SIDOR, La clase obrera destituye un Ministro y alcanza una Nacionalización

La historia de SIDOR se está escribiendo en el día a día. Corría el mes febrero cuando el presidente Chávez negaba toda posibilidad de que se fuese a nacionalizar SIDOR. Hace apenas una semana el gobierno le daba una patada a la Mesa de Alto Nivel y con ello a su Ministro del Trabajo en su papel que algunos se atrevieron a llamar “conciliador”, no sabemos si por jalarle bolas, ciegos o ignorantes, cuando designa al Vicepresidente para que asuma la conversación directa con la directiva del sindicato y la empresa. Un día después plantea que las partes deben sentarse a conversar y llegar a un acuerdo. No se había terminado de levantar las discusiones en la Mesa de Alto Nivel, cuando el vicepresidente anuncia que el gobierno nacionalizaría SIDOR.

La alegría no terminaba de recorrer las venas del pueblo revolucionario venezolano, cuando los trabajadores deciden trancar las ventas de planchones tanto al exterior como para el país. Un día después, solo se mantiene la paralización de las exportaciones, hasta tanto el gobierno tome posición de la Empresa. Toda una expresión puntual de control obrero.

El ex-ministro del Trabajo, José Ramón Rivero, considerándose con fuerza suficiente para seguir incidiendo en el proceso en marcha, para que la nacionalización se realice lo más proburguesa y burocrática posible, se mueve en Guayana en Ferrominera, de los bastiones de la FSBT, y realiza una reunión para explicar “su” historia de la nacionalización, y presentar a los héroes de la misma, que, según él, nada tienen que ver con los trabajadores que resistieron 15 meses de negociaciones, campañas de desprestigio y hasta represión policial militar de la más criminal que hayamos visto bajo el gobierno del presidente Chávez.

El gobierno ha anunciado que en pocos días retomaría la discusión del contrato colectivo, que va a ser un punto de prueba para los nuevos patronos y de sus intenciones de mejorar la calidad de vida de los trabajadores sidoristas, incluyendo la incorporación a nómina fija a los 9000 trabajadores tercerizados.

ALGUNOS ANTECEDENTES, PUNTOS DE REFERENCIA

Los trabajadores de SIDOR cuando inician la discusión de su contrato, se encuentran en el camino a dos sectores hermanos de clase, los petroleros y los empleados públicos. A los primeros el gobierno después de vanos intentos de imponerles una desmejora sustancial en el convenio, apoyándose en una burocracia sindical vendida, hecha para atrás cuando a raíz de una represión policial en el estado Anzoátegui, se produce una duro combate donde queda herido de bala un trabajador petrolero. La victoria no alumbra al gobierno, pero tampoco a los petroleros. Meses después PDVSA despide a Orlando Chirino, uno de los dirigentes revolucionarios más críticos a la actuación y política del gobierno.

A los empleados públicos, el gobierno trata por todos lados de imponerles, al igual que lo hizo a los petroleros la dirección sindical que ha de discutir su contrato colectivo. Son numerosas las Asambleas y las movilizaciones que se realizan en todo el país por parte de sindicatos de base del sector público, que llegan hasta a una toma de la sede del Ministerio del Trabajo. Llegado un punto de la toma, el Ministro decide desalojar por la fuerza a los dirigentes involucrados por medio de bandas armadas. Pero José Ramón Rivero, Ministro del Trabajo para ese entonces, no logra su cometido de imponer la directiva que ha de discutir el contrato.

Por el lado de la UNT, a pesar de la parálisis que vive como central sindical, es bueno acotar que las tres corrientes internas más importantes hicieron presencia a lo largo del conflicto mostrando su solidaridad y aportando su grano de arena para la realización del encuentro sindical nacional que se realizó después de la represión del viernes 14. Este repudio por parte de las corrientes más importantes de la UNT contribuyó a fortalecer la campaña de denuncias que se hicieron en torno al hecho y con ello ayudó al resultado final que fue la nacionalización y la destitución del Ministro Rivero. Indiscutiblemente, por la falta de una política coordinada de defensa de los trabajadores en general y de los de SIDOR en particular, la solidaridad militante no se desarrolló a plenitud.

Dentro la UNT, la corriente CCURA, que había sido sin discusión la tendencia más importante, hace explosión una crisis que la divide en dos y cuyas cabezas más visibles son Orlando Chirino y Stalin Pérez. Esta importante fractura complica más aún la implementación de una política unitaria que conlleve a la clase trabajadora a desarrollar la respuesta adecuada frente a la política contrarrevolucionaria de la burguesía y el imperialismo que tiene como puntas una ola inflacionaria, el acaparamiento y el desabastecimiento de bienes de primera necesidad, así como a la ofensiva que mantiene la FSBT y el Ministerio del Trabajo, como las dos caras de la misma moneda, contra todas las tendencias al interior de la UNT, para favorecer a la primera.

