Así se da un jetazo a los políticos hablachentos

Cada vez que puedo, en mis artículos intento poner en evidencia al gobernador del estado Zulia y precandidato a la Alcaldía de Maracaibo, Manuel Rosales, para que tanto los marabinos como el país en general se entere de sus mentiras.

Y lo hago porque creo que la gente debe conocer de una vez por todas, a este dirigente ahora mejor conocido como el “Filósofo del Zulia”, por sus errores y desaciertos en los discursos que pronuncia en público.

Sin embargo, sentía que nadie más se interesaba del caso. Los mitin de Rosales son una falsedad y ningún dirigente ni periodista era capaz de por lo menos aclarar las cosas y explicar que muy poco de lo que el mandatario zuliano manifiesta es verdad. De los políticos electos en cargos populares depende en buena medida el destino de los pueblos, por eso es indispensable conocerlos. Uno no puede tropezar dos veces con la misma piedra.

Ahora bien, me he llevado una gran sorpresa, al observar que el diario La Verdad publica un escrito del primer alcalde de Maracaibo, Fernando Chumaceiro, que son un jetazo a los políticos hablachentos, pues son una prueba irrefutable de los embustes de Rosales. Y me disculpan la expresión porque quizás para muchos raye en lo vulgar.

Pero no pude evitar recordar a mi amiga nativa de Dabajuro, estado Falcón, la periodista Lorena Mavárez Lameda, con una gran trayectoria y experiencia en fotografía, quien no tiene ninguna misericordia con esos hombres que se regodean en una especie de orgía de mentiras para que la gente les crea y les grita como en un remate del mercado, a fin de burlarlos con toda razón: “Llevo la jeta, llevo la jeta, llevo la jeta…”, porque es que realmente son un montón de jeta.

Aunque la cuestión no es para reírse. Chumaceiro fue el primer alcalde de Maracaibo y siempre se ha cuidado de caer en las bajezas de esa forma de hacer campaña de algunos dirigentes. Más bien se mantiene al margen de la política, pero ni por eso lo respetaron.

De modo, que leamos su artículo textualmente. No tiene desperdicio y desmonta una buena cantidad de hechos que Manuel Rosales como de costumbre, se atribuye y no le pertenecen:

“El abogado Alfredo Osorio, en artículo publicado en este diario con el propósito de aupar la candidatura del actual Gobernador del Zulia a la Alcaldía de Maracaibo, afirmó: ´Ninguna de las administraciones municipales anteriores a la que inició el ciudadano Manuel Rosales había dejado fruto alguno de un trabajo para la ciudad´. Por cuanto en esa frase se involucra a las gestiones que cumplí como primer alcalde de Maracaibo y yo defiendo mi actuación pública como diputado al Congreso de la República por el Zulia, presidente fundador de Corpozulia y primer alcalde de Maracaibo, con la pasión con que un lobo defiende sus cachorros, estoy en el derecho y en la obligación ética de demostrarle al articulista la falsedad de su frase, por lo que a mí respecta.

Recibimos la Alcaldía con un presupuesto reconducido y deficitario, en el cual los ingresos eran apenas de trescientos millones de bolívares, para una población de un millón quinientos mil habitantes (porque Maracaibo era entonces un solo municipio) y los gastos eran más de seiscientos millones de bolívares, es decir, el doble de los ingresos.

A grandes rasgos y en el corto espacio de un artículo de prensa los resultados pueden resumirse así: Ningún funcionario salió por causas políticas y de ello podrían dar fe los dos sindicatos que existían; se inició un proceso de organización de la economía informal; se inició la ampliación de la red de gas, que significó un ahorro significativo para la población de bajos ingresos; se resolvió el gravísimo problema de la recolección de basura, incorporándose 90 unidades totalmente nuevas; se abrieron nuevas rutas de transporte colectivo con unidades Mercedes Benz, que el pueblo dio en llamar ´los chuma buses´; se creó la empresa Metromara cuando el Gobierno nacional decidió que cada ciudad debía responsabilizarse del sistema de transporte masivo; se abrió Mercamara en una conjunción de esfuerzos de la Alcaldía, la Gobernación y Corpozulia.

Se creó la Fundación de Apoyo a la Economía Popular; se gestionó y obtuvo la inversión del Banco Mundial para el acondicionamiento de siete corredores viales, se terminó el de Bella Vista y se dio inicio al corredor Goajira; se solicitó y obtuvo del Gobierno nacional la propiedad del Paseo del Lago. Se ejerció contra el Poder Ejecutivo nacional la acción de nulidad por el alza de las tarifas eléctricas. Se dio inicio a una política de conservación del patrimonio histórico de la ciudad; se diseñó y se puso en práctica el Programa de las Clínicas Móviles, que obtuvo premio internacional del Programa Social de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el objeto de llevar hasta los más apartados barrios la asistencia médica. Se construyeron cinco preescolares en zonas populares. Se regularizó la tenencia de la tierra a 1.411 beneficiarios de bajos ingresos. Se expropiaron 50.186 hectáreas para la construcción del Mercado Mayorista, el desarrollo habitacional Los Modines y el nuevo terminal de pasajeros... ahora convertido en otra cosa.

Se me terminó el espacio disponible. Seguiré en otro artículo si hiciere falta. Recomendación: para elogiar a alguien no es necesario ofender a los demás.

Y es que para finalizar, Chumaceiro también les da una lección, porque eso es lo que hace la oposición: ofender, denigrar, desacreditar, descalificar.

Siempre he sostenido que la oposición y principalmente Manuel Rosales, no tienen ninguna propuesta que plantearle a la población de de cara a las elecciones de noviembre y entonces hablan mal de los que verdaderamente trabajan. Así hace con el presidente Hugo Rafael Chávez Frías y con el actual alcalde de Maracaibo y candidato a la Gobernación del estado Zulia, Gian Carlo Di Martino.

(*)Periodista

albemor60@hotmail.com



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Alberto Morán(*)


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