China no tomará a Taiwán, "Por ahora"

En los últimos días, se vienen realizando maniobras militares tanto de China como de Estados Unidos en el pacífico, la tensión crece cada día más, las demostraciones de fuerzas son evidentes, por su parte los Estados Unidos acondicionan el pacífico como escenario de guerra, a un corto y mediano plazo, le han vendido submarinos nucleares a Australia, colaboran con Japón quien ha manifestado la inversión de 320 millones de dólares para dotación de misiles de alto alcance y acondicionamiento de su fuerza aérea con más de 250 aviones de combate, Corea del Sur pone a la disposición toda sus fuerzas armadas y Filipinas hace ejercicios militares en conjunto con los norteamericanos, lo que indica que una guerra está por venir.

Por su parte, China ejecuta con su ejército maniobras militares también en el pacífico utilizando, submarinos, corbetas, lanchas rápidas y una cantidad considerables de efectivos de la armada china, esto acompañados de aviones y municiones reales.

Es sin duda una lucha de pulsos lo que está en juego. Sin embargo, las posibilidades de que sea China, quien dé, el primer paso al estallido, es muy poco probable, China sabe muy bien que toda su grandeza económica la ha obtenido bajo un contexto de paz internacional, donde muy poco o nunca han participado directamente con sus fuerzas armadas, desde la época de Deng Xiaoping hasta nuestros días, los planes económicos de China son majestuosamente grandes, sobre todo en lo referente a la nueva ruta de la seda, plan que tiene como objetivo principal, liderizar el comercio mundial, estos planes con un conflicto bélico, que en el mejor de los casos no sea de órbita nuclear, beneficiaria principalmente al complejo militar norteamericano que vendería hasta pistolas de agua, en toda la zona del pacífico, mientras la economía china se desaceleraría, y en caso de llegar a un desenlace nuclear el resultado sería el mismo, ya que, no tendríamos un ganador.

China depende de suministros de alimentos y materias primas para su industria, grandes cantidades de esos recursos son llevados desde diferentes partes de Sur América, un conflicto en el pacífico cerraría las vías de acceso, lo que en poco tiempo pondría a China en una difícil y dura situación interna.

La paz ha sido el recurso y jugada genial de los chinos, en su desarrollo económico, tecnológico e industrial, no en vano es el único país que en forma diáfana y con vigor grita sus cinco principios que rigen las relaciones internacionales, hace ya un poco más de 62 años: Respeto mutuo por la soberanía y la integridad territorial, la no agresión mutua, la no interferencia en los asuntos internos de otros países, igualdad y beneficio mutuo, y la coexistencia pacífica. Estos principios reflejan plenamente los propósitos y principios de la Carta de la ONU, se concuerdan con la corriente histórica de la paz y el desarrollo y constituyen la base jurídica para la conformación del nuevo orden internacional.

China tiene comprometido en la nueva ruta de la seda, alrededor de 1.4 billones de dólares, a través de esta ruta se persigue impulsar el comercio e integración de los países que lo integran, la eliminación de barreras económicas, creación de áreas de libre comercio y aseguramiento del suministro de materias primas, todo esto en un total aproximado de 65 países que conforman el 70% de la población total, con un 75% de los recursos energéticos del globo terrestre y un 55% del PIB mundial. Es mucho lo que está en juego, esto aparte de ser China hoy, el primer socio comercial en más de 104 países, récord nunca alcanzado por país alguno, y nada de esto se sostiene bajo la existencia de un conflicto bélico que involucre al gigante asiático.

Naturalmente que China, al ver el estado fracturado de los norteamericanos, no desee entrar en una guerra por Taiwán en estos momentos, al menos es prudente esperar una década o un poco menos para dar ese paso, por ahora es importante que la desdolarización mundial se termine de realizar, que la economía norteamericana baje sus niveles, producto de las erradas políticas, que aparezca el desgaste económico, por poseer tantas bases militares esparcidas por el mundo, que surjan las contradicciones internas de una democracia imperialista.

Claro está que China no podrá evitar un choque intensional directo ni tampoco podría permitir que Taiwán posea armas nucleares en su territorio, allí sería obligada a reaccionar, en eso los norteamericanos son especialistas, así lo hicieron con Rusia, rodeándola y proponiendo a Ucrania para ser parte de la OTAN, lo que obligo a Moscú a dar una respuesta, que después la maquinaria comunicacional americana etiqueto como de invasión, en esto hay que tener cuidado y la diplomacia china lo sabe.

China no promueve la guerra, la paz le da la ventaja de seguir creciendo económicamente, sus intereses están allí, en las ganancias que se producen en silencio, sin un solo disparo, en fin, China desea tener a Taiwán para el año 2048 cuando se cumple un siglo de la fundación de la República Popular China, todavía tiene 25 años para ver el desgaste de su oponente.

El Embajador Franklin González en un artículo reciente menciona que el imperio norteamericano, utiliza dos herramientas fundamentales, la astucia para engañar y cuando esta no funciona la fuerza para someter, pero esas no son las únicas estrategias, los chinos, por ejemplo, seguramente utilizan estrategias más acordes con sus tradiciones milenarias como los pensamientos de Sun Tzu en su libro El arte de la guerra, allí expresa; "La estrategia es vencer sin luchar, sin asediar ciudades y no invertir demasiado tiempo en ello", también dice, "es esencial tener la habilidad de asegurar la invencibilidad y conocer los defectos del enemigo para poder derrotarlo en su momento más débil".

Finalizando: Estamos en un mundo donde el hegemón capitalista está por caer y dar paso a otro hegemón capitalista más humanizado, de menos injerencia y más democrático, pero si en esencia los dos son capitalistas e imperiales, cuesta creer que sus diferencias de estilos sean en realidad una ventaja para los países débiles, en todo caso los países periféricos que orbitan alrededor de los centros multipolares deben pensar en una estrategia común que les permita a largo plazo la subsistencia y un equilibrio en las relaciones internacionales.

joframed1@gmail.com



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José Medina


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