El perfume de Rosales hiede a muerto

El amor al dinero puede más que la fe en este mundo en tinieblas. Azotar a la humanidad con la pobreza y en épocas electorales ofrecerle el paraíso de una seguridad económica ilusoria forma parte de un plan desestabilizador. Nuestro candidato fascista responde a la dinámica del fundamentalismo cristiano sionista que goza mientras las bombas norteamericanas matan a niños en el Líbano. El amor al poder puede más que el amor al pueblo. Nuestro representante de la oligarquía asesina venezolana tiene el cerebro lavado en los laboratorios gringos para dar muestras de un liderazgo que sólo ha nacido en computadoras de la CIA. Obsesivo, se siente llamado por una voz popular, cuyos corazones viven en Miami, quiere transmitir una vocación populista caminando por barriadas venezolanas cuando ni siquiera en el Zulia ha hecho nada por los desamparados de siempre.

Confundido, ha dirigido su atención a la contienda política, llevado por las manos del imperialismo, y como autómata blando espera que los astros le ayuden a subir la cuesta de la revolución que siente le aplasta por dentro y por fuera. Sin personalidad propia sigue las pautas ideológicas y psicológicas que los diseñadores de líderes políticos títeres del imperio mandan. Su religión es el lujo, su fe está en los intereses y la usura, su bienestar en el sacrificio de la mayoría para que una minoría goce y entregue a la nación al Dios mercado. Una actitud mediadora y servil, más fortalecida por la mediocridad que por el estudio, gira alrededor de un plan macabro, él sabe y no puede no saberlo, que detrás de su aparente figura democrática, se esconde, tenebrosa la cabeza de un gigante siniestro, bebedor de sangre de niños (el imperialismo Yanki) y como profeta local de un ilusorio paraíso trabaja para prostituir a Venezuela. ¿Qué le importa a Rosales el futuro de los niños aquí? ¿Cuándo le ha importado algo que no sea su propia billetera? El poder le ha calentado la oreja. Ha sentido el bramido del tentador y en vez de resistir se ha dejado someter por una inteligencia destructiva disfrazada de mesianismo libertador luchando contra un tirano. ¿Acaso no sabe Rosales que el único tirano es el poder asesino que desde la Casa Blanca ha oscurecido la faz de la tierra con muerte, enfermedades, miseria y hambre?

Rosales no cuenta con los pétalos sino con las espinas, y quieren clavarse sobre el corazón de cada venezolano que vote por él en las venideras elecciones. Como un vampiro criollo, en un rito satánico neoliberal, está muerto de sed de sangre, y por eso andan escondiéndose, sicarios y paras, militares traidores y civiles fascistas, con la idea de alterar el orden en Venezuela. El perfume de Rosales hiede a muerto. Su fanatismo obsesivo le hará creer más temprano que tarde que es el mediador espiritual de un pueblo sometido, mientras tanto, las órdenes subliminales del imperio irán manifestándose en la transformación mediática del candidato de derecha. Al igual que la mayoría de los títeres del Dios Mercado son personajes que no tienen principios, ni se rigen por tradición alguna, ellos sienten más cerca de sus almas el valor del dólar que el de la tierra donde nacieron. Marcados por el sello de una bestia multicéfala adoran la imagen de Dios y no a Dios, para ellos Bush es su verdadero Dios. Rosales espera entregar el Zulia entero a los gringos con tal de que le den Miraflores. No hay que caer en la trampa mediática, el candidato fascista es un terrorista militando en las filas del ejército invasor y genocida, su hipocresía forma parte de su pseudopersonalidad, la única ley que sigue es la que le impone un régimen criminal, un regimen “…destinado por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad”.

No hay en Rosales sino un déspota defendiendo un tigre de papel con garras. Es el antiflorentino, aquel que se dejó joder por el diablo antes de que amaneciera. Es un camaleón que en el momento indicado sacará las fauces del lobo, y tirará la piel de oveja en el primer rincón que pueda. Juega perversamente con los impacientes, insatisfechos, con los que están naturalmente confundidos en un mundo de caos y de mentiras; capitaliza con ayuda de los recursos y medios del imperio en el país, la duda, la incertidumbre, el miedo, todo lo cual lo vuelve cómplice más que sumiso, al orden tiránico mundial. Rosales disuelve su liderazgo mesiánico fascista en un caos que terminará por tragárselo por completo. Efímero como todo lo que produce el sistema capitalista, su persona quedará en el recuerdo de los que cedieron a la mentira. La dictadura que Rosales quiere imponer en Venezuela cuenta con el apoyo mediático de la dictadura gringa e israelita, y los cipayos criollos civiles y de uniforme. Lo que Rosales no cuenta es que aquí también vivimos una guerra santa grande y pequeña, y que la revolución chavista y socialista, representa al movimiento protagónico popular alzado contra toda forma de régimen dictatorial, y más aún fascista, sionista y capitalista.

La contrarrevolución de Rosales es una neoconservadora, radical y extremista, ideada por filósofos como Leo Strauss, R. Perle, cuyos alumnos están ahora en el Pentágono, en la CIA, en la Secretaría de Defensa del gobierno gringo. Personajes como Paul Wolfowitz que lidera el Banco Mundial y es uno de los teóricos de la invasión y destrucción de Irak, Libano, Siria, Irán, y crear un estado de guerra permanente a fin de sostener un mundo que ya no tiene vida, y que está bajo la tutela de Israel. Rosales es un burócrata visceral pagado por el último imperio para tratar de opacar con mentiras y terror al pueblo glorioso de Bolívar, el Negro Felipe y Guaicaipuro. Sabemos que Diciembre no será fácil, y que Noviembre tampoco, lleno de infección y veneno, de trampas y traición. Sabemos que Octubre y lo que queda de Septiembre serán capitalizados para subvertir el orden revolucionario y estigmatizar nuestro proceso, por ello convidamos a los que dudan, a los que aún no están convencidos interiormente, llamamos a los que débiles de corazón, a los que han dejado entrar la semilla de la oscuridad, a aquellos que por su soberbia no ven más allá de sus intenciones egoístas, a los que sólo han obedecido a los medios, y no tienen capacidad de pensar por sí mismos, a los ingenuos que beben agua de vida y de muerte sin saber las consecuencias, a los que profesando la libertad y la justicia, llegan a casa destruyendo el alma de sus discursos, a los que engañados siguen engañándose cada vez más, motivados como posesos, por las influencias del medio satánico que gira alrededor del capital, a los que sufren por todo esto y aún brilla en ellos una chispa de espiritualidad, les llamamos para que profundicen en sí mismos y busquen la verdad en sus propios corazones, allí verán que el camino de Cristo Jesús y el de la revolución bolivariana no es incompatible sino que este último es un producto del primero. Los fariseos y escribas que asesinaron al Señor están sentados en la Casa Blanca y el pueblo de Dios sigue los pasos de Justo entre los justos marcha glorioso con una fe más que inquebrantable porque vive y muere en El.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3156 veces.



Mario Forti

Astrólogo, filósofo, músico, tatankisi, escritor, poeta, critico, ddhh, tarotista, taoista, lector, meditación, yoga, sanación, terapias shamánicas integradoras

 mforti9@gmail.com      @mforti9

Visite el perfil de Mario Forti para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: