¡Cuidemos Caracas!

No nos cabe la menor duda que en las elecciones del domingo 14 de abril, las fuerzas bolivarianas y chavistas se impusieron sobre las fuerzas contrarrevolucionarias de la oposición. Y como consecuencia de ese triunfo irrefutable, que la directiva opositora pretende desconocer llevada por motivaciones ajenas a la cuestión electoral, el compatriota Nicolás Maduro es el Presidente legítimo de la República Bolivariana de Venezuela para el período constitucional 2013-2019.

Trasfondo político

Quienes lideran a la oposición están conscientes de la veracidad de los resultados de estas elecciones pero, sin embargo, han optado por desconocerlo por el apremio que tienen de reconquistar el poder político del país debido a la presión que en ellos ejercen los círculos de poder imperialistas, realmente, desesperados por ponerle la mano, nuevamente, a las ingentes riquezas nacionales, particularmente, a las de origen hidrocarbúricas (petrolíferas y gasíferas), tan apetecidas por el imperialismo estadounidense tanto por razones económicas como por factores de naturaleza estratégicos geopolíticos.

Los imperialistas precisan de esos recursos naturales para, en primer término, aumentar, ampliamente, sus ganancias económicas y financieras cubriendo, además, el déficit energético que desde ya comienza a tener su aparato industrial y el modelo de vida depredador que lo caracteriza, que, en estricto sentido, es lo que más les interesa y, en segundo término, pero, no por ello sin relevancia vital geoestratégica, para obstaculizar o impedir que las economías emergentes, en especial, la china, con la cual Venezuela ha tejido una alianza estratégica, tengan acceso a unos recursos que les son prioritarios para satisfacer, así mismo, sus crecientes demandas energéticas.

Y en el orden geopolítico, el imperialismo, y las fuerzas contrarrevolucionarias del continente, tienen urgencia de truncar un proceso que como el bolivariano ha servido de inspiración y de potenciación a los pueblos hermanos de Nuestramérica para asumir un auténtico camino de soberanía, progreso y bienestar. Por eso liquidaron a Chávez y ahora vienen, a toda costa, a querer cobrar la presa que le es tan apetecible, en la creencia de que la ausencia física del Comandante ha debilitado al Proyecto Bolivariano, en su capacidad de conducción y de movilización del bravo pueblo venezolano.

Ya los resultados electorales les demostraron a los depredadores imperialistas y a sus lacayos locales el error de cálculo que tuvieron. La conducción firme e impecable que ha tenido del gobierno y del país, el Presidente Nicolás Maduro, en estos primeros días de gestión les señala, también, que sus apreciaciones han estado erradas, que las enseñanzas de Hugo Chávez Frías tuvieron hondo calado en la dirección política y, particularmente, en el pueblo venezolano, cuyo comportamiento ha sido ejemplar al no caer en las provocaciones que con sus desmanes criminales han propiciado los grupos fascistas que actúan en el seno de la oposición.

Este es el trasfondo político que reviste las acciones destempladas y por demás irresponsables que están adelantando los líderes opositores. La idea que los anima es aplicar una estrategia de desgaste que pasa por intentar desprestigiar el sistema electoral venezolano, tan ponderado en el mundo, mantener en jaque a las instituciones, al gobierno y a la sociedad, debilitar la majestad presidencial e impedir que en el país se desenvuelva la vida de manera estable; propugnando que los venezolanos se mantengan en un sobresalto permanente, en el intento de generar un estado de zozobra que les permita un desenlace insurreccional, como el ensayo de la noche del 14 para el 15 de abril, cuando asediaron y quemaron sedes de CDI y de PDVAL, locales del PSUV y casas de funcionarios públicos, trancaron vías de tránsito y atropellaron a centenares de ciudadanos en diversas ciudades del país, con el saldo lamentable de 9 fallecidos, todos militantes de la causa bolivariana, y más de 70 heridos. Esta situación responde a un plan orquestado por la dirigencia opositora en connivencia  con agentes encubiertos de las Agencias de Inteligencia y de desestabilización imperiales. Por supuesto que el gobierno bolivariano, la FANB, las fuerzas revolucionarias, los movimientos sociales, es decir, el patriótico pueblo venezolano sabrán dar la respuesta pertinente, orientados e inspirados en el ideario bolivariano y chavista y apoyados por la fuerza moral y política de los pueblos y gobiernos latinoamericanos y caribeños.

