que cuatro o cinco pendejos tranquen todos los días la más importante arteria de comunicación de nuestra capital, y a pesar de hacerlo todos los días, no se vea la mano contundente de nuestro gobierno para reprimir a estos bestias vandálicos. Aquí haré un paréntesis y analizaré un poco la forma de hacer cumplir la ley dentro del marco constitucional, en contraste con la forma muy cuarto republicana de ejercer esa autoridad y que tanto añoran estas bestias fascistas poder aplicar al pueblo.

Por suerte en época de la cuarta no existían los celulares con cámara, porque si los desaparecidos dentro del gremio estudiantil, así como los golpeados y sometidos a torturas eran abundantes y lo único que tenían las fuerzas del orden del muy opresor gobierno para agarrar a los estudiantes era atraparlos en flagrancia o los videos de la TV (y de ahí la muy necesaria capucha), no me quiero imaginar, repito, si la PM de la época hubiese tenido celulares y estas redes sociales para identificar a los estudiantes de la época, no me lo quiero imaginar; pero un gobierno digno como el nuestro los utiliza para apresar a los vándalos, a los violentos (y en honor a la verdad ha apresado a muchos de ellos), un gobierno humanista, como el nuestro, usa estos medios no para desaparecer ni torturar, sino para capturar, poner a derecho e impartir justicia a estos trasgresores del orden público.

El uso de la fuerza en la vía publica era deleznable cuando se usaba la “Ballena” en contra de nuestros viejitos, ante la justa protesta de estos por el pago de su miserable pensión, en época del alcalde Ledezma en la IV República, pero para reprimir y poner orden en la avenida principal de Chacao en contra de esos bestias que solo destrozan y maltratan a bienes y personas, está no solo justificado, sino que es imperioso y necesario. Cómo es posible que VTV sea asediada noche a noche por cuatro días seguidos y no se haya colocado un pelotón de la Guardia Nacional de manera permanente para mantener el orden en ese sector, eso, señores, no se entiende.
Señores, es verdad que nos jugamos una carta internacional importante, pero si usando o no la muy justa represión ante los delincuentes, internacionalmente igual manipularán y nos harán quedar como bestias, entonces apliquemos la LEY. Es verdad que muchas de estas acciones de la oposición son muy rentables en lo político para el gobierno porque, en honor a la verdad, más bestias que esta oposición es imposible, pero cuando esta inacción ante hechos conocidos de antemano trae como consecuencia la caída de vidas humanas no hay justificación política que valga, señores, la fuerza de la ley deber ser usada dentro del marco que esta permite y no hay excusas para no hacerlo.

Ya para ir finalizando y redondeando este artículo, recordaré un hecho acaecido en diciembre del 2012 en la Plaza San Martín, cuando mi madre y mi esposa hacían la cola de Mercal para la adquisición del pernil navideño, yo las aguardaba en la camioneta, pero ante lo largo de la cola y el tiempo perdido me les uní para mantener la típica tertulia que aligera y hace más llevadera una cola. En eso aparece un Guardia Nacional y comienza a hablar con el público, hace dos colas y explica que pasaran 2 viejitos por cada persona joven de la cola, algunos no están muy de acuerdo pero el guardia conversa, los tutea y una a una va escuchando sus quejas y propuestas, recuerdo que le dije a mi esposa las mismas palabras con las que titulo el artículo y le acoté que más temprano que tarde esta gente se le embochinchaba y él no sabría resolver.

Mi esposa me tildó de cuarto republicano y de que yo no entendía los nuevos tiempos, y sí, fue el tiempo quien me dio la razón, bastó que del fondo de la cola de viejitos este guardia pasase a una señora que necesitaba un bastón para moverse para que empezaran las criticas en las dos colas, esto degeneró en protestas aisladas y no muy sonoras y el guardia habla y habla, y las protestas aumentaban y aumentaban, para resumir, en menos de media hora la cola de jóvenes se comenzaba a apilar hacia adelante y ya comenzaban, no solo a increpar a al guardia, sino que ya se daban el lujo de insultarlo.

El guardia totalmente desbordado no sabía que hacer hasta que llegó su sargento al mando, lo relevó y colocó a un nuevo guardia y apenas nos dijo lo siguiente: “hagan una cola ordenada, dos viejos, un joven” y mirando al soldado firmemente le dijo: “Quien proteste o se colee fuera de la cola y sin pernil”, se dio media vuelta, no vio a nadie, el nuevo guardia ni dijo hola, tan solo señalaba el paso de los viejitos y de los jóvenes, y saben qué, la cola comenzó a fluir y todos los que ahí estábamos nos llevamos nuestro pernil.

Camaradas, la autoridad dentro del marco legal se EJERCE, no se discute, e internacionalmente hablaran paja eterna de nosotros, lo sabemos, pero será el imperio de la ley el que logrará hacer prevalecer nuestra posición y será la dignidad de esta posición la que mantendrá y solidificará a nuestra revolución, seguir con la inacción es perderse en el caos de la anarquía y es propiciar soterradas traiciones.












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Alfredo Dominguez Fernández


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