Los seis demonios de la abstención electoral

No hay peor ciego que el que no quiera ver. Así dice la sabiduría popular, que bien sabia es. Para el venidero 23-Nov. tendremos las elecciones regionales para alcaldes y gobernadores. No hace falta ser un Nostradamus para vaticinar una alta abstención en esos comicios. Ese fantasma se arrastra en todas las elecciones y no se vislumbra un descenso en las grises estadísticas que conocemos desde hace mucho tiempo. Hubo elecciones en la 4ª república con cifras bajas de abstención pero a medida que los gobernantes se quitaban las máscaras con sus mentiras de todo calibre y color, la gente se fue volviendo escéptica y perdiendo toda esperanza en el teatro político. Muchísimas promesas incumplidas y demagogia al por mayor. Puras mentiras para hacerse con el poder y entregarse al capital trasnacional. Aumentó la pobreza y el país no pudo enrumbarse por el camino de la industrialización, la soberanía alimentaria y la distribución equitativa de la riqueza nacional. Nos hicieron ricos en frustraciones y pobres en satisfacciones. Y hoy el panorama es un tanto sombrío también. El problema no es que la popularidad del presidente Chávez sea alta sino que el desengaño de los recurrentes abstencionistas no ha disminuido en un porcentaje ni siquiera medianamente importante. Atraer esas personas a las urnas electorales es una misión, que por ahora, es imposible. Son muchos compatriotas. Al final todo desemboca en la Conciencia política y social que hayamos desarrollado para comprender el asunto. Desde el presidente (que hace tremendos esfuerzos para colaborar con el despertar de esa Conciencia), ministros, diputados, alcaldes, gobernadores, funcionarios de niveles varios, hasta los integrantes de los Consejos Comunales, Juntas de Condominio y nosotros los ciudadanos de a pie, tenemos un grado de culpa en todo ese problema de inasistencias en las elecciones de cualquier tipo. Voy a enumerar las más agudas:

1º.- La Fiscalía y el Poder Judicial. Esta gente son los principales culpables de la apatía electoral. No cumplen con su deber, se venden por 30 monedas, no hacen lo que tienen que hacer, son unos verdaderos demonios que azotan al pueblo, defienden a los poderosos y castigan al débil, aún teniendo estos la razón. ¿Ejemplos? No quiero infartarme con ese ejercicio que ya es mórbido pues son muchísimos los casos de desidia e incompetencia de esos funcionarios que no tienen conciencia, en su gran mayoría, de su responsabilidad con el país. Como dijo un sabio: "Que su recuerdo se borre de nuestras memorias y sus nombres no aparezcan nunca en las calles". Son, la Fiscalía y el Poder Judicial, los máximos causantes de la oprobiosa impunidad que nos castiga como una maldición. Tiene que haber castigo para esos elementos perniciosos.

2º.- Las pésimas gestiones de Diputados, Alcaldes y Gobernadores. Son la clase política aburguesada, que ambiciona el poder para enriquecerse ellos, sus familiares y amigos. No importa el origen social que tengan, lo que les importa es ocupar el codiciado cargo para de inmediato olvidarse del pueblo que los eligió con sinceridad y esperanzas. Deberían existir Tribunales Populares bien organizados, para instruirles expedientes a ser considerados por la Contraloría, la Fiscalía y la Asamblea Nacional. Son prácticamente inmunes a la lupa de la justicia. Esta gentecita genera un alto grado de frustraciones en el soberano que ya no cree en ellos y, desengañados, prefieren quedarse en sus casas el día de las elecciones. Son más falsos que un billete de 30 Bs.F.

3º.- La alta burocratización en TODOS los ministerios. No hay nada más peligroso para la salud que gestionar un trámite en cualquiera de esas dependencias. Se nos va media vida en ello.

Y no hablemos de los Registros Principales que cobran una grosería por la entrega de cualquier documento diligenciado en esos antros de corrupción; sólo se salvan los documentos relacionados con menores de edad pero igualito te hacen perder muchos días en idas y venidas. La mayoría de sus funcionarios son verdaderos sádicos psicológicos que atormentan al pueblo llano. Si vas con buen dinero en el bolso no sufres. ¿O es mentira?

4º.- La dictadura de la empresa privada con los aumentos desproporcionados de precios, especialmente los del área de alimentos. Estamos en manos de esos crápulas. La gente se queja y manda al mismísimo infierno al gobierno de turno.

5º.- La corrupción policial. Lamentablemente un mediano grupo de oficiales de TODOS los cuerpos de seguridad permiten que el delito y la impunidad se mantengan campantes y por tanto desconfiamos de todos ellos. No será fácil darle vuelta a esa peligrosa y delicada situación.

6º.- La falta de autoridad con los medios impresos y televisivos que mantienen prácticamente un estado de guerra, sembrando el odio y la discordia en un número importante de venezolanos. A diario se cometen delitos por esos canales de desinformación y ni Coñatel ni la Fiscalía hacen nada, o sea, son complacientes con el delito.

Todo esto pesa a la hora de levantarnos temprano para hacer una cola a pleno sol, mayormente, para elegir a una cuerda de burócratas que luego traicionan al pueblo que los eligió. Por mi parte seguiré votando aunque no me simpaticen algunos candidatos ya que si entra de nuevo la derecha asesina y lacaya nos irá, como dicen algunos niños, "más peor".

¿Hasta cuando durará esta endemia? No sabemos pero creo que se está jugando con fuego. El pueblo debe tomar las riendas para la aplicación de la justicia a los traidores y ladrones que ocupan cargos públicos. No hay otra salida.

efraingran@gmail.com


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Efrain Jose Granadillo


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