Si usted viaja de vacaciones a Suiza por dos semanas, es difícil comprender que estamos ecológicamente equivocados en la Tierra, porque en todo el precioso ecosistema europeo de Suiza, se percibe un grandísimo respeto ambiental hacia todos los recursos naturales, y es tan exageradamente limpio el entorno suizo, que podríamos llegar al 0% de contaminación ambiental.
Gente suiza bebiendo agua deliciosa de los ríos como si fuera agua mineral, gente suiza bañándose en lagos que huelen a pétalos de rosas, gente suiza reciclando hasta el gas vapor del último tren suizo, por eso me preguntaba ¿Realmente estoy en la Tierra? ¿Acaso estoy en el Cielo?
Pero cuando abandonamos la belleza ecológica de Europa y regresamos a nuestros pueblos de América Latina, podemos encontrar espacios naturales como ríos y lagos donde el exagerado desequilibrio ecológico, puede llegar a promediar el 100% de extrema contaminación ambiental.
Por ejemplo, vamos a mencionar el legendario Lago de Maracaibo, que aunque es el lago más extenso de Sudamérica, también es el lago más contaminado de Latinoamérica, debido a que toda la basura industrial y todos los desechos sólidos urbanos producidos en el occidente de Venezuela, terminan siendo arrojados en las aguas tóxicas y nocivas para la salud del completamente contaminado Lago de Maracaibo.
Y la terrible contaminación ambiental del Lago de Maracaibo, simplemente refleja la constante suciedad ecológica que podemos percibir en otros grandes entornos naturales de América Latina, como en el Lago Cocibolca, el Lago Titicaca, el Lago de Chapala, el Lago de Tota, el Lago San Pablo, el Lago Ypacaraí, el Lago Nahuel Huapi, el Lago Villarrica y el Lago de las Tulipas.
Actualmente, todos los lagos de Latinoamérica realmente son estercoleros marinos, pues millones de kilos de heces fecales producidas a diario por los ciudadanos latinos, terminan ensuciando los cuerpos naturales de agua dulce y de agua salada, que yacen en nuestros territorios latinos.
Mientras usted está leyendo el presente artículo, toneladas de basura se arrojan en los principales ecosistemas de América Latina, y toda la basura huele al rojizo estiércol quemado del infierno.
Mientras usted está leyendo el presente artículo, toneladas de amor se siembran en los principales ecosistemas de Suiza, y todo el amor huele a las rosas del arcoíris cultivado en el cielo.
Surge la inevitable pregunta ¿Por qué en Suiza todo es tan ecológicamente limpio y por qué en América Latina todo es tan ecológicamente sucio?
Una respuesta rápida y sencilla, incluye la falta de políticas ambientales sostenibles y sustentables, la ausencia de conservacionismo en la mente y en el corazón del latinoamericano, y la falta de celeridad judicial para castigar penalmente los abusos ambientales en nuestros territorios.
Sin embargo, los suizos no viven en Júpiter y los latinoamericanos no vivimos en Mercurio, ya que tanto suizos como latinos vivimos en un mismo planeta llamado Tierra.
De nuevo surge una inevitable pregunta ¿Por qué los suizos son tan ecológicamente conscientes y por qué los latinoamericanos somos tan ecológicamente inconscientes?
Tras hacer la pregunta, empezamos a comprender que la conciencia juega un papel fundamental tanto a nivel social en cada país, como a nivel personal en cada ciudadano que vive en ese país.
La cultura de un país se establece a partir de la conciencia social de cada ciudadano, y tras la conciencia social aparece la idiosincrasia, que expresa el comportamiento ambiental del pueblo.
Por desgracia, la cultura latinoamericana ha sido fuertemente golpeada por un salvaje proceso de transculturación, donde socialmente se valora más lo de afuera y se desvalora más lo de adentro.
En el caso particular de Latinoamérica, la transculturación ha perjudicado nuestro sentido de pertenencia, generando un sentido de inferioridad cultural al compararnos con las culturas extranjeras, lo cual produce la llamada mentalidad tercermundista típica del Tercermundismo.
En el pasado, los venezolanos no valoraron el esfuerzo de nuestros pueblos originarios indígenas, quienes cuidaron y defendieron las ancestrales aguas del Lago de Maracaibo, hasta que llegaron las multinacionales petroleras que explotaron y amargaron el sabor de sus aguas, y que derramaron miles de litros de hidrocarburos en las contaminadas aguas del Lago de Maracaibo.
