La dictadura mundial

El término dictadura, en su definición formal, hace referencia a la concentración de poder en una sola persona o institución; sin embargo, es importante señalar que para el marxismo-leninismo la definición de dictadura tiene un sentido mucho más amplio y se refiere al sometimiento que ejerce una clase social sobre otra.

De la anterior definición se desprende que a la dictadura de la burguesía la revolución socialista oponga la dictadura del proletariado; es decir, a la hegemonía de las minorías sobre las mayorías se le derrumba para que las mayorías manden sobre ellas, que es en definitiva de lo que se trata el injustamente vilipendiado concepto de dictadura del proletariado.

Parte de ese “desprestigio” proviene, como siempre en estos casos, de la hegemonía comunicacional y cultural que la burguesía mundial ejerce para protección de su poder y beneficios y en buena medida ha sido una táctica acertada porque ha logrado convencer a una parte del pueblo, incluyendo a sectores de la izquierda, que el gobierno de las mayorías sobre las minorías es negativo mientras que la verdadera democracia reside en el sometimiento que hace la burguesía y sus capas asociadas sobre la clase obrera, sobre los campesinos y sobre el resto de la sociedad.

Esta tergiversación del concepto comunista de dictadura del proletariado ha calado muy hondo en América Latina ya que ciertamente nuestro continente ha sido avasallado por sanguinarias dictaduras burguesas, todas de derecha y proyanquis, ejercidas precisamente por quienes se horrorizan de la dictadura del proletariado pero que pertenecen a la clase que ha cometido los más horrendos crímenes contra los derechos humanos, políticos, sociales y económicos del pueblo, Pérez Jiménez, Juan Vicente Gómez, Videla, Pinochet, entre muchos otros genocidas, eran de derecha y fueron colocados y mantenidos en sus “cargos” por ser expresión de los intereses imperialistas y de las oligarquías regionales en sus países.

La verdadera dictadura, esa que por múltiples mecanismos culturales, propagandísticos y publicitarios nos tratan de ocultar, es la que ha ejercido históricamente, y aún ejerce, en casi la totalidad del mundo el capital a través del estado burgués y de las distintas formas de gobierno que la realidad concreta de cada país imponga siempre con el factor común del sometimiento que la burguesía ejecuta contra el resto de la población y esa misma dinámica, bien descrita y estudiada por el socialismo científico, se refleja y expresa en la creciente agresividad de la hegemonía mundial del sistema imperialista.

Ya no existe ningún lugar en este planeta que no haya sido agredido, directa o indirectamente, por el imperialismo, la crisis capitalista está llevando a la agresión del imperialismo gringo y europeo contra sus propios pueblos que hoy se levantan en lucha contra el detrimento de su calidad de vida, en clara exposición de la falacia de eso que llaman “estado de bienestar” en el marco del capitalismo, y para el resto de los pueblos del mundo el imperialismo a través de su dictadura económica, política y militar no ofrece más que saqueo de sus recursos al costo que sea y de ello Libia es la más reciente muestra.

Vivimos una época muy peligrosa, ya que ante el avance del movimiento comunista internacional, la consolidación de gobiernos que pese a todo sabotaje continúan en el camino socialista, el avance también de la liberación nacional en muchos países y la movilización de los pueblos de Europa y Estados Unidos contra el sistema que los oprime la dictadura mundial ofrece la misma respuesta de siempre: agresión y guerra.

Contra la dictadura mundial solo hay un camino: antiimperialismo y revolución socialista.

Edgar Meléndez
Militante del PCV
@edgarmelendez79


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Edgar Meléndez


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