Secuelas

Las dictaduras son funestas y encima dejan secuelas. El franquismo dejó el PP (Pura Pérdida). Pinochet legó la Concertación. Aún arrastramos secuelas de Juan Vicente Gómez. Mechas que andan por ahí haciendo daño, a veces grave. De franquismo no padece solo España, que bastante Copei y Opus Dei nos aguantamos aquí, esos hijos predilectos del franquismo. Hasta en el Golpe de 2002 se metió el Opus, que jamás da puntada sin hilo y no está habituado a perder, aunque pierde, porque tampoco es sobrenatural como pretende. Pero divago.

El franquismo es a su vez secuela de la Contrarreforma y de «Santiago y cierra España». Y así hemos venido de dictadura en tiranía, porque el despotismo se reproduce por segmentación, va largando sus vástagos río abajo, como neonazis y demás locuritas, de las que tenemos en Venezuela una llamativa ración, cual vimos en las guarimbas.

La Colonia nos dejó racismo, godarria, machismo, jerarquías sociales herméticas y demás debilidades mentales que ahora quieren recuperar su hegemonía a sangre y fuego con guarimbas, golpes, magnicidios, amenazas y tal vez una bonita invasión tipo Libia para acabarnos el país a punta de bombardeos humanitarios. A Libia le prodigaron 20 000 incursiones aéreas, por ejemplo. Hay gente que sueña eso para Venezuela. Así estará su alma, si la tiene.

Aquí nos cayeron en patota franquismo y fascismo con las inmigraciones mediterráneas de la posguerra. No soy xenófobo pero algunos de esos inmigrantes (los más son bien decentes —porque de todo hay) practican xenofobia al revés, contra nosotros. Los colegios religiosos burgueses de todos los tamaños se llenaron de curas y monjas franquistas y fascistas. De ahí el fascismo ordinario que nos puebla, de ahí la guarimba y la imbecilidad engreída que predomina en la oposición.

Es que dictadura impone brutalidad (bruta y brutal) porque no puede gobernar a gente inteligente, a quien hostiga, encarcela, tortura, exilia, mata, corrompe. Y larga una o más generaciones de gente boba que cuesta mucho superar, porque bobera no se cura. Habrá que cargar con ella y ofrecer formación a sus descendientes para que superen la bobera. O se rompa la zaraza.

Es probable que no entiendas esto, escuálido. Tu problema. Te recomiendo estudiar. Por tu bien.


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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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