Exigimos transparencia total en la aplicación de la justicia

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¡Qué tal, camaradas! Siguen pasando los acontecimientos y mientras el presidente Chávez, con todo y su enfermedad, está pensando y actuando en grande, la mayoría de los gobernadores y alcaldes no están a la altura del compromiso revolucionario.

Bien. Desarrollar el tema de la justicia, tal vez de los más delicados, es sumamente complejo. Nada más y nada menos porque está en juego eso: la Justicia. Lo repito por lo delicado y necesario.

Es lo que más nos preocupa ya que tiene que ver con la inseguridad pública, el narcotráfico, el sicariato, las cárceles, los presos sin juicio, los corruptos fugados, los asesinos intelectuales enfermos, o los nunca descubiertos, ni siquiera denunciados, etc.

Elementos estos que se ha desarrollado por diversos factores, desde los demográficos, pasando por la marginalidad y la falta de valores a todos los niveles por el negociado capitalista, hasta el asedio político imperial.

¿Quién tiene la razón en cualquier discusión por tonta que sea? ¿Crees tenerla, camarada? ¿La tenemos? ¿Nos molesta, o arrecha, perderla? Si en un juego hay una falta ¿quién la resuelve? ¿Fue correcta? ¿Fue acertada?

Siempre será necesaria la presencia de, por lo menos, un tercero que dirima cualquier diferencia.

Es por ello que la idoneidad de los jueces, los árbitros, debe ser a toda prueba.

Un juicio callejero trae pequeñas molestias. Algunos conllevan consecuencias que pueden llegar hasta quitarle la vida a alguien. Un juicio en un juzgado es mucho más exigente.

Recuerdo que en la época de la IV una persona con cierta prepotencia manifestaba que en Anzoátegui si alguien se metía con él e iban a un juicio él lo ganaría porque su esposa era jueza, y la mayoría de los magistrados eran sus amigos.

Da terror pensar esa situación como cierta.

Por ello se puede suponer que ese ventajismo se extiende a casi todos los familiares y amigos de muchos jueces. ¿O no?

Y nada que ver conque se eximan de un juicio. Adentro siguen los amigos.

Lo que podemos rogar es que nunca nos toque un juicio con esa desventaja.

Me contaba un joven de las bases populares, y muy pila, que luego de compartir unos tragos en un grupo, uno de ellos, ex-juez de la IV, lo invitó a su mansión. Entre tragos le manifestó que se lo debía todo a sus trajines en la IV. Que con bastantes billetes las “carajitas” lo buscan. Nada le faltaba. Que vivía muy “sabroso”.

Paree ser que la esposa es Juez, me contó el chamo.

Considero, repito, sumamente compleja esta situación de buscar la justicia, o lo más próximo a ella. A veces está en juego nuestra credibilidad, nuestra verdad. O un tiempo de vida, o un dinero.

Qué gran rabia sentimos cuando poseyendo la verdad (o creyendo tenerla), más cuando somos bien sensatos, y la razón se la dan a otro.

Por todas esas variables que explota nuestra sociedad política sabemos que siempre ha sido traumática la selección de los jueces. Los de oposición no quieren abogados seleccionados por los chavistas, ni nosotros los seleccionados por la oposición, así de simple.

Introduzco acá una anécdota: en una oportunidad me encontré con un abogado que dijo estaba por contactarme ya que se quería postular para la Corte Suprema y necesitaba firmas de apoyo. No entiendo cómo es eso. De paso son 12 años con altísimos sueldos y prerrogativas. Y bastante trabajo.

¿Será suficiente poseer buenas credenciales? ¿Credenciales en qué? ¿Buenas notas, experiencia en juicios? ¿Cómo defensor o cómo acusador? ¿Han sido ponderados sus comportamientos familiares, como vecinos, como compañeros de trabajo, como ciudadanos?

¿Cuáles son los requisitos? ¿Tendrán que presentar una “fianza de fiel cumplimiento de justicia” que avale sus equivocaciones, sus errores, que deberán pagar con sus propios bienes?

¿Quién los supervisa; los controla? Ojo, no es fascismo, es urgente necesidad de avanzar limpiamente, con mucha transparencia. Que se elimine la trajinadera: las Afiuni, los Aponte, etcétera, y los montones que se ocultan, hipócritamente, bajo mantos de sobriedad y respeto, falsos…

Recientemente, le propuse a alguno de ellos, de buen nivel, que por qué no hacían un movimiento depurador desde adentro, y saben qué me contestó, camaradas, que el problema venía de arriba, que cada vez era peor. De pana que me dio escalofríos.

