¿Quiere que se odie a la Fuerza Armada?, haga lo que hace el rector de la Unefa

Hoy pasé por  la Unefa-Mérida en mi camino al Consejo Universitario de la ULA (el verdadero nido de escorpiones de esta ciudad). Estaba el personal militar en la entrada del recinto, al igual que en el estacionamiento. A pesar que el propio presidente Chávez ha insistido reiteradamente que la Unefa es una universidad, no una institución militar, el Rector de la misma, General Wilmer Barrientos, ha ido despolitizando la institución (mostrando sin embargo una cara de “revolucionario” a los ojos del presidente), pactando en los hechos con la contrarrevolución que sigue vivita y coleando allí, y aplicando un disciplina militar que vacía de contenido lo que debe ser una institución de educación universitaria, y que pretende ser revolucionaria. Así, lo que logra, obligando a los estudiantes de la Unefa portar a rajatabla un uniforme (sin preguntarse si tienen la plata o no para comprárselo, en una clara política de exclusión), el pelo corto (!!otra ridiculez!!), las profesoras y personal administrativo sin escotes (solo pecan las mujeres, por supuesto, en un ejercicio de misoginia) y los profesores su corbatica (porque eso por arte de prestidigitación los hará más “serios” y académicos”) , es un enorme rechazo al componente militar, tan esencial en la vida republicana.

Si no me creen, les muestro un ejemplo: lo que logró la iglesia católica con sus colegios exclusivos, de elite, con una disciplina asfixiante, de viejas beatas que ven pecados en todas partes, fue lograr ateos por camionadas, seres acomplejados y narcisistas, que ahora abominan de su religión. Eso es lo que están logrando las presentes autoridades del “Liceo Militar Unefa”: rechazo a la revolución socialista, asco de todo lo que sea militar, el reforzamiento de valores ambiguos donde la apariencia y no el contenido es lo que vale, el no cuestionamiento de las estructuras sociales y de poder donde se le prohíbe la discusión dialéctica del mundo (!incluyendo la Unefa!), y un sin fin de distorsiones que ya las estamos pagando ¿Quiere usted que alguien tome aversión a la física o la matemática? Hágalo como en los liceos actuales: formulas que no se dominan y números que no se entienden, pero donde el estudiante vomita en un examen lo “aprendido” sin discusión.

Me duele lo que está ocurriendo en la Unefa. Me duele esta revolución. Me duele que se estén cometiendo errores garrafales de preescolar, donde no hay laboratorios para formar un ingeniero, no hay una sistema de inscripción en línea para los estudiantes, ni hay forma de que alguien responda los teléfonos en la sede central de la Unefa en Caracas, pero donde sus autoridades viajan por todo el país en una parodia de asambleísmo que pretende emular las del comandante Chávez, dejando un sabor de fraude, por lo vacuo del discurso, y donde hasta el “material de apoyo” que se le presenta a los estudiantes, bajado de internet, es de una muy dudosa reputación gringa.

¿Por qué hemos perdido fuerza y capacidad de convocatoria? Allí tenemos uno de sus tantos orígenes.

(*) Profesor Universidad de Los Andes

juancv@ula.ve



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