Integración nuestra americana, antecedentes históricos y planteos actuales

Francisco de Miranda (Caracas, Venezuela, 1750-Cadiz, España, 1816) y Simón Bolívar (Caracas, Venezuela, 1783-San Marta, Colombia, 1830) construyeron un primer cuerpo de ideas y prácticas políticas y culturales atinentes a la integración "nuestra americana", para decirlo así con palabras prestadas del poeta, pensador y creador literario José Julián Martí (Río Cauto, Cuba, 1853-Dos Ríos, Cuba, 1895) llamado "el apóstol de la independencia cubana", gran admirador y actualizador de las propuestas de los dos anteriores autores ya nombrados; ello en el marco de los procesos rupturistas del siglo XIX y que marcaran los procesos de emancipación de la Aby Ayala. La región originaria donde el reino de España tuvo lo que diera en llamar las "Provincias de Ultramar" mediante un dominio general en lo económico, político-ideológico e institucional.

Eso que algunos historiadores como Tots-Capdequi, (1941) denominara en su libro "El Estado Español en América" que, a su vez, se integraba en virreinatos, provincias, capitanías generales, cabildos y gobernaciones bajo principios referidos tanto al derecho público privado como al público. Por ejemplo, la Recopilación de Leyes de 1680 establecía de forma absolutamente general y sin distinción de regiones que: "las indias de cualquier edad no debían pagar tasas" (ob cit., p. 91). Es decir, las normas sobre el régimen político, económico y costumbres establecían criterios en relación a la relación entre el individuo y el Estado español colonial, en este caso el pago de tributos de los varones y la excepción de la mujer.

En lo referente al derecho público, se diría que la dependencia institucional de las provincias españolas era de amplio espectro y sin cortapisas, es decir, que la élite criolla identificó como una grave limitación al ejercicio de sus derechos ciudadanos, según la nueva Filosofía de la Ilustración francesa, principalmente, que destaca que todas las personas nacen libres y son iguales ante la ley, además de que los derechos económicos y políticos son inalienables o que no se puede enajenar porque implicaría renunciar a aquello que es propio de cada cual en lo individual y social. Es decir, lo importante venía a ser aupar y defender sus propios intereses relativos a la libertad de comercio, la autonomía económica y política; superando con eso con eso las referidas limitaciones, apurando de tal forma la resolución de la crisis de la sociedad colonial venezolana que inicia hacia 1795 y cierra a mediados de 1810, dando así una nueva vuelta o transformación de orden político y militar, pues con la Junta Defensora de los Derechos de Fernando Séptimo y la Declaración de la Independencia de 1811, significa el triunfo de los susodichos interés de los sectores sociales dominantes, los criollos oligárquicos.

En semejante proceso sociopolítico Miranda y Bolívar jugaron, cada cual, a su modo, un significativo papel: el primero inicia una línea de acción integracionista continental con novedosas formulaciones teóricas de gobierno con su "Colombeia" y el segundo lleva a la práctica manu militari la emancipación no solo del departamento de Venezuela, sino de Nueva Granada y Quito, e inclusive mediante la alianza con José San Martín (Guayaquil, 1822) Argentina y demás Provincias del Río de la Plata, también de Cuba y Puerto Rico, " … las dos alas de un mismo pájaro", de acuerdo con la metáfora del cantautor Silvio Rodríguez, los últimos bastiones del imperio español en América. Como fuere, los referidos héroes establecieron un parte aguas entre la metrópolis española, en cuyo reino supuestamente no se ponía el sol, por lo se colige que los americanos de la élite ilustrada estaban dispuestos a ser libres sin vacilación, si se parafrasea a Bolívar en su conocido Discurso ante las Sociedad Patriótica el 3 de julio de 1811.

Se tiene entonces que la construcción de un cuerpo de ideas sociopolíticas sobre la integración de las antiguas colonias hispanoamericanas o de la América Meridional, como suele leerse en documentos bolivarianos, aparece por vez primera en la "Colombeia", los famosos archivos mirandinos que consta de 63 volúmenes y 3 secciones, relativos al establecimiento de una república liberal de amplias dimensiones geográficas y poder geopolítico. Éste fue adquirido por la república de Venezuela en 1926 por gestiones de los intelectuales Alberto Adriani en Londres y por gestión del Ministerio de Relaciones Exteriores de entonces en tiempos del régimen gomecista Caracciolo Parra-Pérez.

