Sancionados

El imperialismo en su etapa de mayor desarrollo y paradójicamente, del momento más cercano al ocaso, sin embargo, cuando se trata de detener el avance libertario de los pueblos, activa todos los resortes institucionales del mundo para aislar a los países que se salen de su órbita de control. Es el caso de Venezuela y su gobierno bolivariano. Chávez se propuso hacer una mudanza de la Venezuela cuarto republicana hacia un horizonte basado en la independencia, la soberanía y la libertad de este pueblo. Esto generó un maremoto en los poderes fácticos mundiales que consideraban al país cómo un proveedor seguro de materias primas bajo el control exclusivo de las élites mundiales.

Luego de la independencia del imperio español, el imperio gringo ya con su doctrina Monroe bajo el brazo, conspiraba para hegemonizar el control en el subcontinente; para lograrlo era necesario arrasar con las ideas bolivarianas y robinsonianas de autonomía e independencia; los mecanismos de control mundial diseñados e impuestos por el imperio se combinaron para lograr ese control sobre el país durante largo tiempo y a costa de la derrota de las ideas bolivarianas. Nos impusieron un modelo dependiente en alto grado, desmontaron cualquier iniciativa que representara un peligro de autonomía e independencia nacional, usaron la ciencia y la tecnología en función de ese control, "en el mundo de los ciegos, el tuerto es rey", con esa premisa nos impusieron las falsas conseja del "modelo americano", vendiendonos a bajos precios sus teorías de "desarrollo". El "desarrollo" impulsado por los imperialistas en nuestros países no es más que una gran mentira, nos convirtieron en factoría de materias primas y mano de obra barata, se aliaron con los políticos de su gusto, combatieron toda iniciativa de carácter nacional y en lo económico nos estrangularon al punto de causarnos el peor daño haciéndonos pensar que éramos ricos y "en vías de desarrollo" cuando la realidad era todo lo contrario; el petróleo en vez de ser palanca de desarrollo nacional se convirtió en el cementerio pasivo de "las casas muertas", la novela de Miguel Otero Silva o bien en el Mene de Ramón Díaz Sánchez. El petróleo desactivó la posibilidad de consolidar al país en un desarrollo integral que explotara de manera equilibrada sus potencialidades, por ejemplo: La agricultura, la biodiversidad, la minería y un sistema económico pensando a lo interno, a lo endógeno, todo esto lo lograron con la cooperación directa de los políticos que hoy desde la derecha nos critican, llaman dictador a Maduro y piden sanciones contra el país, disfrazadas de "sanciones contra el dictador".

Aunque durante la colonia la agricultura fue la herramienta para el surgimiento de "los grandes cacaos", es decir, los mantuanos, ó "los amos del valle", la burguesía criolla, admiradora y defensora del malinchismo, hizo del pitiyanquismo su alter ego y con la determinación de los conversos combatió a todo aquel que quiso rescatar lo propio, ni siquiera fueron capaces de diseñar un proyecto que les permitiera seguir siendo "los grandes cacaos" y se conformaron con ser los empleados de los dueños del mundo, es decir, de los poderes fácticos del planeta. Bolívar fue convertido en un héroe de bronce para celebrarlo sin sustancia, nuestros libertadores fueron convertidos en figuras que solo eran útiles para la retórica vacía, en fin, acabaron con nuestra identidad.

Esto afectó a toda la sociedad, desde la derecha hasta la izquierda, el dogmatismo hizo estragos y se impuso hasta que llegó "el indio" Chávez y nos despertó del letargo bolivariano que como dijo el poeta, "despierta cada cien años", aunque esta vez casi dura doscientos en somníferos sueños de la nada, aunque no podemos negar que siempre hubo valientes que intentaron "tomar el cielo por asalto" a riesgo de ser considerados unos majaderos o locos, fue Chávez que nos acercó a la opción real de poder sin prejuicios ni miedos. En este escenario se pretende consolidar hoy la revolución bolivariana con una visión objetiva y realista de nuestra verdad histórica, sin andarnos copiando de nadie. No es casual que Obama, representante de los poderes fácticos del mundo, nos catalogara de "un peligro inusual". Ciertamente que la revolución bolivariana es un verdadero peligro para quienes pretenden sostener a costa de la extinción de la humanidad sus tesis locas. Cuando Fidel Castro comenzó a plantear este asunto le llamaron loco, ahora hasta la ONU reconoce que "el loco" tenía razón, hay que parar el mundo capitalista para poder salvar la humanidad, el problema ahora es ¡¿Cómo?!

