Bestialidades anti bolivarianas

Aprovechar el aniversario del natalicio del Padre de la Patria para referirse a él en minusvalía, no sólo es un acto de inmoralidad política, sino que encierra además una malandrería, dicho en términos que no son de la época en que por este mundo dejó su pensamiento -aún vigente-, el más preclaro de los libertadores del nuevo mundo. No era el tema que había escogido para este comentario de opinión pública, pero ante el discurso bestial de politiquería barata que elaboró entre cínicas sonrisas, chistes de escaso humor político, e ironías indignas de alguien medianamente culto, para colmo y acompañada su perorata en el Palacio de Gobierno del Zulia con fanfarronerías “a lo caraqueño guapetón”. Así resumo lo más suavemente posible, la intervención y el contenido de lo que regurgitó este 24 de Julio con motivo de los 224 años del natalicio de Simón Bolívar, uno de los copropietarios de Globoterrorvisión que se apellida Ravell. Ese es su punto de vista y como venezolano demócrata que soy se lo debo respetar, digo de mi parte, pero resulta imperdonable la manera como hizo brevísima referencia al Libertador Simón Bolívar, prefiriendo complacer a quien lo invitó, su panita Manny Rosales, para recibir aplausos de asistentes opositores delirantes, pero quienes a no dudarlo en su fuero interno quedarían horrorizados de la forma como esa triste figura de lentes para estrábicos, usó la libertad de expresión buscando que de alguna manera lo reprima el gobierno “dictatorial”, “autocrático” y “militarista”, que preside un reconocido y verdadero estudioso de las ideas de Simón Bolívar, en esta nueva y orgullosa Venezuela bolivariana y socialista, admirada en buena parte del mundo entero, por habernos sacudido precisamente a la hipocritocracia informativa de la mal llamada democracia representativa, donde el magnate de la teletiranía desde la aparición del mentado “canal de 24 horas de desinformación”, ejerció cargos públicos como Director de la OCI -Oficina Central de Información-, en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, y también Presidente de Venezolana de Televisión, donde dejó recuerdos infames de su desprecio por la televisión del estado venezolano. Pero no es nueva esta actitud paranoica de este no tan joven hombre de los medios

periodísticos, pues fui testigo cuando en el primer gobierno de CAP y con motivo de una exposición en El Poliedro de las obras oficialistas plasmadas en fotografías y videos, a la que invitaba “La Gran Venezuela” para que apreciara el pueblo “la obrada carlosandresista…”, nos enviaban por mandato obligatorio de los jefes de la Radio Nacional, para encaminar desde la entrada a los asistentes, a fin de que no se detuviesen innecesariamente y se le diera mayor fluidez al recorrido por la exposición oficialista. Aclaro que fui Locutor de la Radio Nacional, donde ingresé en 1964 luego de presentar una prueba de locución que satisfizo a los directivos. De allí fui despedido en 1984, por el capricho de un director socialcristiano a quien no le acepté un ascenso, porque no quería figurar en el entorno de sus colaboradores políticos “de confianza”. En esa circunstancia en El Poliedro estuve acompañado del técnico operador de audio César Hernández, quien puede servir de testigo, o si lo recuerdan los periodistas que acompañaron a Ravell, Director de la OCI quien se dio cuenta que el primer cubículo era de la Radio Nacional y guachamaronamente les comentó a los comunicadores sociales que iban a cubrir el acto, afirmando con voz gangosa y antipática a tiempo que nos dejaba a ambos con las brazos extendidos para el cortés apretón de manos, abusando de su egolatría y prepotencia como lo ha hecho toda su acomplejada existencia, Ravell casi gritó: “este es el cubículo de la Radio Nacional, pero esta vaina se oye menos que la radio que tengo en Barrancas de Barinas…”. Por eso es que me consta y no me extrañan las bestialidades verbales cometidas por este explotador del espectro radial y televisivo venezolano, ese pseudo dirigente político de la cuarta república, “sacándole punta” al 24 de Julio, una fecha de obligatorio recuerdo a la memoria de nuestro gran Libertador. No me extraña y de nuevo ese detalle lo delata, pues se trata de uno de esos politiqueros antinacionales, que seguro irá parar con sus huesos en su admirada patria norteña, para sentirse contento en compañía del Ratón Mickey, el perro Pluto y el pato Donald.

luissanchezibarra@hotmail.com


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Luis Sánchez Ibarra


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