"Sabemos dónde estás, lo que estás haciendo, te estamos vigilando y tú no te vas a dar cuenta, cuándo podría venir nuestra reacción." Declaraciones de voceros de la Casa Blanca dirigidas a los principales líderes del régimen.
"Este es un mensaje diametralmente diferente previa a cualquier administración en el pasado de Estados Unidos (…) Este mensaje es muy claro, más claro de lo que yo he oído para ese hemisferio y especialmente para una amenaza como lo es el narcotráfico y los resultados que esto tiene para la cultura de la sociedad norteamericana. El día de hoy el presidente de los Estados Unidos cambia radicalmente la política de los Estados Unidos al llevar a cabo una operación de este tipo de magnitud con una operación cinética en uso de un arma para llevar a cabo la neutralización de unos enemigos, en otras palabras, el uso letal. (…) Se pasó del Título 10 de la ley norteamericana al Título 50 cuando se designó el Cartel de Los Soles como una organización terrorista. (…) El presidente tiene cuatro diferentes categorías para actuar contra esa amenaza: la primera es: operaciones clandestinas, la segunda sería sanciones sin restricciones y entre otras cosas el uso militar para neutralizar esas amenazas." Jesús Romero, exoficial de inteligencia de las fuerzas navales del Comando Sur de los EE.UU.
"(…) cualquier intento de confrontación con Estados Unidos se traduciría en un colapso rápido de la infraestructura militar venezolana, comparable con la rapidez con la que Israel dominó el espacio aéreo iraní pese a que Irán cuenta con mayores recursos que Caracas. Washington no depende únicamente del contingente naval desplegado en el Caribe, cuenta con una amplia red de bases y comandos militares en Florida, Georgia, Carolina del Norte y Cuba, lo que garantiza capacidad inmediata de respuesta. Con portaaviones, submarinos, fuerzas especiales y sistemas de monitoreo listos para operar, la ventaja estratégica de Estados Unidos es contundente y deja al régimen en una situación de vulnerabilidad extrema." Romero.
Hoy la realidad en el mundo que conocimos hasta ayer es otra, totalmente distinta y mucho más compleja pues ya no se trata de más discursos ni de retóricas, los análisis son puros y duros y muestran frente a nuestras narices los desafíos que tenemos que resolver de manera pacífica y racional frente a la amenaza real de EE.UU. Los recursos y retóricas son de poca ayuda ante la realidad y las acciones que se han tomado por los militares, su capacidad se decide en el terreno, y sin dudas ellos tienen la ventaja frente al régimen de Maduro. Es lamentable que se haya llegado a esto, porque ya no se trata de si Maduro tiene o no razón, ni si la derecha radical se apoya en Trump para que le haga la tarea, sino del ultimátum para Maduro, Diosdado y Padrino, por la ilegitimidad de origen a partir del 28J24, y la escalada de arbitrariedades cometidas contra el propio pueblo, además, no contamos con un verdadero y poderoso sistema militar capaz de soportar una embestida directa por parte de la capacidad bélica letal de la primera potencia bélica del planeta.
Esta es la realidad sin tapujos o idealizaciones de cualquier tipo que se puedan esgrimir porque no estamos jugando a ser héroes de lo imposible frente a la capacidad militar letales entre Venezuela y EE.UU. Porque tenemos que darnos cuenta que aquí no se trata de inmolarnos para proteger a individualidades o grupos en el poder, o permitir que en todo caso que se pretendiera invadir a Venezuela, imposible, sería ir contra Colombia y la región entraría en una caída en barrena que llevaría a una situación similar a la de Israel borrando del mapa a Gaza. Hablamos de un contingente presente en el teatro de operaciones en aguas del Caribe Sur, y es apenas una mínima muestra de la capacidad bélica. A solo dos horas está el comandante del Comando Sur en Miami, un almirante de cuatro estrellas. La agencia encargada de monitorear, detectar y coordinar operaciones contra el narcotráfico, Jar of South en Cayo Hueso. Fuerzas especiales, las Sock Special Operations Command, en Tampa, bajo las órdenes de otro general cuatro estrellas. La base naval de Mayport, al norte de Florida, de donde zarparon varias embarcaciones que patrullan el Caribe, a día y medio en caso de ser necesario. Además, cuentan con la base de submarinos de Georgia, el 80 Airborne en Las Carolinas, base de Norfolk donde se encuentra el portaaviones más grande en la base naval de Cuba, que apoyaría en ataques y operaciones si hay una amenaza, sin permiso de Cuba.
