Legado de Hugo Chávez (II)

En artículo anterior señalamos que uno de los grandes sueños de Hugo Chávez fue lograr educación de calidad para todos y todas sin distingos de ningún tipo. En cuanto a la educación universitaria, la expandió en todo el territorio nacional por medio de la estrategia de la municipalización: Misión Sucre. Los institutos universitarios tecnológicos que se transformaron en Universidades Politécnicas Territoriales, UPT, son hoy, la base para los Centro de Creación Intelectual a los cuales también podrían unirse las, sedes de la UBV, y los núcleos o extensiones de las universidades experimentales. Serán centros para cumplir con la función social de la ciencia y el desarrollo tecnológico y de esta manera contribuir al cambio de una sociedad rentista a una sociedad productiva.

Las UPT tienen una larga experiencia en la formación de Técnicos Superiores en las distintas áreas del conocimiento, y los Programas Nacionales de Formación que están gestionando, fueron seleccionados para cada UPT de acuerdo a su experiencia previa en determinados ámbitos científico-técnicos Por ello, las UPT tienen las condiciones para poner en práctica ese gran proyecto que implica formación, creación intelectual, e interacción con las comunidades. Habida cuenta que si bien la creación intelectual incluye a la llamada “investigación científica”, también comprende la literatura, el arte, las humanidades y todos los aportes que “lo no científico” puede dar a la ciencia. Las UPT están llamadas − y están capacitadas − para desarrollar tecnologías y especialmente, tecnologías sociales. No abrigamos duda alguna.

La creación intelectual, la formación y la interacción con las comunidades, constituyen los procesos académicos que la universidad desarrolla para contribuir con la consecución de sus fines, entre los cuales, el servicio al pueblo es esencial. Entre otras posibilidades de producción de saberes y conocimientos, la creación intelectual incluye a la investigación y la transciende, porque abre espacios para la teorización, la innovación, la generación y transferencia de tecnologías, la creación científica, artística y la reflexión filosófica, sin la cual no hay brújula.

En la educación de posgrado, la creación intelectual debe constituir el centro de atención del respectivo programa de formación, especialmente, en las Maestrías y en los Doctorados, cuya finalidad es la formación de investigadores e investigadoras, en las áreas prioritarias para el desarrollo nacional. Se trata de superar la separación o disociación entre producción social y uso del conocimiento. Para ello, el concepto de pertinencia social ayuda a comprender que la investigación y la creación intelectual deben dirigirse a lograr sinergias entre educación y producción social en áreas estratégicas para el desarrollo económico y social, orientar y fomentar capacidades de co-producción que favorezcan la generación y el intercambio de conocimientos y saberes entre las universidades y las comunidades, para cooperar con la solución de los problemas más acuciantes del pueblo venezolano. (Castellano y otros. Bases para la trasformación de los Programas de Posgrado de la UNESR, 2012. p.p.49-50).

Ello exige cambios en las formas como ha sido entendida y asumida, hasta el presente, la relación formación-investigación e interacción con la sociedad, en las que ha prevalecido el individualismo, la verticalidad, la fragmentación, el pensamiento único y la subordinación a intereses foráneos. Esos cambios suponen relaciones basadas en el aprendizaje colectivo que implica horizontalidad, diálogo de saberes, apertura a diversas teorías, enfoques y métodos, y la búsqueda, desde nuestras raíces, de una sociedad justa y solidaria. En este sentido, la construcción de redes interactivas puede sin duda, contribuir a enriquecer y potenciar los cambios, y lo haremos porque es exigencia social, histórica, académica y exigencia del pueblo.

Las UPT bajo su propia conducción deben iniciar cuanto antes el diseño y desarrollo de programas de formación avanzada conducentes a los títulos académicos de Maestría y Doctorado, porque ya tienen suficiente personal formado en el cuarto nivel que le permite “volar por sí solas”. En coordinación con la Dirección de Formación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, donde reposa el proyecto “Hacia la Construcción del Subsistema para la Educación Avanzada y la Creación Científica, Técnica y Humanística” (Castellano y otros, 2006) es factible avanzar junto con el Ministerio de Educación Universitaria en la creación de los Centros para la Creación Intelectual. ¡Adelante!


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María Egilda Castellano A.

Profesora fundadora y ex-rectora de la Universidad Bolivariana de Venezuela

 castellanome@yahoo.com

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