Esa fue una frase que me dijo un camarada, cuando recibía planillas para el Censo Alimentario -“A los escuálidos no se les debe hacer llegar el censo para la bolsa de comida. Mira cómo se burlan de nuestro Comandante, cómo bailaron sobre nuestra agonía por su partida. Muchos de ellos festejaron a puerta abierta, cuando Maduro nos dio la fatal noticia. No hay nada que me enfurezca tanto, que la injusticia y de paso se meten con Chávez, sin beberla, ni comerla”-
Esa expresión, que salió, tan abruptamente, se siente por todos los rincones de Venezuela. El que se sienta hijo de Chávez vislumbra que su nivel de tolerancia está a punto de desbordarse.
Es cuando trato de colocar las palabras, muy válidas del compañero, en varios contextos de nuestra historia y le pregunto: ¡Padre, qué harías tú en este momento, cuál sería la mejor respuesta a este compañero que se siente pequeño ante tanta arremetida de la derecha! y tu brisa fresca me lleva a los tiempos de Bolívar, Negro Primero, Sucre, Miranda y termina en estos tiempos de Chávez. A ese Chávez hastiado de tanta injusticia contra aquel pueblo golpeado y golpeado, nos golpeaban, se sublevó contra un sistema que estaba asfixiando a las personas más pobres y asumiendo sus acciones mandó a deponer las armas a sus compañeros, porque “POR AHORA las condiciones no estaban dadas”
Ese mismo hombre llegó a ser Presidente y revolucionó a toda Latinoamérica.
Su famoso “Aquí huele azufre” lo inmortalizó en la ONU. Siento que todo Presidente gringo, que llegue a ese lugar, le retumbará en lo más profundo de sus convicciones, las palabras de ese valiente venezolano, que no se le arrodilló a ningún imperio, él logró que los pueblos despertaran.
Luego, casi nos lo matan y es cuando regresa con su Crucifijo al aire. Todos pedíamos la cabeza de los que mancillaron la presencia del Libertador, los que hicieron una cacería de brujas arremetiendo contra la Embajada de Cuba, de los Ministros y todo aquello que oliera a Revolución o a pueblo.
Luego entendí que su decisión fue la perfecta para ese momento. Recordemos que había barcos de guerra de los EEUU y estaban listos para traspasar nuestras fronteras, con la excusa de traer la paz y tranquilidad a Venezuela.
Luego fue el Sabotaje Petrolero.
La oposición jamás ha pensado en el bienestar para el pueblo y es tan triste encontrar en sus filas a personas que nunca tuvieron algún beneficio con los adecos y pompeyanos. Que pasaron hambre y sus casas las construyeron con latones que les daban para las paredes y techos de zinc, acordonando a Caracas en la miseria total.
Hoy muchos de ellos han sido beneficiados con viviendas dignas, luego de un derrumbe o cuando, los ríos de Vargas decidieron cobrar su paso llevándose a todo y a todos por delante.
¿Que tuvieron que esperar por una casa?, claro eso ningún gobierno lo había previsto y fueron llevados a lugares donde las familias estuvieron juntas y alimentadas. Hasta en Miraflores, el Presidente Chávez, les hizo un espacio.
La historia no ha sido mi fuerte, muy cierto, pero no estamos hablando de la segunda guerra mundial, ni de cómo Roma fue destruida bajo fuego. Estamos hablando del siglo XXI, o sea hoy.
Hay personas, que aún siguen esperando, que las quimeras ofrecidas por las transnacionales, esas que “No dan puntada sin dedal” que son las que dirigen, hasta al Presidente de los EEUU, les llegue con el carro último modelo, el celular más grande, la Tablet súper espléndida y de esa forma ellos solucionan sus vidas. Olvidando, como siempre lo pide Obama, la historia del cómo fue que pudimos llegar a estar sin la bota de cualquier imperio.
Les llevó diecisiete años para formar a sus robots, nunca pensaron que tardarían tanto. Vieron en el venezolano, alguien muy fácil de engañar, craso error. Aquí seguimos levantados y con el puño al aire, en homenaje a nuestro Presidente Chávez.
Hoy nos tienen con una Guerra económica o como digo yo, un Golpe económico, donde el pueblo está siendo probado en su más íntimo sentimiento patriótico.
Luego de reflexionar, me doy cuenta que Bolívar luchó, una y mil veces por todos los venezolanos, al igual que todos nuestros Héroes patrióticos. Chávez llegó al pueblo porque pensaba en cómo ayudar al venezolano y cuando digo venezolano quiero decir, Capuletos y Montescos, o sea todos los que nacieron o viven en Venezuela desde hace años.
Es cuando volteo y le digo al compañero – No podemos ir contra la idea que asumieron esos hombres y mujeres, que lucharon por nosotros. Ellos no fueron egoístas, ellos quisieron libertar a toda la Nación. Nosotros no podemos ser menos que ellos, por lo menos debemos llegarles a las botas para que sepan que no fue inútil su muerte y su sacrificio.
Mañana estaré censando a todo aquel que quiera recibir la ayuda que el gobierno ofrece. No se le preguntará si está con el proceso o en contra. De ellos dependerá si aceptan o no la ayuda alimentaria.
Carmen Pacheco
carbeatriz@hotmail.com
¡Chávez Vive!
¡La Patria Sigue!