La mentira no opaca ni apoca a la verdad

"Una mentira es una declaración realizada por alguien que sabe, cree o sospecha que es falsa en todo o en parte, esperando que los oyentes le crean, de forma que se oculte la realidad o la verdad en forma parcial o total." (es.wikipedia.org).

"La verdad es la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere​ o la fidelidad a una idea. El término se usa en un sentido técnico en diversos campos como la ciencia, la lógica, las matemáticas y la filosofía. (Wikipedia).

"La verdad está tan obnubilada (...) y la mentira está tan sentada, que, a menos de amar la verdad, ya no es posible conocerla." Pascal.

"Los hombres tienen cautiva la verdad." San Pablo.

"Santifícalos en la verdad". Pedía Cristo para sus discípulos.

"Cooperadores de la verdad". San Juan.

De qué va todo esto, hacia dónde nos conduce la mentira, habrá tiempo para ponerle un parao, no es suficiente el transcurrido desde hace trescientos años, que volvemos por causa de los peores a movernos en el sentido contrario al de las manecillas del reloj. La mentira es todo lo contrario a lo real, es la realidad que se plantea desde el poder, y éste no es más que el secuestro de la libertad de los individuos, por la arrogancia y la deshonestidad de quienes gobiernan los destinos del mundo, pues lo hacen cogidos a la mentira, al engaño, a la manipulación, a la enajenación producto del desconocimiento y la ignorancia, que irrespetan a la gente humilde.

Son los que se la pasan buscando excusas para tapar su irresponsabilidad y mal manejo de las crisis, pues no teniendo con qué, reflejan una pésima gestión, puesta de manifiesto a diario. Venezuela es una totalidad, una nación, no un Estado desde donde se gobierna al antojo de quienes, por circunstancias sobrevenidas, efecto perverso y de ausencia de líderes natos, no hechos a la medida de quienes detentan el poder tras las sombras, que es como hemos vuelto a la absurda forma de resolver los negocios públicos. Para quienes conocemos algo la Historia de Venezuela, la que ha sido tamizada desde la Historiografía, y realizamos aproximaciones de análisis general, favorable a que surja la verdad, si es que tiene algún sentido tratar tan loable misión, porque es una contribución ad honorem por el bienestar del prójimo, del has el bien y no mires a quien; allá cada uno y cada una de las personas y su propia conciencia.

Particularmente creo que las retóricas son necesarias cuando hay posibilidad de ejercer con libertad argumental, sobre los males que se padecen en nuestra sociedad, y la del globo terráqueo, donde estamos inmersos en los últimos tiempos, en los cuales se agota del dualismo, y estamos por pasar como especie de la tercera a la cuarta dimensión; preparándonos para la sexta extinción de la vida en el planeta, a menos que superemos las diferencias creadas para separarnos entre creacionistas y evolucionistas, siendo que son las dos caras de una sola realidad creada a imagen y semejanza de la condición de cada cual, que se inclina hacia uno u otro lado, sin acercarse a la comprensión de que existe u tercer lado excluso que nos permite darnos cuenta de qué estamos hechos y cuál es nuestro destino. Enigma, acertijo, paradojas, metáforas, curiosa mostrando el final.

Creemos que el gobierno  ha sido presa de la corrupción, incrementada desde 2013 y sin control, además de ser embustero, y un fraude ante la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; las leyes le tiene sin cuidado, se ampara en ese dicho maquiavélico de que El Poder Soy Yo, rémora de los tiempos de la colonia, cuando se imponía un soberano distinto al pueblo, desoyendo al pueblo, que siempre fue un actor principal y fundamental en la ecuación, pues dicha fórmula desde el principio estableció, apelando a la dualidad característica en Occidente, y que desde Chávez se retomó en la República Bolivariana de Venezuela.