El movimiento obrero en su conjunto, a pesar del accionar del dúo FSBT – Min Trabajo y de la carencia de una política alternativa global que responda adecuadamente a la ofensiva del capital contra el proceso revolucionario, mantiene una dinámica de ascenso en sus luchas. La dinámica de estas luchas todavía no se hace sentir con fuerza colocando a la clase obrera a la vanguardia de la lucha social en el país, pero se están desarrollando pasos en este sentido y la lucha de SIDOR ha sido el más importante.

SIDOR A 14 MESES DE INICIADA LA DISCUSIÓN

La duración de las discusiones del contrato colectivo en SIDOR es reflejo de la falta de una estrategia política revolucionaria, que permita resolver con menor desgaste de energías los puntos gordianos que aparecen en el camino para entorpecer el avance de la clase. La radicalización misma del conflicto con numerosos paros y acciones de calle, son más producto de la presión de las bases obreras, que del diseño de una política global para doblegar a la empresa. Incluso, el punto de la nacionalización, la dirección sindical no lo consideraba esencial plantearlo, y es por ello que cuando se organiza el referendo, no se aprueba la propuesta para que la clase lo vote, sino que se deja para un hipotético referendo organizado a través del CNE, como si el uno contradijese al otro. El problema es que para los trabajadores, la nacionalización era parte del problema y así lo expresaron cuando el gobierno anunció la medida en cuestión.

Los trabajadores cansados de las maniobras de la empresa para no satisfacer sus peticiones, en más de una oportunidad presionaron a sus dirigentes, hasta físicamente para que impulsaran acciones concretas. Incluso cuando apareció una declaración del presidente del sindicato José “Acarigua” donde se decía que él aceptaba las condiciones de la empresa para realizar el referendo patronal, fue tanta la indignación de los trabajadores, que en una Asamblea, tuvo que aclarar que había sido mal interpretado por los medios de comunicación.

El referendo mismo que realizó el sindicato, con la participación decisiva en su organización del Comité de Conflicto, fue producto de la presión de los trabajadores, pues la dirección sindical se oponía a realizarlo como respuesta al planteado por el Ministro del Trabajo y Ternium.

En el encuentro sindical nacional una de las intervenciones más aplaudidas fue la de la camarada Osmary Escalona, cuando precisamente se refirió a la necesidad de realizar la consulta, no por un problema legal, sino por una cuestión política, como lo es la democracia sindical. La construcción misma del Comité de Conflicto, propuesta inicialmente realizada por la CSR – El Topo Obrero, fue producto de la presión de los sectores más combativos de los trabajadores con el apoyo inicial de solo una de las dirigentes sindicales.

En la lucha de SIDOR podemos ver la fuerza de una clase obrera en movimiento. Una clase obrera que a pesar de sus debilidades organizativas y de dirección político sindical, está en capacidad de avanzar más allá de los límites que le imponen las corrientes burocráticas que la dirigen, pero también y de suma importancia, de ir generando una nueva camada de dirigentes, que en los tiempos que vienen, mostrarán su calidad.

EL PAÍS SE ESTÁ MOVIENDO

En la edición No. 48 de nuestro periódico El Topo Obrero, afirmamos: “La empresa que ha venido cacareando que los resultados del referendo no son vinculantes, va a tener que repensar su posición sin estos son altamente favorables a la posición de los trabajadores. El gobierno, al cual la Empresa ha tratado de comprometerlo con otro referendo amañado, también lo va a tener que pensar. Ambos van a cobrar por su posición. En este momento cobrará valor la intervención que han realizado algunos diputados, pues serán ellos los únicos intermediarios que tendrá el gobierno para que no salir totalmente desprestigiado. Incluso el Ministro del Trabajo puede ser una de las primeras “vícitmas” para que pague su papel protagónico favoreciendo a Ternium.” (La represión del viernes 14. De posprimeros días de gobierno a la represión de los sidoristas. Pág. 8). Y dicho y hecho. Los dos están pagando, no solo su posición en la discusión del contrato. La empresa sosteniendo un esquema de sobre explotación de los 9000 tercerizados y los 4.000 fijos, que se apoyaba en la complicidad de toda la burocracia del gobierno e instituciones burguesas y el Ministro por su posición abiertamente antiobrera y no solo parcializada hacia la corriente sindical de la cual proviene.

En su soberbia, ninguno de los dos vio el desenlace de la nacionalización y de la destitución del cargo como posibles. En el caso del Ministro, que dice haber recibido formación “trotskista”, esta se le quedó en los talones de los pies. Habiendo recibido un serio aviso del descontento de su gestión en la discusión del contrato sidorista cuando fue sustituido en las negociaciones por el vicepresidente, no le paró a la seña. Creyendo que todavía tenía capacidad de acción, se atrevió a anunciar la muerte de la UNT y la conformación de otra central sindical, encompinchado con la FSBT y la corriente sindical Alfredo Maneiro, ambas minoritarias dentro de la UNT, y con sindicatos todavía afiliados a la CTV. Horas después de este anuncio, empiezan a salir las declaraciones de otros dirigentes de la UNT en contra de las declaraciones del Ministro y del dirigente de la FSBT, Oswaldo Vera. Stalin Pérez y otros por Marea Socialista, Orlando Chirinos, por CCURA, Marcela Máspero por Colectivo Trabajadores en Revolución, que en su conjunto conforman la mayoría determinante en la UNT rechazaron las declaraciones, señalando la responsabilidad de este sector en la división de la UNT. Esta fue el último movimiento del repudiado ministro. Chávez anunció su destitución y reemplazo por el diputado Roberto Hernández.

