Tanto va el cántaro al agua hasta que se revienta

Bastaba con que lo dijera el prestigioso Walter Martínez, para que los incrédulos prestaran atención a lo que muchos vienen observando y alertando desde hace mucho tiempo. Tal actitud demuestra que un gran numero de venezolanos sigue dándole crédito sólo a las grandes figuras sobre todo extranjeras, minimizando su propio intelecto, restándose meritos y negándose siempre la capacidad de gobernarse. Por eso podemos escuchar fuera de toda lógica que la inversión privada es mas eficiente y productiva que cualquier intención similar por parte del Estado y siempre pregunto a los que sustentan esta aberración ¿qué puede diferenciar a un gerente de un lado y del otro? Para mí, la ética y el respeto por si mismo, la moral en todo su sentido; acción que los grandes revolucionarios han dejado a un lado tal vez por el ego o por el miedo a ser superados.

Pero como los acusados y acusadores guardan silencio, sobran las opiniones, crecen las elucubraciones, rumores y tergiversaciones, yo tengo las mías y quiero compartirlas con ustedes:

“La Lámpara de Diógenes”, como lo referí algunas veces, desenmascaraba y desmentía a muchos funcionarios que comenzaban adornando su gestión pensando que lo que tenia adelante eran los disciplinados integrantes del partido y se equivocaban muchas veces porque cuando le tocaba a los vecinos salían las verdades que a más de uno se les dijo en su cara. ¿cuántos no quedaron enemistados con Diógenes por esto? Tal vez Diógenes también cayó en una trampa y algún denunciante era falso, siempre hay gente que se aprovecha de las debilidades humanas.

“Dossier”, el mismo caso de Moncada, todo sale a la luz pública cuando es atacado personalmente, confirma que si hay disfrazados que pretenden ahogar este proceso. Los delincuentes de Moncada, silencio en la noche; esperemos que los de Walter no sufran del mismo manto oculto. Sin embargo, su soberbia lo llevo a cometer un error grave; cuando se esta trazando una estrategia internacional lo menos oportuno es que salga un internacionalista respetado como él, a desmentir o crear duda a la imagen que se viene mostrando en el extranjero.

Sin ideales no hay revolución que valga, por más que hagan unos cuantos que al parecer se han rodeado de clase, olvidando el socialismo y a muchos Bolivarianos valiosos. Jugando al reformismo, los manejadores de gente han convencido a los dueños del poder, que el pueblo no esta preparado todavía para tomar una decisión acertada, por eso debe imponérsele a quien los representará y comprenderá aunque no lo conozcan o tenga tiempo sin visitar su terruño y hoy después de años sin verlo, pretende resolver sus problemas.

La Revolución Bolivariana es de todos los soñadores de la Patria grande, sin embargo hemos dejado que la secuestren unos pocos y si no la retomamos cuanto antes, cuando ellos se vayan solo quedaran pedazos y otra esperanza sepultada.

Cínicamente hablan de participación y niegan las elecciones primarias, si el pueblo supiera que su miedo es tan grande que hasta los secretarios generales de los partidos se postularon para diputados ya les hubiera parado el trote desde hace rato, por eso evitan por todos los medios la organización de la gente y la aprobación de las leyes que le permitirían ejercer parte de ese poder del que se adueñan bajo engaños y mentiras.

Ojalá exista la formula para cumplir con mi deber de ciudadano y con mi derecho de votar por el que creo se lo merece sin traicionar mis principios Bolivarianos. Eso si, de no presentarse las circunstancias favorables, preferiré votar nulo antes de hacerlo por algún escuálido opositor o disfrazado. Creo que es tiempo que el pueblo le ponga un correctivo y le de una lección a los manejadores de gente y a los que se prestan para ello arrebatándole el poder al pueblo.

Ing. Luis Díaz



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Ing. Luis Díaz


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