Hoy volvemos bajo la férula del autócrata, en nuestra jerga historicista, se mienta necesario; consideración ambigua puesto que es dictablanda al estilo de consideraciones como el de la cristiandad, el marxismo leninismo, o el chavismo madurismo, aberraciones para distorsionar la realidad. Seguirse mostrando chavista ante los medios internos e internacionales no es sino pura manipulación de la verdad, es un eufemismo, a la manera descarada de seguir usando el tan manoseado escapulario ajeno, el del asesinado Comandante Presidente Chávez, quien sí asumió con valentía sus errores, y fue honesto como hombre de Estado, no improvisaba y si se equivocaba lo asumía y reconducía al país hacia el sendero del desarrollo y el progreso. El hecho de que entre sus filas se filtraran los desafectos y perversos mal llamados servidores públicos, no le quita el fundamente de haber devuelto el ser venezolano, la dignidad y el trabajo conjunto gobierno pueblo, sin estratificaciones sociales ni segregaciones nacionales.


Chavismo es antitético a madurismo, no honra la memoria del líder, de la imagen de quien supo ocupar el puesto que le fuera asignado por la mayoría absoluta de los venezolanos y las venezolanas, y no la farsa que se quiere seguir vendiendo de sumar restando y multiplicar dividiendo, ese pasticho rancio. Este gobierno es como el cuento del escorpión y la rana, es decir gobierno y oposición, atravesando al pueblo para sus propios intereses de grupos y sectores que se han repartido el poder y mantienen un control sobre la población por un reducido estamento enquistado en los poderes públicos. El líder nato, impulsor del proceso de cambios en Venezuela, promotor de la V República, quien cumplió a cabalidad con las propuestas que planteó, fiel a sus promesas y garante de las esperanzas sembradas en la gente que llegó a apreciarlo y amarlo, con la moral en alto; pues fue un hombre honesto, un militar cabal, un ser altruista, un gobernante que se ganó el respeto en el mundo entero, amado y odiado, y nunca se enfermó por el poder. Y tan obvia fue su sinceridad y entrega, que, ante el temor de sus enemigos, dentro y fuera de Venezuela, de que sería imbatible políticamente, y permanecería el tiempo que fuera necesario para establecer al país con voz y voto propio ante las instancias internacionales, pues levantó el ánimo aborigen, lo mejor del blanco y del negro, y las relaciones internacionales con el respeto y la reciprocidad con todos y todas en el planeta Tierra.

Apostando por los pobres y humildes de la tierra, extensivo sin diferencias, enfrentó a los mayores enemigos de la humanidad en siglos, y se la jugó por entero, exponiéndose a los rigores y calamidades por su entrega total y sin eufemismos, acertó la mayoría de las veces con sus señalamientos directos, y fue la viva voz y el sentimiento de los avatares que han venido al mundo para recordarnos que debe haber liberación. Tales deseos fueron percibidas por los poderosos, y ante tales peligros para sus inversiones e intereses a costa de la pobreza generada y la destrucción del planeta, la aberración desde el propio Estado, la Iglesia y la Propiedad, en cada vez pocas manos, acaparadores y acumuladores de todo cuanto es requerido y demandado por la inmensa mayoría que son los pobres y humildes, los hijos e hijas sin herencia, por violadores y esclavizadores de la condición y la dignidad de los seres humanos, que son los lagartos de uña en el rabo, colmillos y garras, han sometido a apoderarse y pasar a dominar por la fuerza, y que han colocado en los emporios de la economía, el comercio y las finanzas, que mueven el mercado a conveniencia, desde el capitalismo y sus recursos, que gracias a la burguesía continúan hoy, a pesar de estar cerca su declive y desaparición. En esta década y la siguiente habrá que resolver las ingentes cuestiones pendientes, esperemos.