En el presente, ningún venezolano es capaz de beber agua del Lago de Maracaibo, porque sabe que el lago está completamente contaminado por la basura mundana que el mismo venezolano lanza conscientemente en sus aguas, y el venezolano sabe que si se atreve a beber agua del Lago de Maracaibo, terminará enfermando su cuerpo con vómitos, náuseas, diarrea y gastroenteritis.
En el futuro, el tercermundista venezolano soñará con viajar a la Suiza del Primer Mundo, y muy probablemente el venezolano no se atreverá a contaminar los ríos y los lagos suizos, no porque aprendió a respetar los recursos naturales de la Madre Tierra, sino porque el venezolano sentirá que vivir en Europa es mejor que vivir en Latinoamérica, y por inconciencia será consciente.
Definitivamente estamos ecológicamente equivocados en la Tierra, porque si el suizo es obligado a abandonar su Suiza del Primer Mundo, y si el suizo es obligado a vivir en la Venezuela del Tercer Mundo, seguro que el suizo empezará a tirar basura en las calles y también comenzará a contaminar todos los días las aguas del Lago de Maracaibo, por culpa de la frustración personal y del resentimiento social que sentirá tras abandonar su limpio suelo suizo del Primer Mundo.
Entonces comprendemos que el suizo nunca fue más limpio que el latino, y que el latino nunca fue más sucio que el suizo, porque los suizos realmente no tienen Educación Ambiental, pero protegen sus recursos naturales por sentirse del Primer Mundo, mientras que los latinos tampoco tienen Educación Ambiental, pero ensucian sus recursos naturales por sentirse del Tercer Mundo.
De nada sirve la cultura, la conciencia y la idiosincrasia, si la Educación Ambiental no acompaña a esa cultura, a esa conciencia y a esa idiosincrasia, porque solo con la Educación Ambiental podemos garantizar que tanto los suizos como los latinos, realmente cuidarán y defenderán los recursos naturales de sus países, sin importar si ellos son del Quinto Mundo o del Noveno Mundo.
Es difícil pensar que el Lago de Maracaibo pueda llegar a una descontaminación ambiental del 100% pero cuando empezamos a soñar con reducir la contaminación de sus aguas al menos en un 5% entonces estamos empezando a teorizar la Educación Ambiental, y cuando ponemos en práctica estrategias ambientales positivas para reducir la contaminación, por ejemplo, no lanzando basura en las aguas del Lago de Maracaibo, entonces estamos empezando a practicar la Educación Ambiental, porque realmente la Educación Ambiental es la primera semilla que fecunda el árbol.
Un árbol es un símbolo de la paz mundial porque expresa pacifismo, y una pistola es un símbolo de la guerra global porque expresa violencia. Dicen que la paz no puede nacer, crecer y reproducirse en tierra bañada por la sangre de guerra, pero sabemos que la flor de Adelfa y el árbol de Alcanfor, resistieron y sobrevivieron a la bomba atómica estadounidense que destruyó a la ciudad japonesa de Hiroshima, por eso para curarnos del cáncer mental del capitalismo que todos sufrimos, debemos recordar que con la paz podemos renacer espiritualmente de la tragedia.
Sabemos que seguimos ecológicamente equivocados en la Tierra, pero aquí estamos compartiendo palabras de esperanza para un Mundo que debe despertar su capacidad de discernimiento, porque ya nosotros vivimos y estamos a punto de ser vencidos por el Sol, pero las nuevas generaciones de Seres Humanos, son los brillantes ojos de los niños que aprenderán de los errores de sus padres, y vivirán por la eternidad en una nueva Tierra ecológicamente verde, sostenible y sustentable.
Nunca nos gusta ser corregidos en la vida, nunca nos gusta tomar el borrador y volver a escribir el significado del orgullo y la soberbia, nunca nos gusta llorar de madrugada y aprender la lección por la mañana, pero creo que a nadie le gusta ver llorar lágrimas de sangre a su madre, y por amor a una hermosa Madre Tierra llamada Pachamama, hoy es un buen día para cambiar tres espinas de guerra por una nueva rosa de justicia y paz ambiental.