Según hemos escuchado, y lo suponemos, que muchos jueces y juezas en cierta manera están contaminados de sociedad. Digo de sociedad porque la mayoría de los abogados(as) que llegan a esas posiciones son invitados(as) a reuniones de todo tipo y algunos(as) beben la caña pareja. Eso es una debilidad. Como también lo es que le encanten las mujeres o los hombres. O los billetes, el lujo, la buena vida.

Debilidades que sabemos lo que pueden acarrear.

Para su selección, estimo que deben realizarles una policíaca investigación a sus credenciales, a sus curricula, verificar cada uno de los datos, sus experiencias. Sus fallas, sus tachas, etc.

Practicarles unos bien definidos estudios psicológicos y por varios psicólogos que no estén vinculados entre sí, ni con el pre-juez. Estos estudios determinan las tendencias a todo…

En cualquier caso, los juicios no deben ser atendidos por un solo juez. Puede equivocarse, puede ser influenciado, puede ser comprado, puede ser amenazado. 

Por lo menos tres (3) por caso. Con jurado, por una selección que no los comprometa. Jurados sin rostro. Así como que los jueces también debieran ser sin rostros. 

Todo aquél que está sometido a una presión que incluya que va a perder algo, que le van a quitar todo, que lo van a encarcelar, etcétera, recurre a cualquier método o mecanismo para evitarlo. Y si le ocurre, busca la venganza.

Ni se diga a los que pertenecen a todos los tipos de mafia que existen. “yo sé dónde estudian tus hijos, quién los cuida, quiénes los saca a pasear, etc.”

También, buscando la mayor transparencia –hacia un juicio justo–, y partiendo de que hay un cierto trajincito en eso de decirle a la secretaria pana: “búscame el expediente tal” y tomar y escribir notas, tratar, en fin, de que sea lo más sano posible, considero que los juicios deberían salir por páginas web, debidamente controladas, que permitan a cualquiera, en especial a los interesados, el seguir su progreso paso a paso. 

Todos seríamos testigos de la actuación de jueces y jurados. Controladores.

Y habría que estudiar de verdad verdad hasta dónde se debe aplicar o no el famoso y enrollado “secreto sumarial”.

Hace muchos años propuse que no debían estar trasladando a los sindicados de delitos a los tribunales, sino que los tribunales vayan a los centros de reclusión.

Y de ser posible transmitir  juicios por radio y por TV.

Los beneficios de los magistrados deben estar acordes con su posibilidad de ser comprados. Aunque después de cada juicio deberían ser sometidos a detectores de mentiras.

Y no soy exagerado, pero nada más urgente que la verdad.

Muchos de los bienes recuperados del narcotráfico, o de cualquier tipo de gran ilegalidad, hablo de aviones, yates, autos de lujo, mansiones, etc., estarán a la disposición de los jueces con lo que evitarán las tentaciones que les puedan ofrecer. Igual la facilidad de realizar viajes.

Y siempre controlados por una especie de polijurídica. Una policía secreta que ni se conozcan entre ellos mismos.

Bueno, con relación a presentarles a los jueces mujeres para que “fallen” no sé que decir. O en el caso de juezas con los colirios, como los llaman. Ni hablar de algunos(as) de los(as) que tengan tendencias homosexuales ya que se dice son capaces de todo por su pareja. 

Definir una política de ascensos. También que para ser jueces no hayan participado o pertenecido a ningún bufete múltiple, porque he conocido a abogados que han abandonado sus bufetes por haber sido nombrados jueces.

¿Qué tiene de malo? Nada más que sus compañeros de bufete pasan a ser los panas del juez y de sus juicios.

Lo ideal, que sería para una larga discusión, es que cuando están estudiando derecho a mitad de carrera se incline por la especialidad de jueces y desde ahí comienza su evaluación permanente en el comportamiento en general. Y las evaluaciones psicológicas, que de paso, habría que repetírselas cada año a los jueces activos

Se requieren personas decentes, confiables, sanas, justas.

¡Patria, con justicia verdadera, venceremos!

“Estamos obligados a ganar la guerra mediática, porque por ahí se nos está yendo la Revolución”

edopasev@hotmail.com



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Eduardo Palacios Sevillano

Ingeniero Civil. Escritor y caricaturista. Productor radial y locutor. Miembro de la directiva de la Orquesta Sinfónica del Estado Anzoátegui. Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Bolivariana del Edo. Anzoátegui. Coordinador de la Red de Historia, Memoria y Patrimonio de Anzoátegui.

 edopasev@hotmail.com

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