Sé que a Chávez lo asesinaron con el concurso de algunos que están en el gobierno, civiles y militares, y aunque no tengo las pruebas, a los hechos me remito, y apelo a que se me desmienta públicamente si lo que asevero no tiene razón de ser. El magnicidio es cosa corriente entre enemigos, la historia está llena de ejemplos, y por solo nombrar los más cercanos entre nosotros y de otras latitudes, están los casos de Sucre, Zamora, Carlos Delgado Chalbaud y Hugo Rafael Chávez Fría. Y por solo nombrar el más emblemático del último siglo en el seno del propio imperialismo global, el de John Fitzgerald Kennedy, que tocó los grandes intereses corporativos de la mafia, los sindicatos vendidos al mejor postor, y el gobierno corrupto y corruptor; y todavía esperan por su aclaratoria ante propios y extraños. No hablaré de los falsos positivos, del ataque por mampuesto tras haber preparado minuciosamente señuelos o trampas para tener las excusas necesarias para invadir, atacar y destruir vidas y naciones completamente, pues las han dejado en miserables estados, peores a los que habían señalado que eran los males padecidos por sus poblaciones; sobran los casos en el mundo entero.

Hoy el farsante número uno de la política nacional, el mayor embustero y manipulador de Venezuela, la Patria del criollo Bolívar, la de quienes antes y después de él se han esmerado por darle el estatus y sitial que se merece ante el escenario mundial; por la verdad y la libertad, y no las miserables dádivas, un repele luego de haberse hecho con el erario público, con la cosa de todos y todas republicanos de este tiempo de adviento, denigrando la condición y dignidad de la gente, de la población, que son lo más preciado y sagrado, parte indubitable del pacto que es tan antiguo y reconocido por los constitucionalistas, que se estableció para Occidente ya en 1265, refrendado y firmado por los representantes de cada comarca, y el soberano ejecutor del poder real.

Ni qué hablar de la participación en vivo y directo con el protagonismo de todos los habitantes de este territorio de paz y de concordia, a pesar de las diferencias entre socialistas y liberales de nuevo cuño, desde la implantara burguesa por el Estado que nace monárquico y se emancipa e independiza como república con sus instituciones y garantías a partir de 1810 y culminaría en 1824 para la antigua provincia de Venezuela, y cierra en 1829 para el continente suramericano; que asumido en su pleno contexto para entenderlo, fue invisibilizado el pueblo, pues son los oligarcas y caudillos quienes se reparten la nación, y surge el nuevo Estado con Páez. Galeano nos recordaba cómo el mundo ha estado al revés, Jorge Abelardo Ramos planteó la Historia de la Nación Latinoamericana, y antes podemos acercarnos al terruño desde el elaborado discurso jurídico político histórico del planteamiento en los primeros capítulos de La Nueva Constitución Venezolana, 1961, donde con magistral tino, despojado de ideologías, el repaso aportado por Ambrosio Oropeza. Su forma didáctica y la manera pedagogía de exponernos y aclarar lo que significó el desenlace criollo y reencauchado, incorporado a las gestas revolucionarias desde todos los rincones del planeta.

Lo decimos sin ambages ni complejos, estamos reflexionando desde nuevos paradigmas, aplicados de los procesos en que se han involucrado quienes han despejado dudas y errores muy comunes entre quienes sin preparación suficiente se lanzan a hablar de revoluciones, cuando en realidad son apenas y cuando mucho, simples reformas, mal pergeñadas, puesto que son hechas a la carrera, para ir subsanando los errores que son en demasía. Así las cosas, por una parte, plantean la deconstrucción, disolución de las epistemes eurocéntricas, de la descolonización, para en su lugar sembrar las simientes del Socialismo del Siglo XXI. Una aspiración que se quedó en el tintero, a los intelectuales, estudiosos e investigadores, como ha sido una constante, los miembros enlistados en las fuerzas y que ejercen el poder, como son las fuerzas armadas, han vuelto a darle un viraje al sistema, y regresamos al Estado vertical, centralizado y unipersonal, donde se concentran todas las atribuciones, y se toman las decisiones, desde el alto mando, sin que el soberano participe ni protagonice en tales actos.