Por qué no queremos darnos cuenta de la verdad de la amenaza directa a la integridad física de cada persona, que como carne de cañón o de escudo, tenemos que proteger a individualidades, a los enchufados al régimen, los burgueses revolucionarios asociados a la rancia oligarquía venezolana, y los grande negocios con las transnacionales y otros negocios con el erario público, de paso, con diecisiete trimestres consecutivos de aumento económico, y dos años y medio con los sueldos caídos y cobrando salarios de miseria que no llegan sino a 0,88 de dólar mensual. Esto es una calamidad sin precedentes, donde los más golpeados somos los asalariados. Esto es apenas la punta del iceberg de hechos de corrupción y latrocinio contra los recursos de la nación, que nos han esquilmado los enchufados. Pero en realidad ni siquiera de eso se trata en este momento, porque el dilema está en qué se debe defender, una invasión, o una intervención directa contra los principales responsables con prontuarios, pruebas y registros de actividades ilegales. Porque si vienen a invadirnos, les haremos frente, pero cuando ello ocurra. Por ahora lo que sí es cierto es que hay ocho navíos con misiles, submarino y aeronaves que no están en una práctica conjunta, son naves todas de fabricación norteamericanas, y ya mandaron un claro mensaje de qué es lo que van a hacer.
Par invadir a Venezuela tienen que contar con que ningún aliado de los que le quedan a Venezuela intervenga, y eso es absurdo, porque Cuba, Nicaragua, México, Colombia, por solo nombrar las demás piedritas en los zapatos de Trump y Marcos Rubio, tampoco el apoyo de China, Rusia, Irán, que solo han dado declaraciones a la prensa, a menos que tengamos los submarinos de ellos también en el Caribe y el Pacífico, con autorización. El asunto importante aquí es que ya EE.UU. reaccionó y sin irse por las ramas, dio la primera señal de hasta dónde están dispuestos a llegar; trátese de amenazas, de potes de humo, de guerra psicológica, de presiones sobre los cabecillas del régimen. Lo que le están diciendo a Maduro y al resto de funcionarios del Ejecutivo, del Legislativo y del Judicial, principalmente que ya cruzaron la raya, y vienen por ellos, no por todos los venezolanos y venezolanas. Lo más crítico es que se está jugando la estabilidad de la región, y del hemisferio, con un claro mensaje para los enemigos que se ha ganado EE.UU. en todo el mundo, esta es parte de nuestra fuerza y estamos dispuestos a utilizarla en caso de ser necesario para recuperar nuestra posición y nuestra seguridad en la región, en nuestro patio trasero, como comúnmente lo declaran los halcones desde la Casa Blanca y Washington.
Ellos saben lo que quieren hacer, lo sabemos nosotros también, sería una pregunta pertinente, porque el debate no gira en torno a si somos capaces de contener a la primera superpotencias militar y bélica del mundo, que han arrojado bombas atómicas sobre poblaciones civiles, o permitir lo que hace el sionismo israelí, o que Putin se toma la parte de Ucrania que dice ser rusa. Trump, Putin y Jin Pin, conversan a diario sobre cómo se bate el cobre y cuánto representa para los intereses de cada uno. Entonces tampoco es otra película de Netflix, sino acciones directas y contundentes, es la cruda realidad, y ayer vimos la primera acción en vivo y directo de la ejecución en caliente de una embarcación que tenía que llevar la carga y entregarla a quien debía pagar por ella, a riesgo de sus propias vidas, los carteles del narcotráfico no perdonan tampoco. Y en definitiva en esta guerra casi declarada, los que más sufren, son los que están en el medio de ambos contendores, porque se trata de grandes negocios y de intereses en quienes manejan las sumas en millones de millones de dólares que pasan de unas manos a otras. De lo que verdaderamente debemos preocuparnos es de la locura implícita entre caimanes del mismo pozo.
Para EE.UU. que se creen dueños y señores del mundo, junto con los sionistas y el fascismo internacional, actúan amparados en componentes jurídicos y políticos, donde desconocen a Maduro como legítimo jefe de Estado de la República Bolivariana de Venezuela, además, apoyados en su legislación, han declarado a los principales del régimen como jefes del Cartel de Los Soles y del Tren de Aragua, como narcotraficantes y terrorista, por lo que han decidido ir directo al grano sin pasar por el entramado jurídico y legal, desconociendo a Maduro como presidente, tampoco tiene derecho a la inmunidad del cargo. Trump actúa apoyado por el congreso, pero no está autorizado para invadir y ocupar militarmente a Venezuela, se encuentra en aguas internacionales y la ONU y la OEA atendiendo los alegatos de las diferentes delegaciones involucradas. Mientras se suceden los acontecimientos en pleno desarrollo, como diría Walter. Todo este asunto es mucho más complejo que lo que sabemos, porque la información es de estricto secreto. Cuáles negociaciones se estarán llevando a cabo para la entrega de Maduro, reconociendo que hay una constitución y todo un pueblo que espera se resuelvan los problemas y asuntos de Estado, sin un derramamiento de sangre que sabemos cómo se inicia pero no cómo termina y en cuanto tiempo. El régimen es un gobierno de facto, reconocido por la mayoría de los voceros de las diferentes agrupaciones y partidos políticos que adversan al madurismo desde el chavismo y demás tendencias políticas e ideológicas que hacen vida en Venezuela, pese a la radicalización del régimen contra todo tipo de disidencia y crítica al sistema autocrático impuesto en una década.
