Auditórium

Critica desde Bogotá, a 23 columnistas de Aporrea

Titulo del artículo de marras: "De la autodestrucción cibernética de Venezuela".

Comienzo del artículo: Estimados columnistas de Aporrea. Les envío esta carta desde Bogotá, cada vez más sorprendido con la cantidad de venezolanos que aparecen en las calles de mi barrio, mendigando con un cartoncito algunos pesos, mientras sus niños esperan al borde de la calle, tristes , hambrientos pasando frío.

Mientras tanto, leo con estupor a los 'pensadores de la izquierda chavista' que no salen de un discurso político que envuelve a Venezuela y a los venezolanos en la más grave crisis continental de todos los tiempos.

El surrealista apagón 'cibernético' es el mejor símil de lo que sucede con ustedes socialmente. Mientras cualquier persona medianamente informada en Latinoamérica está perfectamente consciente que lo sucedido con el sistema eléctrico venezolano no fue nada distinto al resultado de una desastrosa y corrupta gestión gubernamental de mantenimiento básico. Ustedes decidieron convertirlo en una enorme mentira de ataque, atentado, fantasioso y novelesco, que les permite pasar de agache con la verdadera responsabilidad política, jurídica, y moral que tiene el chavismo con la autodestrucción del sistema eléctrico nacional. Politizar lo técnico, politizar los errores, politizar la realidad.

Por otra parte leo cada día del deterioro y destrucción de Venezuela; no hay comida, no hay medicinas, no hay servicios públicos, no hay transporte, no hay educación, no hay internet, no hay comunicaciones libres, no hay efectivo, no hay justicia, no hay gobierno. (¿O de pronto hay pero poquito....?) ¨ ¿Estoy equivocado?

Lo que si hay es una camarilla de políticos enquistados en los poderes públicos, rotándose los cargos hace 20 años y demostrando unos niveles de incompetencia insuperables en nuestra América Latina (que es mucho decir)

Hace unos meses les escribí preguntándoles si Venezuela podía seguir existiendo con esos niveles de agresión contra la oposición, desconociéndola, persiguiéndola, torturándola, criminalizándola, estigmatizándola, y buscando su desaparición. Los chavistas aplaudiéndole a Maduro su primitivismo en aras de la defensa de un discurso de autodestrucción de una nación.

Los resultados saltan a la vista. Les está quedando todo muy bien. Mientras tanto, tranquilos que acá los colombianos les mantenemos a sus conciudadanos en los semáforos de nuestras calles. Pueden seguir así otros 20 años, mientras sus supuestos aliados (Cubanos, Chinos, Rusos, turcos, iraníes) les envían tremendos cargueros llenos de insumos. (¿O será al revés?)

Me imagino que ninguno de ustedes ha venido a Bogotá recientemente, para comprobar con sus propios ojos la situación de sus compatriotas. Les recuerdo que Colombia no es un país rico lleno de petróleo y recursos mineros como Venezuela, tenemos enormes problemas que resolver a mucha gente vulnerable. Es tremendamente injusto ver a sus familias tiradas en las calles de nuestro país. Mientras tanto ustedes defendiendo lo indefendible, culpando al ' imperio' de sus cagadas, burlándose o criminalizando a los opositores políticos, y haciéndose cómplices del peor gobierno latinoamericano de la historia. Fin del artículo.

Cordial saludo. Daniel Hernández.

Post Scriptum: Detesto recurrir a la descalificación cuando no se está de acuerdo con la opinión de alguien. Esta opinión-critica arriba descrita, me llego ayer domingo 24 de marzo a mi correo, junto a otros 22 columnistas de aporrea como lo señala la cadena del mensaje.

Numerosos son los comentarios que, casi a diario, recibo de todas partes del mundo en distintos idiomas por mis opiniones en aporrea y que retrasmiten otros portales. Pudiendo ver en cualquier medio de comunicación o red social en el que, en el trascurso de un debate o discusión, una de las partes ataca al contrario utilizando argumentos con los que intenta desacreditarlo por no estar de acuerdo con su ideología.

Esto es conocido como ‘Argumento ad hominem’ que, traducido del latín, significa ‘Argumento contra la persona y se trata de una de las falacias más famosas, utilizadas en múltiples discusiones cuando una de las partes en lugar de rebatir lo que la parte contraria dice y argumentar su postura con algo demostrable que le dé la razón lo que hace es ofender al contrincante.

No solo es utilizado en discusiones, sino que en cualquier conversación entre dos personas conocidas una de ellas en un momento dado no esté de acuerdo con algo de lo que expresa la otra y traté de tener razón con ese tipo de falacia. Esto lo escribo porque vi la repuesta de un articulista de aporrea en la misma cadena, hacia el bogotano en una forma muy ofensiva.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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