Caracas ¿la roja?

El éxito de cualquier estrategia insurreccional, al margen del signo político que la oriente, en un país como Venezuela tan concentrado densa y políticamente, pasa por someter o controlar Caracas, capital de la República y sede de todos los Poderes Nacionales.

En los actuales momentos quienes se plantean una salida política de esa naturaleza son las fuerzas contrarrevolucionarias de la oposición que, por cierto, por la vía electoral han venido acumulando una significativa fuerza en  la Gran Caracas, integrada por el Municipio Libertador y los cuatro Municipios del Eje Metropolitano del estado Miranda; situación por demás preocupante porque dota a estas fuerzas retrógradas de una capacidad de movilización relevante que ya han evidenciado en diversas oportunidades.

Si nos detenemos en los resultados de estas últimas elecciones, observamos que en estos Municipios, Capriles obtuvo una sumatoria de 1.031.869 votos mientras el candidato bolivariano sumó 859.431 votos, una diferencia sustancial que discernida por Municipio se expresó de la siguiente forma:

Municipios

Nicolás Maduro

Henrique Capriles

Libertador

651.062 Votos

611.359 Votos

Baruta

34.128 Votos

139.152 Votos

Chacao

10.079 Votos

48.902 Votos

El Hatillo

7.096 Votos

33.004 Votos

Sucre

157.066 Votos

199.452 Votos

Total

859.431 Votos

1.031.869 Votos

Este cuadro nos indica que la oposición tiene una mayoría ostensible en los cuatro Municipios Metropolitanos del estado Miranda, mientras que la diferencia a favor de las fuerzas bolivarianas en el Municipio Libertador es estrecha, con el agravante que se ha venido achicando a medida que se  suceden elecciones.

La ventaja bolivariana en el Municipio Libertador como podemos observar en el cuadro anterior es de apenas 39.703 votos lo que indica una importante merma diferencial si tomamos como referencia las elecciones presidenciales de octubre 2012 en las que Chávez le ganó al mismo Capriles por 130.850 o de diciembre 2006 en las que el Comandante se impuso sobre Rosales por una diferencia realmente abrumadora de 271.041 votos. Ciertamente nuestro candidato ahora no fue Chávez, pero la realidad es que, lamentablemente, ya nunca más lo será; esta es la situación que hay que afrontar con toda la contundencia que la situación amerita. La Caracas roja la estamos perdiendo. La contra ha venido acumulando de manera creciente una fuerza social en esta área vital del país que la puede utilizar en función electoral pero también en aras de una estrategia golpista insurreccional, dependiendo de las circunstancias o mejor de los planes que tengan para un momento determinado. En estos momentos, luego del avance electoral que obtuvieron todo indica que se están aprestando para una acción insurreccional teniendo como excusa la supuesta razón de que se le birló el triunfo al candidato lacayo proimperialista, cuando el motivo verdadero es el desespero imperial de querer  truncar, en lo inmediato, el proceso bolivariano para enseñorearse de nuevo en la patria de Bolívar y de Chávez.

Evitar este panorama nada auspicioso para los intereses del país y del pueblo venezolano es tarea prioritaria de los revolucionarios venezolanos. Se impone revisar muchas cosas, reajustar otras tantas y reimpulsar todo lo que haya que  reimpulsar con tal de encontrarnos nuevamente con el sentimiento del pueblo caraqueño. Necesario es la permanencia de Caracas la roja en el marco de la revolución bolivariana. Cuidemos la Caracas roja, revolucionaria, bolivariana y chavista.

*miguelugas@gmail.com; miembro de la coordinación nacional del MoMAC y asesor del Movimiento de Trabajadores de la Economía Popular (MOTEP)



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Miguel Ugas

Miembro de la coordinación nacional del MoMAC

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