No hay un capitalismo mejor que otro. El capitalismo es un instinto depredador, autónomo de la voluntad individual, tiene su propia lógica, el capital se acumula y se concentra en pocas manos mientras el resto de la sociedad es explotado física y espiritualmente, puesto a su servicio. No existe un capitalismo democrático, lo que existe es una democracia capitalista, falsa, un cambio periódico de quienes vigilan y garantizan la desigualdad social, "cambiar para que nada cambie".
En el proceso de restauración de la cuarta república el intento de democracia socialista adelantado por Chávez fue desviado hacia la misma lógica de manipulación de la democracia burguesa, aislando y sacando de su juego electoral a las corrientes avanzadas o verdaderamente revolucionarias de la sociedad, inhabilitándolas, inclusive persiguiendo y encarcelando a sus representantes. Hoy, el partido de gobierno es otro partido clientelar y una oficina gubernamental más, que obedece a las disposiciones del presidente y los que están a su servicio, y el llamado "poder popular" es un apéndice de ese partido, el cual alimenta de burócratas a la administración pública, como clientes que compran cargos con su lealtad y viceversa El poder popular autónomo del partido y del gobierno central no existe, a pesar de Chávez y su perseverancia en democratizar el poder en la sociedad y diluir poco a poco el Estado burgués. Los restauradores maduristas ahora mismo rescantan el clasico bi partidismo entre dos caras de una misma moneda política.
Se vuelve a plantear la retoma del poder por los socialistas e intensificar la lucha clasista, la definición clara de los bandos ideológicos en pugna en una revolución socialista verdadera.
¿Por qué verdadera ?, ¿por qué socialisa?. Verdadera porque el madurismo vende a los ojos y oídos de la gente la idea de que su gobierno es un gobierno socialista y de dirigentes socialistas, pero para fines electorales, sin embargo complace los intereses capitalistas. Destruyó las conquistas de Chávez y construye e invierte para el sistema capitalista de producción y explotación, privatizando la economía (y todo lo que pueda ser privatizado).
En una revolución socialista verdadera no hay excusas para renunciar a la lucha, que es una lucha de principios, de clase, política ideológica, existencial.
Las excusas de Maduro y el madurismo para renunciar al plan de Chávez y al socialismo han sido diversas, pero las más argumentadas han sido: la "guerra económica", que, según ellos, les impide seguir adelante con los cambios socialistas - como si el capitalismo estuviera obligado a ceder sus espacios al socialismo sin pelear, o no fuera la misma revolución una "guerra económica, social y espiritual" -. La otra excusa ha sido la paz. Pero no existe una revolución social que se con el consentimiento de aquellos a los cuales se les quita el poder político y de los que todavía tienen el poder económico de facto, no lo van a ceder con un decreto o un cambio pacífico producto de unas elecciones; se trata de una lucha de clases, larga, de resistencia, donde se pelea a muerte, en sentido figurado y literal. Y las últimas excusas, las más recientes han sido las sanciones y el bloqueo norteamericano, formas de presión que ejerce el imperio del norte sobre los burócratas maduristas y sus políticas asistencialistas, seudo socialistas, donde el sacrificio siempre cae en el más débil, sensible para el gobierno por ser la base social y electoral que lo sustenta, y los gringos lo saben. Poco le importa al imperio (a los imperios) el destino de los pobres.
Maduro y el madurismo representan otra forma de reacomodo del capitalismo frente al ensayo socialista de Chávez. El peligro era y siempre será Chávez, no en vano lo mataron; Maduro representa el reacomodo capitalista. Pero con Maduro el capitalismo no se ablanda ni se suicida.
En China el capitalismo cobró una forma más depurada, China se convirtió en el centro de producción capitalista más eficiente del mundo absorbiendo capitales, empresas, tecnología, métodos de explotación de la mano de obra y explotación de los recursos naturales. Y métodos de "intervención" para la conquista silenciosa de todas las regiones del planeta. Se trata de capitalismo pero también de un imperialismo con miles de años de tradición y sabiduría. El comunismo chino no existe, así como no existe el ruso. El comunismo chino es otra forma de fuegos artificiales, de opio, de ilusión para sedar con esperanzas a las masas explotadas y políticos distraídos… Pero el capitalismo bueno no existe, ni en China ni en Venezuela… Si no lo creen, pregunten a los trabajadores chinos, consulten las estadísticas de suicidios y sobre los métodos para evitar las muertes en las fábricas. ¿Por qué crece la economía?, porque aumenta la explotación de los pobres y se agotan los recursos naturales. Y esto sin hablar de las consecuencias en la vida natural del crecimiento económico, de los graves problemas ambientales que genera el modelo de explotación capitalista.
Quizás el problema más serio y grave que tienen los políticos hoy es la visión doméstica y personal de los problemas. Chávez fue otra cosa, Chávez fue un destello de esperanza.
Volvamos a Chávez y al socialismo.