Si el comité noruego, con esa movida magistral que hizo, al concederle el Premio Nobel de la Paz a María Violencia, logra con esa jugada que la Machado conjure la invasión y deje de trabajar en asesinatos, guarimbas y golpes de estado de manera que Venezuela siga el camino de la paz sin mas interferencias, habrá que evaluar la posibilidad de que le concedan el Premio Nobel de la Paz al Comité noruego.
El mundo quedó en shock al saberse el veredicto favorecedor a la venezolana sin que haya habido información abundante y previa sobre su postulación.
En el norte, Donald Trump, quien ya había comprado la champaña creyéndose merecedor y ganador del titulo, amaneció con acidez estomacal y un despecho gigante como no había sentido ni en su niñez ante algún juguete que papi no le compró.
Mientras, en el caribe, desde el sótano de la embajada gringa María Corina entra en pánico al saber que con esa adjudicación corre peligro su asilo voluntario en la sucursal del cuartel de los súper amigos, segura de que la primera reacción que tendrá Trump en su berrinche será desalojarla de ese sótano donde "se esconde" a la luz del público en general.
Con este galardón en la mano, o en el cuello, si es una medalla pa colgar, la Machado tiene la obligación de llamar al catire del norte y exigirle que apunte sus barcos para otro sitio, que su país es territorio de paz y que los problemas internos se resuelven en casa sin intromisiones ni amenazas.
Este galardón a la Machado favorece tanto a la paz del país que pareciera haber sido logrado por algún negociador del gobierno para neutralizar a María Violencia en su empeño en pedir invasiones y bombardeos a su patria, este galardón deja a la Machado sin posibilidades de acción violenta y la obliga a enfrentar a su socio para que retroceda en su intensión de invadir.
Esta respuesta de hoy por parte del comité noruego es mas efectiva para conjurar la inminente invasión que la reunión del Consejo de Seguridad, solicitada por el gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela.
El comité noruego para el premio Nobel, sentó y atornilló a la líder de la violencia en Venezuela, a la silla de la paz, en esas condiciones y aspirando a que la susodicha llame a la paz y trabaje para la paz, entonces la paz reinará por fin en nuestra amada Venezuela y desde aquí, en agradecimiento, promoveremos se conceda el Premio Nobel de la Paz 2026 al comité que asignó el premio en 2025.
