Crítica ácida

El Diablo de la traición los junta

Obligados a pensar que están en lo correcto porque los tiene atrapados el complejo de obediencia a la política imperialista, adecos y copeyanos electos en funciones de primera autoridad en estados o municipios, no aguantan y le dicen que sí a las órdenes del imperio, procediendo a prosternarse, es decir arrodillarse incluyendo hacerlo sobre piedritas o granos de maíz bajo las rodillas, y no dudar en arrastrarse si un funcionario o funcionaria imperial les hace una invitación.

Qué actitud tan ingrata con su país y con ellos mismos, la de quienes no imagino cómo van a explicarle su comportamiento a hijas e hijos, si se consideran venezolanas o venezolanos, que pese a ocupar cargos de importancia, tienen y repiten actitudes miserables, verdaderamente ruines, a punto de viajar al exterior fotografiarse o quedar filmados, en reuniones con sus amos extranjeros.

Sentí una formidable indignación, al leer la siguiente noticia que copié de Internet. La gobernadora opositora del estado Táchira, Leidy Gómez cruzó la frontera venezolana para reunirse con representantes de Colombia y de Estados Unidos, en el marco de la visita que hizo la hija y asesora del presidente estadounidense, Ivanka Trump, al país vecino. Pese a que la gobernadora Gómez afirmó vía Twitter que su visita fue con fines humanitarios, usuarios en redes sociales aseguraron que el plan de la gobernadora adeca electa en el Táchira, es coordinar una arremetida terrorista contra Venezuela, su viaje coincide con provocaciones desde Colombia y anuncios de varios miembros de la oposición allá y acá, avalando la acción planeada para derrocar al presidente Nicolás Maduro.

Lady Gómez aparece junto a uno de los principales promotores del bloqueo criminal hacia Venezuela, Julio Borges cómplice con militares y civiles de la derecha neogranadina que vendieron la soberanía colombiana para bases militares extranjeras. Grupos de indeseables venezolanos y venezolanas viven en esa nación, evadidos de nuestra justicia, y por estar custodiados no sufren la xenofobia que han experimentado compatriotas que se marchan al descuido. Ejemplo lamentable el 20 % de jóvenes nacidas en Venezuela, que integran un lenocinio en Bogotá, que funciona de día en la capital colombiana, con vigilancia policial celestina, vicios de la democracia representativa hipócrita y santurrona que vive en el país vecino.


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Luis Sánchez Ibarra


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