Cuatro posibles causas de la mutación climática

En esta materia del cambio -que yo llamaría mutación, pues cambio supone un orden de condiciones y temperaturas que ahora no existe- climático en el planeta, hemos llegado a un punto en que la ciencia tiene poco qué decir y menos qué decidir.

Lo único que puede hacer la comunidad científica (un concepto ambiguo si se mira bien, pues la locución "comunidad científica" alude a un acuerdo unánime de científicos en una materia y una fenomenología concreta en la que no es infrecuente la heterodoxia de científicos independientes), en la que la prudencia es capital, es concurrir con otras teorías posibles más sobre el asunto; con una proposición lógica y epistemológica, pero nunca en este asunto con un pronunciamiento categórico, a menos que conozca las verdaderas causas de intervención humana en esta mutación climática . De manera que la tesis o hipótesis de la "comunidad científica" que estudia la climatología se sume a las tesis o hipótesis derivadas de la lógica elemental del cabrero, del instinto o de la intuición humanas, más o menos concentradas en el pensamiento de personas no adormecidas, asombradas o cohibidas por el "saber" de los expertos que surgen en el mundo como las setas después de cada lluvia de primavera… De modo que desde la lógica elemental del cabrero, del instinto o de la intuición, a los que se añade la observación instintiva del cielo durante toda una vida y la experiencia de 84 años, mi razonamiento sobre el particular es el siguiente:

La catastrófica situación actual del clima en el planeta y especialmente en España desde donde escribo no es posible que puede obedecer más que a cuatro causas:

1. es natural, estamos ante un ciclo más climático, en la historia de la vida

2. es consecuencia de la acumulación del CO2 y otras partículas contaminantes en la atmósfera desde que empezó la era industrial, de una manera brutal,.

3. es efecto de un error de cálculo de los numerosos experimentos realizados por la mano del ser humano desde hace más o menos 50 años, con intención de controlar el clima, o todos han fracasado quizá no a escala local pero sí a escala global.

4. la conjunción de las tres.

En la actualidad más de 50 países llevan a cabo actividades sobre modificación artificial del tiempo, cuyo estado se recoge en los informes periódicos realizados por el Comité de Expertos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Estas actividades están encaminadas a:

  • Incrementar modestamente la precipitación (10-20%)

  • Reducir el tamaño del granizo y los daños ocasionados.

  • Dispersar la niebla localmente.

En España, el Boletín Oficial del Estado nº 38, de fecha 13 de febrero de 1.979, publicó un Acuerdo del Ministerio de Asuntos Exteriores, denominado vulgarmente PIP.

PIP Significa a estos efectos Proyecto de Intensificación de la precipitación y se firmó entre la Organización Meteorológica Mundial, el Gobierno Español y otros estados miembros de la citada Organización Meteorológica Mundial, participantes todos ellos en el experimento. La OMM es la organización portavoz autorizada de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua, y fue constituida en 1950 a la que se han incorporado más de 190 países.

Que los experimentos se han hecho, y se hacen, sin culminar en algo positivo que no sea coyuntural y local a pesar de transcurrir medio siglo, es decir, fracasan una y otra vez, es lo que creo.

Pero resulta que hasta la Wikipedia, en un ejercicio arbitrario ideológico se posiciona miserablemente junto a las "verdades oficiales" que califican de teoría conspirativa afirmar la influencia de los chemtrails en el clima. Como el diccionario enciclopédico Espasa se posiciona a junto a las valoraciones y criterios de la teología católica relativos al pensamiento de los filósofos que no concordaban con la teología o la teodicea oficial de la Iglesia católica.

La Wikipedia dice, convirtiéndose en censora, una lectura para mí, sin precedentes, de la teoría de la manipulación del clima:

"La teoría conspirativa de las estelas químicas también llamadas quimioestelas (chemtrails en inglés) plantea la creencia errónea[3] de que las estelas de condensación de larga duración dejadas por los aviones a gran altura son en realidad «estelas químicas» que consisten en agentes químicos o biológicos[4] rociados por los aviones con fines nefastos no revelados al público en general.[5] Los creyentes en esta teoría conspirativa dicen que si bien las estelas de vapor normales se disipan relativamente rápido, las estelas que permanecen más tiempo deben contener sustancias adicionales.[6] [7] Quienes se suscriben a la teoría especulan que el propósito de la liberación química podría ser el manejo de la radiación solar, modificación del clima, manipulación psicológica, control de la población humana o una guerra biológica o química, y que las estelas causan enfermedades respiratorias y otros problemas de salud"

Sin embargo, resulta sumamente sencilla la conclusión de una persona "normal":

Habida cuenta la deriva del clima planetario desde hace justo esos cincuenta años; habida cuenta la alternancia de lluvias torrenciales con lluvias de casi pulverización, de gotas insignificantes. Habida cuenta de que esa alternancia sugiere la extensión en la atmósfera de una especie de capa o fieltro, como un colador de cocina de agujeros que se van cerrando gradualmente donde la lluvia que los atraviesa es cada vez más fina, unas veces, y otras la presión por la acumulación de la materia acuosa es tal que produce la rotura de la capa o fieltro, dando lugar a las lluvias torrenciales.

En resumidas cuentas, mi conclusión personal es la cuarta opción: la que suma, por un lado, el cambio de ciclo natural; por otro, la contaminación de la atmósfera, finita, por la acumulación de partículas infinitas, de CO2 y otras: y, por otro, ingentes experimentos y tentativas de manejar el clima que no sólo no han dado ningún resultado positivo, si no que han desencadenado la disminución drástica de precipitaciones en todas las latitudes y desde luego en España. La conclusión es el fracaso clamoroso de los intentos de manejar el clima ad libitum. Y que es un fracaso lo probaría que, después de 12 meses y después del año hidrológico en España sin prácticamente precipitaciones en forma de lluvia y nieve en la mayor parte de la península (aparte la trayectoria de cuarenta años de una ostensible disminución de las mismas), hace mucho tiempo que ese manejo hubiese evitado lo que a todas luces parece avecinarse tras un verano, sofocante o no: dramáticas restricciones de agua, y de ahí en adelante camino del abismo, o casi…



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Jaime Richart

Antropólogo y jurista.

 richart.jaime@gmail.com      @jjaimerichart

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