En 1941, Venezuela aún estaba el proceso de salida del Gomecismo; a la muerte del dictador el 17 de diciembre de 1935, asumió el mando el general Eleazar López Contreras quien promulgó una nueva constitución en 1936, las primeras elecciones del país se realizaría según lo acordado en esa constitución en votación indirecta, donde solo los varones que supieran leer y escribir tendrían derecho a elegir a representantes para que estos reunidos en el Congreso Nacional eligieran presidente de la nación.
Dos candidatos surgirían en esta contienda, por la continuidad del gobierno estaría el ex ministro de guerra y Marina (quien teniendo el cargo desde 1936, renunció al cargo para la campaña electoral) General Isaías Medina Angarita y por la oposición el escritor Rómulo Gallegos, una breve campaña se desarrolló a nivel nacional, para al final de las elecciones, reunido el Congreso elegirían a Medina Angarita, presidente de la nación 120 votos a 13.
Durante el gobierno del general Isaías Medina Angarita. La oposición comenzaba a organizarse en partidos políticos y presionaba por una reforma del sistema electoral para ampliar el derecho al voto que hasta ese momento, según la constitución del 36 sólo estaba reservado a los varones, mayores de 21 años y que supieran leer y escribir, y sólo para como ya expresamos elegir representantes, en un sistema de elecciones indirectas.
En 1944, a solo dos años de la culminación del periodo de Medina Angarita, quien ya había adelantado parte de la reforma del sistema electoral y quien había permitido la legalización de los partidos políticos opositores, Venezuela fue elegida como sede de la VII Serie Mundial de Béisbol, los organizadores del evento decidieron que la reina de los juegos fuese escogida por votación popular. De esta manera comienza lo que lo que se convertiría en la primera campaña electoral a nivel nacional, y en la primera oportunidad para que las mujeres y los analfabetos tuvieran derecho a elegir; para este evento todo venezolano mayor de 15 años tendría derecho a votar. Un ejercicio democrático sin precedentes en la historia de Venezuela.
Una vez iniciada la campaña, las candidatas eran varias jovencitas caraqueñas de distintas parroquias, pero la disputa terminó liderada por dos de ellas: Oly Clemente, Joven nacida en La Haya, hija de un diplomático venezolano quien para ese entonces era secretario del presidente Medina, quien estaba apoyada por los diarios “El Universal” y “El Nacional”; además de el “Country Club”; el “Club Venezuela”; el “Club Paraíso” y el sector empresarial; es decir, era la candidata de la elite económica caraqueña. Y por otro lado Yolanda Leal, joven maestra de escuela, habitante de la populosa Monte Piedad, respaldada por el diario “Últimas Noticias” y varios grupos sindicalistas; quien era llamada “la candidata del pueblo”.
Las candidatas recorren la geografía nacional recibiendo adhesiones. Los ojos claros de Oly y la piel morena de Yolanda congregan multitudes por doquier. Una reñida contienda donde los medios de comunicación masivos toman claras posiciones. No sólo la prensa escrita apoya abiertamente a ‘sus’ candidatas, sino que comienza a utilizarse la radio como vehículo de propaganda.
Oly Leal tenía en su haber el ser, además de muy bonita, la hija de un diplomático y alto funcionario del gobierno de turno, quien a su vez era muy allegado de los dueños de cervecería caracas, propietarios del equipo de beisbol nacional y del estadio; eso la hacía muy conocida entre los equipos, los jugadores y el público deportivo caraqueño.
Por otra parte, Yolanda Leal había sido nombrada por un club de béisbol menor y su belleza natural la había colocado en la punta de la contienda. Es en este propicio momento cuando entran en escena Acción Democrática y Unión Popular, partidos de oposición que hicieron público su apoyo a Yolanda, a quien presentan como la abanderada y defensora de los sectores populares. Yolanda Leal participa en mítines y concentraciones, donde es aclamada como la candidata del pueblo.
La campaña llega a su punto álgido cuando un radiodifusor, partidario de Oly Clemente, lanza el slogan: Oly Clemente para la gente decente, Yolanda Leal para la gente vulgar. A partir de ese momento la contienda se entiende abiertamente como un enfrentamiento de clases. Un verdadero ‘boomerang’ en un país donde la gran mayoría era gente pobre.
Fue tal el impacto del evento en la sociedad, que el presidente Medina Angarita se vio obligado a, en un comunicado, exponer al pueblo la imparcialidad del gobierno en la contienda y la garantía de su administración de que el resultado del mismo seria respetado.
El 1 de octubre de 1944, miles de venezolanos acuden a los estadios y teatros fijados como centros de votación. Una experiencia que marcaría a una generación que estaba apenas aprendiendo lo que era la política. La primera vez que los venezolanos fueron en pleno a votar lo hicieron para escoger una reina de belleza para un evento deportivo.
Yolanda Leal se titularía Reina de la VII Serie Mundial de Béisbol, el propio presidente Medina Angarita le puso la corona reconociendo la pureza del evento electoral, ese mismo presidente Medina que luego sería depuesto por un golpe de estado dirigido por Acción Democrática, con Rómulo Betancourt a la cabeza, el 18 de octubre de 1945; en lo que ellos mismos bautizaron como “La Revolución de Octubre. Presidente Medina sacrificado por la avidez de poder de quienes desde muy jóvenes tenían puesto sus ojos en tratar de conseguir la combinación de la caja fuerte que resguardaba las arcas públicas.
Yolanda Leal fue efímera en su mandato y en su aparición pública; la Azaña de Yolanda leal fue opacada entre noticias “más importantes” y eventos de “mayor significación”. Acción Democrática derrocó a Medina Angarita para imponer a Rómulo Betancourt, quien convocaría a elecciones que “ganaría” Rómulo Gallegos a costa de los votos de los analfabetos, a quienes desde entonces, como política de estado, se les sentenció a seguir siéndolos para poder ser usados cada 5 años.
Yolanda Leal, muere mientras dormía el20 de Enero de 2013, ese reinado quedaría en su memoria para siempre, aunque fue borrado dela memoria de un pueblo que olvido su nombre y olvido por muchos años que el pueblo puede imponerse sobre la oligarquía, porque no hay mayor poder que el poder de la justicia y la razón.
Paz a sus restos y un aplauso a su triunfo que fue y es el triunfo del pueblo.
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