Docencia Amena

Otra reflexión hacia el Cicpc con el paso de Bolívar hacia la inmortalidad

Nos toca recordar y, no sólo a los venezolanos como directos herederos de su gesta emancipadora, sino también le corresponde a buena parte de ese mundo que vive y sufre por la verdadera libertad como todo pueblo se lo merece, tras lo ocurrido aquel 17 de diciembre de 1830, en la Quinta de San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Colombia.

En ese entonces se apagaba la llama de un ser con extraordinarias dotes humanas adquiridas y forjadas en un medio que era de su propia naturaleza y que gracias a hombres y mujeres de alta bondad y sólidos principios a su alrededor pudo labrarse el camino de quien fuera llamado Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacio Ponte y Blanco, nuestro Padre de la Patria.

Al cumplirse un aniversario más de su paso hacia la inmortalidad nos corresponde la intrépida tarea de saber en cuántas instituciones, en Venezuela, cuyas oficinas principales se observa en paredes la variedad de tamaños de cuadros o afiches del Libertador, mayormente vestido de militar, en la que su imagen supone lleva implícito la figura de un ciudadano ilustre cuya admiración debe despertar patriotismo y defensa de las causas más nobles y justas. En todo caso, nos hemos preguntado si en estos tiempos ¿hay significado por ser digno representante estándose dentro de las actividades políticas civiles, siendo parte de un componente militar o ser miembro de alguna organización policial? Desde luego, Bolívar es un ejemplo perdurable a seguir para cualquiera de las generaciones venidas y a futuro.

Y en ese particular hay que destacar que el Bolívar de la "moral y luces son nuestras primeras necesidades; moral y luces son los polos de una república.." nos está costando verlo en muchas instituciones públicas se haga sentir. La vigencia de ese pensamiento persiste cada vez más. Algo, que en el fondo, preocupa en vista de la agobiante manera como nuestras peticiones, solicitudes y atenciones se vuelven instrumento de perniciosas acciones antes de verse cumplida en una ejecución de trabajo. ¿Y por qué tiene que fallar la cultivación integral de funcionarios y funcionarias quienes al prestar juramento ético se deben a la eficacia de los diferentes cuerpos de seguridad del Estado? Evidentemente nos toca referirnos a grupos sin ideales claros y solo controlados por impulsos arribistas decididos a obviar toda conducta vaya a favor de las leyes, empezando por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

En el caso de transitar en la actualidad por una nación asediada de todo mal a causa de acciones corruptas y en especial cometidas por un número de funcionarios policiales que se dicen ser leales a los principios democráticos, justicia y paz nos encontramos fuera de orden.

De este modo elevamos en nombre del sagrado deber de informar basándonos en el Art. 57 de la CRBV, siendo parte también de una institución pública y a la cual cumplimos cabalmente como docente de la República Bolivariana de Venezuela que nuestra denuncia ante el CICPC en la delegación Las Acacias en Valencia por hurto se sirva a ser tratada y pase a Fiscalía como es el debido proceso y no se estanque tal cual se mostró en las dos últimas visitas a cada una de ellas en busca de reparar el daño ocasionado sobre bienes personales y en el cual se favorece al denunciado por acuerdos oscuros. Dicho sea de paso, y en la cual nos incluimos ¿cómo quedaríamos ante la opinión en general si hasta hemos realizado análisis sobre seguridad ciudadana y seguridad pública? Entonces estaríamos dando razón a la dimensionalidad que han tomado las bandas de acción criminal formadas gracias a estas eventuales anomalías investigativas hasta convertirse en lo que conocemos hoy en más de una barriada.

Indudablemente nos hemos valido del Art. 55 de la CRBV buscando lo que consideramos era lo honrado y lo que debe asistir a todo ciudadano pero como se ha descrito acá las repuesta y aclaratorias sobre nuestra denuncia queda en letra muerta. Es así como salimos al paso diciéndole pues al director a nivel nacional del CICPC Douglas Rico que tras operaciones exitosas por cualquiera de los delitos y crímenes cometidos en la geografía nacional o dentro de su competencia sean resuelto y sean publicado o posteado por alguna de las redes sociales también es pertinente sea tomado en cuenta las irregularidades o los casos que termina siendo viciados por actos inescrupulosos

Como socialista, republicano, bolivariano, ciudadano, educador, comunicador siento una pena infinita. La corrupción no nos puede carcomer de tal modo y es que luego de presenciar y compartir una efeméride que recuerda la partida de un venezolano ejemplar como la del Libertador Simón Bolívar no queda otra que profundizar sus hazañas, obras, personalidad y su gran amor a esta tierra. Debemos insistir en rescatar ciudadanos probos y comprometidos con causas nobles y soberanas. La corrupción debe extirparse como todo cáncer.



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Brígido Daniel Torrealba


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