No entiendo cómo se califican las actuaciones de los precandidatos que participaron en el supuesto debate organizado por la NED a través de los estudiantes manos blancas. Ciertamente ninguno se cayó mientras desfilaban hacia sus puestos, ni se quedó mudo al estilo del "Policía" Izaguirre en TV durante el Caracazo. Nadie dijo una grosería ni proclamó su intolerancia racial, aunque sabemos que uno que otro es racista de nacimiento.
Se dice que Diego Arria presentó una mancha sospechosa en la parte delantera del pantalón, lo cual, suponiendo incontinencia, podría implicar la filtración de un pañal tipo Securezza, que no se tomó en cuenta.
Sin embargo, algunos autoproclamados jueces indicaron de inmediato que los ganadores habían sido Arria y la Machado, soslayando el hecho de que ninguno cuenta con el apoyo de un auténtico partido.
Ciertamente, tanto María Corina Machado como Diego Arria recuperaron la inversión de la inscripción (Bs 1.100.000) con tan sólo figurar en el elenco. Una se "ranquea" como posible candidata a alcaldesa y el otro recorrerá el mundo alegando que es un precandidato presidencial perseguido, lo cual facilita la obtención de fondos.
Quienes opinan que Arria ganó por despotricar contra Chávez y ofrecer acusarlo ante la Corte Penal Internacional de La Haya, están caídos de la mata.
En Venezuela se admira el valor de quien permanece en el país y encara al adversario con entereza y no del que se va al exterior a vivir bajo el cobijo del Secretario General de la ONU, que reparte cambures internacionales para un equipo de chulos de postín.
Pretender una acusación contra nuestro Presidente ante la Corte de La Haya es, más que osadía, una necedad jurídica.
Desde una óptica política, tal acusación se convierte en un ardid publicitario para ayudar a quienes quisieran colocar a Venezuela en situación similar a la de Libia antes de la masacre producida por los genocidas sanguinarios de la Otan.
Debemos agradecer a Diego Arria por restarle votos blandos a la oposición, ya que ni siquiera los antichavistas light se alegrarían si el complejo industrial militar se decide a ponernos en su lista de eliminables.
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