Pues la revolución bolivariana implica muchas cosas que ha desubicado al imperio en su narrativa anticomunista de otrora; un ejemplo claro es el tema de la democracia. El imperio se apoderó del discurso democrático pero nunca lo aplicó, ni siquiera para sus conciudadanos, es así cómo el sistema "democratico" estadounidense, para referirnos al país bandera del capitalismo mundial, y que obtuvo mayores réditos luego de la 2da guerra mundial, a pesar que quienes más murieron fueron los soviéticos; el imperio consolidado creó una arquitectura de gobierno universal que hoy insiste en hacer práctico y dócil, con trajes a la medida de los intereses corporativos que son los que realmente mandan en el planeta arrasando con su prepotencia el clásico concepto de estado-nación. Las corporaciones se apoderaron del sistema económico mundial, manipulan a su antojo la actividad financiera, especula a placer y nos condena a millones a ser "genéticamente pobres", aunque se nos asigne el rimbombante concepto de "en vías de desarrollo"

En un escenario de estas características lo adecuado es articular con gobiernos progresistas y pueblos del mundo, incluyendo al estadounidense, en una plataforma que ejecute políticas gubernamentales donde le sea factible, es decir, donde se tenga el gobierno, y que combata la injerencia e imposiciones en donde no sea posible ejecutar políticas soberanas porque el pueblo no detenta el poder de las instituciones pero si el poder de la opinión.

Las sanciones de los poderes fácticos imperiales golpean a los pueblos rebeldes como el nuestro fundamentalmente en lo económico, esto genera un caldo de cultivo favorable a la conspiración política y los pueblos que no cuentan con capacidad de fuego para defenderse son arrasados, chantajeados y muchas veces doblegados. En este orden de ideas, los pueblos deben contar con instrumentos políticos que articulen a sus fuerzas armadas en un proceso revolucionario de cambio de sistema en perfecta unión cívico-militar...pueblo-ejército gobernando. Es lo que ocurre en Venezuela en alto grado, aunque falta mucho aún, el ejército bolivariano al fin se encuentra en la senda bolivariana y esto automáticamente lo conecta con el pueblo transformador. Ahora bien, se requiere igualmente construir una arquitectura económica, cultural y educativa para la transformación; tomando como principio aquello de que "no habrá república sin republicanos", pues no habrá socialismo sin socialistas. Ahora, Chávez nos enseñó que deberíamos preguntarnos siempre ¿Donde está el socialismo? refiriéndose a las ejecutorias de un gobierno llamado socialista. Chávez nos habló de la construcción de un nuevo mundo con nuestras propias manos, no de esperar a que la "lógica" de la crisis se imponga y derrumbe el sistema, incluso Marx señaló que "ninguna clase dominante se suicida", para aquellos que les encanta los dogmas y que a veces acusa y dispara sin pensar cualquier iniciativa fuera del librito como anatema.

El sistema capitalista lógicamente está en crisis; vive una crisis moral terrible, no se hable de la economía, la discriminación social, la pobreza, el consumismo y un largo etcétera. No olvidemos que los capitalistas le buscan salidas a sus crisis, dedican millones al estudio sociológico para encontrar salidas que perpetúen su modelo, desde las más razonables hasta las más descabelladas están en su mesa de evaluación. Los pueblos y los gobiernos revolucionarios igualmente deben dedicarle mucho esfuerzo a estos temas. Pasa la batalla al área de la geopolítica en donde el imperio se atrinchera protegido por sus "leyes internacionales" que solo tienen que respetarlas los pobres. El país hegemón que es EEUU se impone a los demás países capitalistas, la vieja Europa se rinde a las imposiciones estadounidenses, o mejor dicho, a las corporaciones que dirigen ese estado, mala noticia para los eurocentristas de toda pelambre, me imagino que ahora no dicen que "hay que saltar el charco" para ser culto. El concepto de estado nación hace rato desapareció del código capitalista, el estado es usado como corporación para moverse en el concierto internacional pero el verdadero poder es de las corporaciones monopólicas, que se les ha señalado como poderes fácticos. Toda la arquitectura jurídica internacional se somete a las decisiones estratégicas de los poderes fácticos del mundo, por ello no deja de preocupar aquello que corre por allí de la propuesta del club bilderberg de "eliminar" algo así como dos mil millones de habitantes de la tierra. En conclusión, esto significa la "construcción" de unas cuantas guerras en el mundo, lo que nos lleva, sin ser muy acuciosos a suponerse que la guerra será parte de el gran negocio de eliminar a esos dos mil millones de seres humanos y la punta de lanza de esas guerras será EEUU y sus satélites de la OTAN, Israel, Colombia, etc.

