Rastros del tiempo (LIII)

El Origen del Libro: Un Viaje a Través de la Historia de la Escritura y la Impresión

El libro, tal como lo conocemos hoy, es el resultado de un largo proceso evolutivo que se remonta a los tiempos del surgimiento del conjunto de costumbres, ideas, creencias, cultura y conocimientos científicos y técnicos, que históricamente han caracterizado a los grupo de la sociedad, a través de la evolución humana, que es lo que hoy conocemos como "civilización". La historia del libro está íntimamente ligada al desarrollo de la escritura como una necesidad humana de preservar la memoria histórica y transmitir el conocimiento.

La escritura surgió como una forma de registrar información de manera más eficiente que la tradición oral. Los primeros sistemas de escritura, como los jeroglífos egipcios y la escritura cuneiforme sumeria, eran logogríficas, es decir, representaban palabras u objetos mediante símbolos. Estos sistemas eran tan complejos y requerían un largo aprendizaje, por lo que su uso estaba restringido a una élite de escribas del momento.

Con el tiempo, los sistemas de escritura evolucionaron hacia formas más genéricas y fonéticas, donde ya los símbolos representaban sonidos, en lugar de objetos. El alfabeto fenicio, que surgió alrededor del siglo XI a.C., fue un importante avance en la evolución de la escritura, ya que sentó las bases, para los alfabetos griego y romano, que a su vez dieron origen a la mayoría de los alfabetos utilizados en la actualidad. Los primeros libros no eran en nada parecidos a los libros de la modernidad. En el antiguo Egipto, se utilizaban largos y frágiles rollos de papiro. En Mesopotamia, se utilizaban tablillas de arcilla, que eran más duraderas, pero también más pesadas y voluminosas. En Grecia y Roma, se utilizaban tanto rollos de papiro como tablillas de cera.

En el siglo I d.C. surge el códice, que es el formato que define al libro manuscrito, de cierta antigüedad y de importancia histórica y/o literaria, que consistía en hojas de pergamino o papiro, cosidas juntas y encuadernadas. Este formato era más fácil de manejar y almacenar, que los rollos, y permitía escribir en ambas caras de la página, similar al formato que mantienen los libros en la actualidad, aunque en sentido estricto, según opinión de especialistas literarios, sólo puede aplicarse este término, a los libros manuscritos anteriores a la invención de la imprenta.

La invención de la imprenta de tipos móviles por Johannes Gutenberg en el siglo XV, revolucionó la producción de libros. Antes de la imprenta, los libros se copiaban a mano, lo que los hacía caros y escasos. La imprenta permitió producir libros de forma más rápida y económica, lo que generalizó el acceso al conocimiento. El primer libro impreso por Gutenberg fue la Biblia, que se considera una obra maestra de la imprenta. Luego la imprenta se extendió rápidamente por toda Europa, y en pocos años se imprimieron miles de libros, sobre una amplia variedad de temas.

En la actualidad, el libro se enfrenta a nuevos desafíos y oportunidades en la era digital. Los libros electrónicos y los audiolibros han ganado popularidad, y la lectura en línea se ha convertido en una práctica común. Sin embargo, el libro impreso sigue siendo muy valorado, por su belleza, su tacto y su capacidad de crear una conexión especial con el lector. El libro, en todas sus formas, sigue siendo una herramienta fundamental para la transmisión del conocimiento, la difusión de la cultura y el enriquecimiento personal. Su historia es un testimonio de la creatividad y la perseverancia humana, y su futuro es tan prometedor como su pasado.

El 23 de abril fue proclamado Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor por la UNESCO en 1995. La elección de esta fecha se debe a que coincide con el fallecimiento de tres grandes escritores: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. La idea surgió en España, en Cataluña, donde el 23 de abril se celebra el día de San Jorge, patrón de la región, y es tradición regalar una rosa y un libro. La UNESCO adoptó esta costumbre para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual a través del derecho de autor.



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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