Se trataba de una nación de varios pueblos unidos políticamente en un amplio territorio extendido desde el extremo norte entre el Río Missisipi (hoy Estados Unidos de Norte América) hasta el extremo sur en Cabo de Hornos (hoy Chile y Argentina), al respecto Zeusky y Otálvano (2016) señalan lo siguiente:

Poco a poco, Miranda fue desarrollando su propia gramática política y fraseología republicana. Ello le permitió la construcción de su concepto de América, es decir, de una estatalidad especial que recibió el nombre de Colombeia (más tarde, Colombia). La observación de diversas corporaciones, gobiernos, sistemas políticos y militares fue su prioridad durante sus tres viajes al Imperio Antiguo. Sus ideas políticas sirvieron a los planes mirandinos en nombre de la liberación de América y la configuración de un modelo continental "poscolonial" integrado. Los viajes y los diarios de Miranda convergieron en la principal construcción de la época de un concepto integral americano, cuyos componentes y alcances representan un fundamento para las concepciones históricas de América, en lo que respecta explícitamente a Norteamérica y Suramérica. A la luz de este concepto macro y de las experiencias europeas acumuladas en sus diarios, Miranda evaluó y (re)definió conceptos fundamentales de la modernidad como: derecho, libertad, emancipación, rebelión, tiranía/despotismo, pueblo, república, clase, raza, opresión, esclavitud, independencia, anarquía, revolución, equilibrio de poder en Europa, sistema de salud, bienestar, ley y sanciones. Sus diarios dan cuenta de sus exhaustivas reflexiones en torno a todos ellos.

Las conceptualizaciones de Miranda sobre el poder, el derecho, la Constitución y el Estado surgieron en el contexto del proyecto europeo de la Ilustración y su expansión atlántica. Huelga decir que de allí se desprendieron también las fuerzas de una nueva colonización interna. Sobre esta base reposan las potencialidades y los obstáculos de su propio instrumentarium político, a partir del cual desarrolló su concepto integral de América. Así mismo, la visión mirandina estuvo marcada por componentes clave del liberalismo y del republicanismo militar, como condiciones radicalmente opuestas a toda forma de expresión de la tiranía monárquica europea en conjunto con el despotismo (que en el reino de Federico II se manifestaba a través de opresión, pompa y derroche, leyes sangrientas, miseria, mendicidad, mala gestión e ignorancia) (p. 4).

Posteriormente sería Simón Bolívar quien mejor comprendiera y aplicara en su gestión política y militar las intuiciones mirandinas, así como también creara nuevos conceptos y prácticas teniendo como hitos fundamentales sus propuestas de 1811, sobre todo cuando proclamó "Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos", en 1815 en la Carta de Jamaica destaca en un párrafo que él desearía más que otro en el mundo ver surgir en América la más grande nación del mundo, más por su libertad y gloria que por sus extensión y grandeza; en otras palabras, se puede interpretar que aspiraba el Libertador establecer instituciones fuertes y centrales antes que confederadas que dispersas o débiles

Cuando en 1819 se proclama la Constitución de Colombia desagrega un conjunto de instituciones atinentes al gobierno que retoma en el en el Congreso de Angostura y en 1821 en el parte de la Batalla de Carabobo el Libertador, señala que con esta se ha consumado la libertad de Colombia y en 1826 con el Congresos Anfictiónico de Panamá vuelve a replantear la confederación de naciones sudamericana, de tal manera que sus ideas integracionistas son constantes y en la contemporaneidad y actualidad todas esas proclamas y propuestas políticas fueron retomadas en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la configuración de nuevos organismos para la integración.

Se tiene, por otra parte, que el Libertador Simón Bolívar en 1826 en el proceso de la convocatoria del Congreso Anfictiónico de Panamá señala que se alegra de que los Estados Unidos de Norteamérica no entren a la confederación, porque con su idea hegemónica que posteriormente se llamaría "el destino manifiesto" predijo que llenarían de miseria su Sudamérica en su nombre de la libertad y en esta se debería conservar tres principios fundamentales a saber, la soberanía, la independencia y la autodeterminación delos pueblos; de tal manera que la integración latinoamericana que en la actualidad sigue siendo una demanda importante que comprende aspectos económicos y culturales, tales como la asociación de las naciones respetando la autonomía de cada cual, pero asegurando la paz y la soberanía política interna.

Por eso en lo económico se han desarrollado acuerdos aduaneros, sistema de comunicación vial, aérea y comunicacional, replanteados por los nuevos mecanismos de integración, el Mercado Común del Sur, ALBA-TCP, la CELAC y Petrocaribe que de alguna manera representan mecanismos de superación de los antiguos organismos de poca efectividad, de allí que los retos actuales de la integración supone actualizar los principios bolivarianos y martianos sobre la importancia de la integración de los pueblos. Es decir, destacar de una dimensión de esa realidad más allá de lo económico y comercial, sino que los pueblos con su economía culturales pueda también desarrollar procesos de integración a través del arte en sus diversas expresiones como el libro, el teatro, la poesía, entre otros que resalten la vida y los valores, la dignidad humana, la igualdad de todos, la solidaridad, la subordinación del estado a los derechos de las personas más que lo estrictamente comercial.

REFERENCIAS

Ots Capdequí, J. M. (1941). El estado español en las Indias. Documento en línea. Disponible en https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc0924275, Consulta, 11 de enero de 2023.

Zeusky, M y Otálvano, A. (2016) La construcción de Colombeia: Francisco de Miranda y su paso por el Sacro Imperio Romano Germánico, 1785-1789.Documento en línea. Disponible en http://dx.doi.org/10.15446/achsc.v44n1.61224, Consulta, 11 de enero de 2023.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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