El desafío de la Revolución Bolivariana de Venezuela en las parlamentarias del 6 de diciembre para obtener la mayoría de los diputados para la Asamblea Nacional, ante una estrategia neocolonial y de dominación aplicada por el Departamento de Estado Norteamericano en conjunto con los lacayos de la extrema derecha venezolana, que la convierten en símil, a la que usaron en Chile y al patriota Salvador Allende, tal cual, ni más ni menos, para llevar al extremo al pueblo venezolano para que no voten por los candidatos de la Revolución y por supuesto la salida del Presidente Nicolás Maduro.
Se necesita conciencia patriótica y política para no dejar que este proceso se lo lleve el diablo, y regrese el pasado devastador que vivimos en estos cuarenta años de la cuarta república, con los presidentes de la democracia representativa como el de Carlos Andrés Pérez (dos períodos), Jaime Lusinchi, Luis Herrera Campins, Rafael Caldera (dos períodos) y Ramón J. Velázquez.
Quiénes protagonizaron acontecimientos y hechos que removieron y enardecieron a muchos venezolanos y venezolanas, como el gran escándalo del caso Sierra Nevada, buque que se regaló a Bolivia, país que no tiene salida al mar y fue el gran guiso para la época, este caso genero el debate político en el Congreso Nacional si debía enjuiciarse y llevar a la cárcel al Presidente Carlos Andrés Pérez. El único preso por la justicia fue el Capitán de Altura y Abogado Anselmo López Oquendo quien solo realizo el Arqueo del Buque Sierra Nevada y fue recluido en el Reten Judicial del Junquito. Así era la justicia de ese gobierno democrático.
El quiebre del Banco Latino, se conocía como el banco de los "12 apóstoles". Un grupo de empresarios muy cercanos al gobierno de Carlos Andrés Pérez. Sus fortunas se relacionaban con contratos de obras públicas, el comercio, la industria, la banca y medios de comunicación. Una de las entidades más importantes del sector, con una amplísima red de agencias y sucursales y una importante presencia entre los ahorristas. El banco fue víctima de una indetenible sucesión de retiros de depósitos y cierres de cuentas que provocaron la intervención del ente bancario y el inicio de una gravísima crisis financiera.
Para el recuerdo, miles de personas tomaron las calles y protestaban diariamente frente a las sedes principales de la institución, en procura de la recuperación de su dinero, pero el gobierno no respondió a los ahorristas. Estos hechos sucedieron en la administración más corrupta que ha tenido Latinoamérica, el de Carlos Andrés Pérez, llegó a ocupar el 4to lugar en la revista Forbes como uno de los más ricos en la región.
No olvidar compatriota, luego en el Gobierno de Luis Herrera Campins, se desataron varios casos de corrupción como los casos de la carretera a chuspa nunca concluida y se señaló como el gran responsable a Rodolfo José Cárdenas quien presuntamente se pescó el dinero asignado para esta obra, el caso CANTV con Nerio Nery Mago, el caso RECADI donde el único preso fue un chino que se hizo muy famoso por su nacionalidad quien cumplió condena y el más emblemático el caso del Ex –Ministro de Transporte y Comunicaciones con los famosos taxi-metros que fue el gran pimentón de la época, en el cual Vinicio Carrera huyo del país y su caso prescribió. No cumplió ninguna pena por este delito quedando todo en el olvido como si nunca hubiera pasado nada.
En el Gobierno de Jaime Lusinchi, se presentaron episodios inmorales de corrupción como los Jeep del Ministro de Interior José Ángel Ciliberto, las desviaciones de poder en manos de Blanca Ibáñez famosa por ser la Secretaria Privada y barragana del Presidente. Lusinchi raspo la olla de la reservas internaciones por lo cual engaño a todo un país que a través de su Ministro de Información Carlos Croes, logro que calara una gran campaña engañosa que se creyó todo el pueblo y contribuyo con la victoria de Carlos Andrés Pérez en 1988. No pasaba nada, el Poder Judicial no actuaba o simplemente se quedaban las cosas así.
Entre muchos actos y hechos de corrupción que se dieron en estos gobiernos nefastos que sólo beneficiaban a sus amiguitos y amiguitas, pero al pueblo sólo le daban migajas, un 17% al GASTO SOCIAL (salud, educación, vivienda, prestaciones sociales, seguridad social y actividades recreativas comunitarias, entre otras), como así lo denominaban, cosa contraria sucede en el gobierno revolucionarios que destinan más del 60% que reciben de los ingresos del país a la INVERSIÓN SOCIAL para la población más desfavorecidas.
Para aquellos jóvenes, que no vivieron los desmanes de regímenes indolentes de la cuarta república, den gracias a Dios, porque no han protestado por reivindicaciones estudiantiles, como nos tocó en otrora para exigir nuevas universidades, cupos -población flotante-, pasaje estudiantil, comedores y falta de profesores, entre otras necesidades. En el pasado muchas vidas quedaron tendidas en el asfalto caliente a manos de la fuerza policial que dirigían políticos inescrupulosos como Antonio Ledezma.
Muchos de ustedes protestan, ¡Fuera Maduro!, ¡Liberen a Leopoldo! toda una estrategia de inducción por parte de derecha maltrecha, que los han tomado como carne de cañón para sus beneficios en las diferentes guarimbas que han hecho en Venezuela desde el 2014-2015 (no son todos).
Ahora bien, tenemos un golpe continuado en contra del presidente Nicolás Maduro, con una guerra económica cruel de desabastecimiento, especulación y acaparamiento, asimismo, han magnificado los problemas que atraviesa el país, tanto a lo interno como en el extranjero, donde han logrado desmoralizar al pueblo, con el único fin de dividir las fuerzas políticas de la revolución para minar la confianza que se tiene en este proceso de cambio que Chávez instauró en Venezuela. La oposición extrema está jugándose todas las cartas para ganar las elecciones parlamentarias, por ello, busca penetrar en aquellos débiles ideológicos que muerden el peine.
Hacemos un llamado a todos aquellos leales al legado de Hugo Chávez, que están confundidos o dudosos que se pongan al frente para consolidar la unidad de la revolución y lograr el objetivo de llevar la mayoría de los diputados a la Asamblea Nacional.