Fijémonos en las inmorales sanciones contra Venezuela, no hay tribunal donde recurrir porque son tan arrastrados los llamados "organismos multilaterales" que el jefe hegemón se da el tupé de pararle bolas solo cuando le conviene, llámese ONU, llámese CPI, llámese como se llame el "organismo multilateral". Esto plantea un gran reto para los pueblos que luchan por su liberación. Un reto en todos los aspectos: el económico, el cultural, el educativo, el tecnológico. ¿Cual será el resultado de esta batalla en el reacomodo mundial del capitalismo, que se plantean los ideólogos del sistema? Éstos (los ideólogos del sistema) antes se conocían, esgrimían sus tésis públicamente, ahora ni se sabe. ¿Sabemos realmente qué están pensando los poderes fácticos del mundo para salvar su sistema capitalista? Quizás haya detalles pero poco o nada se conoce y muchas cosas hay que dejarlas a la conjetura, pero, como dice el dicho popular "piensa mal y acertarás".

La humanidad se enfrenta ciega a una batalla por su sobrevivencia y no conoce los planes verdaderos de sus adversarios, los poderes fácticos... Todo esto nos lleva a plantearnos nuevos retos y nuevos senderos. Construir una estrategia universal que desmonte los planes de los poderes fácticos que se mueven en corporaciones llamadas "informativas", instituciones "educativas", organismos de "derechos humanos" que no son otra cosa que meros mecanismos de dominio imperial. No podemos ante este escenario asombrarnos por el surgimiento de Trump y sus concepciones supremacistas. La pregunta es ¿Quien controla y regula los poderes fácticos? ¿Acaso confiamos en que un grupo de super millonarios se conduelan de la humanidad y nos permitan existir? En esos crudos términos nos debemos plantear las cosas a pesar de parecer fatalistas.

¿Qué papel debe jugar Venezuela y la revolución bolivariana en este escenario mundial? He allí el gran debate de hoy, he allí la clave para plantearnos el futuro. Chávez nos habló de la contribución al equilibrio del universo. Bolívar lo prefigura al referir al istmo de Panamá "como el corintios para los griegos", equilibrio del universo... Nos preguntamos ¿En qué otro momento histórico hemos necesitado de más equilibrio que ahora? Sin duda alguna el mundo se mueve hacia un punto extremadamente peligroso para la especie humana. El surgimiento de pandemias, entre ellas la del hambre, la de las enfermedades en general pareciera que no tiene fin y en el capitalismo es imposible erradicarlas; al inicio de la pandemia escribimos algo que quizás nos ilustre https://www.aporrea.org/ideologia/a291377.html por ello, la necesidad de convertir al país en un faro de humanidad en todos los órdenes es vital.

El acceso de miles de millones de personas a medicinas y alimentos, al agua dulce, a un ambiente no contaminado, etc, son las batallas del socialismo de hoy. Un modelo económico que permita una distribución cada vez más equitativa forma parte de la humanidad. "la multiplicación de los panes", principio cristiano, es cada día más urgente y está comprobado que el pan no se cuece con oraciones, aunque éstas tiemplen el espíritu para hacer un buen pan, pero no bastan, hay que marchar a lo concreto. Demás está demostrar lo perverso de un modelo económico que concentra solo en pocas manos la riqueza a costa de condenar al hambre a miles de millones y que el hambre sea, precisamente, un gran negocio.

Definitivamente que en un país donde el pueblo de a pie esté pensando estas cosas, el imperio dirigido por los poderes fácticos están obligados a sancionar, y por eso estamos sancionados ¿Qué nos queda? Nos queda proteger a nuestro pueblo logrando producir todo lo elemental, uniendo voluntades en un proyecto nacional, lo tenemos, inclusivo absolutamente de todo aquel que esté dispuesto y quiera salirse de la bota fáctica mundial, activando los puntos estratégicos para lograrlo (los objetivos) en corto tiempo; marchar hacia una recuperación real del nivel de vida de la población y la erradicación total de la pobreza y la exclusión, ¡tenemos con qué!. Pues transformemos esa consigna en una realidad. Construyamos ya un sistema político cada vez más democrático, radicalmente democrático e inclusivo. Arrasemos con las odiosas discriminaciones en todos los aspectos de la vida y organicemos de tal forma a la población que nos permita en tiempo real conocer sus necesidades vitales y creemos una gran misión para contabilizar la deuda social histórica para con el pueblo venezolano, esto bajo el concepto de que el que menos tiene se le adeuda más. Creemos un sistema productivo fundamentado en la alimentación, la agroindustria basados en los principios chavistas de Propiedad, producción, distribución y consumo que nos eleve la consciencia social y del deber social. Rompamos de una vez con el peso muerto de la cultura especulativa que es producto del carácter parasitario del sistema capitalista en su máxima expresión. Consolidemos un sistema político inexpugnable en unidad perfecta cívico-militar. Creemos un polo científico tecnológico que sea capaz de producir para la vida, no para la especulación y el consumismo. Es un gran reto sin duda y una gran batalla pero estamos seguros que este pueblo estará a la altura de darla, solo falta la decisión política de echarle bolas y ¡Venceremos!.



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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