¿Y por qué no participaron?

Quedan dudas muy serias sobre el talante democrático de la oposición. El estado venezolano realiza un esfuerzo muy serio –simulacro electoral del 18 de octubre de 2015— para que los "actores políticos" muestren sus "músculos" para la movilización política. Ayer los partidos que intervienen en el evento electoral para elegir a la nueva Asamblea Nacional --el próximo 6 de diciembre— debían lucir sus maquinarias. Pero no participaron. Esta decisión debemos analizarla a fondo.

Realmente no entiendo, voceros calificados de la MUD han señalado a los cuatro vientos que las encuestas electorales los favorecen ampliamente, casi duplican a los partidarios de las candidaturas del Gran Polo Patriótico. Allí están los números publicados de Dataanalisis, Ivad (Venebarómetro) y otras que no son del caso presentarlas. Aquí viene el asunto misterioso. Si el comando de campaña de la MUD sabe de esta intención electoral, entonces, ¿por qué dejó el escenario del simulacro electoral al PSUV y sus aliados?, ¿por qué no firmó el reconocimiento de resultados que aprobó el CNE?, ¿por qué el secretario general de Voluntad Popular dijo que sólo respetarían los resultados que arrojarán las actas que manejará ese partido transcurridas las votaciones? Y paremos las interrogantes porque son muchas.

Lo miro de diversas formas y no encuentro causas razonables para tal actitud. No voy hacer aquí un panegírico del proceso electoral venezolano, tal vez el más auditado en buena parte del "mundo conocido". Recuerdo todavía las denuncias de la oposición sobre fraudes electorales, pero sé que nunca presentaron pruebas para demostrar sus acusaciones. Pero, hay que admitirlo, voceros de los partidos democráticos más grandes de la MUD (AD y Primero Justicia) han señalado que la vía para acceder al poder es mediante el proceso electoral. Surgen entonces las evidentes contradicciones entre los dos sectores que conviven en la MUD, aquellos que creen en "salidas" inconstitucionales y otros que predican el camino democrático. El problema que los primeros siempre terminan imponiéndose en los momentos cruciales de la reciente historia política del país.

Algunos venezolanos dirán que eso es falso, que todos los factores de la MUD son democráticos. Pero ¿cómo olvidar a un derrotado candidato presidencial llamando a la calle a su gente para demostrar su arre…? O los anuncios de otros para que sus seguidores estuvieran en la calle hasta que el Presidente Maduro renunciara, en una abierta y descarada actitud golpista e inconstitucional. Después de las derrotas y del rechazo del país hacia estas acciones violentas e ilegales, salen los "mansos corderitos" de la misma MUD a predicar el camino electoral. Entonces, ¿cómo creerles? o ¿a quién creerle?

José Vicente Rangel lo ha escrito y reiteradamente ha dedicado espacios en su programa televisivo: le preocupa el 6-D en la noche. Como todo venezolano racional, que crea en la paz y en la democracia, un líder de opinión de su talla insiste en el peligro latente de esa noche. En lo personal comparto el temor de Rangel. Veo los elementos que dibujan desde ya situaciones impredecibles. Allí están los hechos, no los inventamos ni son productos de nuestros miedos: la oposición no firma el compromiso del CNE, a pesar de que dicen que están ganando. No muestran sus "cañones electorales" en un domingo en que todos los ojos del país estaban escrutando el escenario del simulacro. Siguen insistiendo en una estrategia de "saboteo de bajo perfil" en sectores clave del país: sistema eléctrico, ataques a puestos policiales, asesinato selectivo de agentes de seguridad, ataque financiero mediante las metrallas de "dólar today" y otras que espero no se cristalicen. Por cierto, José Vicente Rangel denunció que se prepara un escenario parecido al paro petrolero del año 2002.

Entonces, ¿cómo creerles a los dirigentes de la oposición que se cubren con el manto de la paz y la legalidad? Tal vez por ello el Presidente Maduro anunció al cierre del simulacro electoral que "tiene lista mil celdas en Guárico" para aquellos que se les ocurra transitar de nuevo vías insurreccionales para llegar al poder.

¿Qué debe hacer el venezolano de pie? En primer lugar, tomar conciencia de la difícil situación que vivirá el país durante los últimos días de este sufriente año 2015. No quiero ser alarmista, creo seriamente en los planes que deben tener las fuerzas de seguridad para el evento electoral venidero. Pero de que vuelan, vuelan. Y para terminar como buen llanero, digo: cuando suenan las piedras en el río, hay que tomar previsiones… y posiciones. Ningún partido político tiene derecho a perturbar la paz de los venezolanos, dejemos que hablen los votos, como corresponde en un país democrático y de paz.

suarez.nelson2@gmail.com



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

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