Del estado de cosas y la depredación salvaje por parte del capitalismo, ahora resulta que hay que unirse a él para derrotarlo, asumiendo su divisa, siendo parte de la burguesía revolucionaria, ser representados por los dueños del capital y los recursos, que, junto al Estado, a quienes el gobierno les ha venido otorgando todas las garantías que se les han ido negando al pueblo. Baste solo con dar razón de lo que ha sido el sistemático despojo de los beneficios logrados en las dos décadas atrás, antes de que asumiera el gobierno el actual presidente, en materia de economía, y con respecto a los sueldos y salarios, a postrado a la mayoría a recibir 3$ mensuales, que con todo y bonos no alcanza a los 50$ al mes. Cuando la canasta básica es estratosférica.

Podemos hablar de cordura, de juicio, se logra entender tales exabruptos, que aplauden claro está, los que se han beneficiado con el gobierno y la oposición; cúpulas al viejo estilo cuarto republicano, la vieja forma de hacer política rancia, y creen que con sus trampas y triquiñuelas se la están comiendo. Claramente hemos visto cómo a la hora de tener que buscar oxígeno ante las instancias internacionales, echan mano de elecciones para contentar a las clases dominantes, pero los resultados están a la vista, y la evaluación es deficiente, no pasan la prueba de los escrutinios. Los cambios son apenas paños calientes, nada que apunte a lo estructural, pues los problemas se agravan, en medio de una pandemia y el bloqueo, que no es tal, pues también se nota que el auge entre los enchufados a estado en boga y a la par de los representantes del poder como en cualquier burguesía embaucadora.

El país sigue siendo marginal, sus dirigentes se han ocupado de hacerlo patente, compitiendo entre ellos en quien hace más trampa y se salta la constitución y las leyes de la república. Con Chávez y el equipo que lo acompañó, con fiel cumplimiento de las obligaciones nacionales e internacionales, de garantizarle al pueblo sus beneficios contractuales, hoy vemos como cada vez se pierden más derechos, por ejemplo, a la jubilación y pensiones dignas, después de un cuarto de siglo por lo menos dedicados a la patria. Más bien ahora se está entregando y privatizando al país, han vuelto el juego de azar, los casinos, el 5 y 6, los hoteles de lujo, los bodegones, para que los nuevos ricos del gobierno puedan adquirir sus insumos, ya que no pueden salir del país, por pender de sus cabezas sendas sentencias por diferentes delitos cometidos contra la cosa pública y el patrimonio nacional.

Asunto aparte están por develarse de las declaraciones de los imputados que están solicitados y a la espera de ser entregados a los tribunales de los Estados Unidos. El pacto entre las nuevas élites y las viejas oligarquías están rindiendo sus frutos, a pesar de que vienen los observadores internacionales, la intervención de algunos desaforados funcionarios públicos, echan por la borda lo que sale de las declaraciones del jefe del Estado, dejando en entredicho quién realmente manda en el país. Vienen cambios de última hora para este mes, y las batallas que siguen son para el adecentamiento de la nación, de volver a la cordura, a darle a cada cual lo que le corresponde. Estamos viendo una salida del laberinto en el cual nos sumergieron luego de la desaparición forzada de Chávez. Resta ahora trabajar en mancomunidad, con el reservorio moral y honesto que existe en Venezuela, que es más que gobierno y oposición, y contribuir a que el próximo año sea de dicha y prosperidad.

Del Referéndum Revocatorio ya habrá tiempo de analizar los posibles escenarios, debatirlo de cara a lo que va a ocurrir después de las restringidas celebraciones que tendremos, con las familias separadas, los hijos lejos de sus padres y con las calamidades para poder conseguir lo que es tradición. Esperemos que exista la posibilidad de revertir tan calamitosas situaciones. Debe ser oportuna la ocasión para hacernos una introspección personal y sacar fuerzas de lo más profundo de nuestro ser. Estas elecciones del 21N, son el anuncio del principio del fin de una etapa en la cual se han trastocado los sentimientos, confundiendo en triunfo lo que solo ha sido una victoria pírrica por el gobierno y el Pesuv. Con toda claridad la evaluación de la gestión de los últimos ocho años de gobierno, las cifras están a la vista, enumeraremos con posterioridad los resultados en próximos artículos.



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Franco Orlando


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