Verdades incomodas de una victoria

Verdad que asusta, que haya tanta gente incapaz de razonar por un instante lo que escuchan de sus “líderes”, que no se fijen en las cosas que en perjuicio de ellos mismos que son pueblo, no pueden ser causadas ni promovidas por el Estado, como por ejemplo la especulación, el acaparamiento y la delincuencia. Será que no se preguntan... ¿A este gobierno le beneficia que exista la inseguridad, la inflación y el desabastecimiento?.

Hay que reconocer, que mucha de la gente encargada de impedir estas problemáticas dentro de la revolución, tiene un negocio redondo cobrando comisiones y matraqueando, siendo parte fundamental en el sostenimiento y desarrollo de estos flagelos, haciéndolos irresolubles, y en eso el Estado sí ha demostrado incapacidad para conseguir una fórmula que impida tanta corrupción, por ejemplo los mafiosos dentro de los cuerpos policiales y judiciales, que cobran para soltar a los delincuentes culpables y confesos que detienen o custodian, o los mafiosos dentro de CADIVI y SUDEBAN que asignan dólares y bonos a los grandes capitales, así como el solapamiento en casos de fraudes y que por esto reciben jugosas comisiones, a los mafiosos en el INDEPABIS y el SENIAT, que tiene hasta 10 veces sus sueldos mensuales con el matraqueo constante, y no debemos dejar de mencionar los mafiosos dentro de MERCAL, PDVAL y los Bicentenarios que sacan los productos para venderlos al mejor postor.

A veces por el solo hecho de hacer su trabajo cobran comisión, no solo el que cae en estos actos es culpable. El mismo hecho de no saber en quien confiar dentro de los organismos encargados de procesar a estos delincuentes, da pie a que la corrupción se multiplique al convertir a los cómplices por omisión en potenciales autores materiales.

Es cierto que el problema no sólo es de falta de aplicación de justicia, es la falta total de honradez y el exceso de superficialidad, tener lo que se desea por cualquier medio, porque la imagen lo es todo y ser rico es bueno, el fondo del problema, la ausencia absoluta de valores, principios y moral, cosa por las que Chávez luchó hasta su último aliento.

Debemos aprovechar que una buena parte de los más de 7,5 millones de chavistas, impediremos que el sueño de nuestros libertadores Bolívar y Chávez sea mancillado, y demostrar que ser chavista es ser justos y honrados.

@marcanoserrano


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Juan Carlos Marcano Serrano


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