Para muchos la destitución de Rivero fue una verdadera sorpresa. No para nosotros, pues como ya señalamos en nuestro último periódico lo dijimos como una probabilidad cierta. La misma nacionalización de SIDOR resultó otra sorpresa, sobre todo para quienes no se terminan de ubicar que el gobierno de Chávez sigue siendo afectado por tremendas contradicciones de clase y que el presidente quiere avanzar en su proyecto de beneficiar al pueblo y si para ello es necesario fortalecer la base industrial de su gobierno a costa de la empresa privada, pues pa´llá va.

El gobierno ya ha nacionalizado empresas y anunciado el de otras, como por ejemplo las productoras de cemento, pero ninguna de ellas tiene las características del anuncio sobre SIDOR. En Enero de este año, el presidente Chávez negaba la nacionalización de SIDOR. El propio ex ministro José Ramón Rivero lo declaró desde Puerto Ordaz y he allí los hechos. SIDOR es la primera empresa activa que es nacionalizada producto de la lucha de los trabajadores y el clamor de amplios sectores de la base social del gobierno. La nacionalización se da en medio de una serie de medidas gubernamentales de búsqueda de alianza con sectores burgueses y de declaraciones a favor de Ternium por parte de empresarios agrupados en FEDEDCAMARAS e incluso de los llamados “Bolivarianos”. Es la primera vez que el gobierno descalifica primero y destituye después a un ministro, que había venido actuando como brazo ejecutor de una política de gobierno.

SIDOR es la empresa más importante que ha sido nacionalizada y los efectos de la medida trascienden nuestras fronteras. La acción del gobierno muestra que no tiene cerrado el capítulo de medidas que golpeen al gran capital y menos si estas son exigidas por las masas movilizadas. Muestra el porqué las fuerzas económicas no confían en Chávez y su permanente e incansable búsqueda por derrocarlo. Muestra la fuerza del movimiento de masas y sobre todo el de la clase obrera, la cual no se expresó abiertamente en el referendo realizado por el sindicato por la nacionalización, porque los dirigentes esperaban otra oportunidad para montar una consulta, que no tuvo tiempo de llegar.

Independientemente de cual sea el esquema final de la nacionalización, lo de la nacionalización es una victoria del movimiento obrero sidorista y nacional. El encuentro sindical nacional en Puerto Ordaz, donde concurrieron representantes de unos 100 sindicatos, es parte de ese accionar nacional de la clase obrera en solidaridad con la lucha de los sidoristas. Todos esos dirigentes representantes de la UNT, muestra también una posibilidad cierta de los triunfos que le esperan a la clase si materializa su unidad bajo un programa y cronograma de lucha.

La destitución del Ministro del Trabajo, que forma parte de la clara victoria de los sidoristas, muestra la fuerza de la clase obrera, frente al aparato de gobierno. La burocracia que ya recibió unas bofetadas el pasado 2d, se vuelve a ver confrontada con su realidad. Es débil. No tiene piso propio. No la acepta ni la defiende la burguesía a la cual quiere servir, ni encuentra el respaldo necesario en el presidente Chávez para ejecutar sus planes. Esta burocracia se hace más débil, y a futuro inmediato habrá de mostrar con más claridad sus fisuras. Mientras algunos tenderán a mostrar más identidad con el planteamiento de Chávez y serán más atentos a los reclamos obreros y populares, otro sector fortalecerá su identidad con los sectores de la burguesía que busca el derrocamiento del gobierno. Se ha abierto la posibilidad de que surjan importantes contradicciones en el seno del gobierno y con ello de sectores de “izquierda”, frente a la derecha endógena que ya tiene sus líderes.

Esta victoria cierra el capítulo del empate en lo que fue la lucha de los trabajadores petroleros por su contrato colectivo el año pasado. Le abre el campo de manera inmediata a los empleados públicos por la discusión de su contrato, así como a otros sectores. Golpea los planes de la FSBT de destruir la UNT y construir otra central sindical en alianza con los restos de la CTV, como parte de una estrategia divisionista y burocrática. El anuncio del nuevo Ministro del Trabajo Roberto Hernández del impulso de una constituyente sindical, con la confluencia de las diversas corrientes sindicales existentes, es la apertura de la posibilidad de reunificar al movimiento sindical, lo que será una realidad si se actúa con propuestas políticas y sindicales en positivo y no con acuerdos burocráticos como los que dieron nacimiento a la UNT. Es decir se ha abierto la posibilidad de alcanzar otra victoria, que no estaba planteada como objetivo de la lucha de SIDOR.

¿La victoria de SIDOR cierra el capítulo de la derrota del 2d?. Aquí la respuesta es dinámica. Para amplios sectores de las masas asalariadas, esta victoria reunifica buena parte de las bases sociales del gobierno, pero por las debilidades generales que venía presentando el movimiento obrero, y lo temprano de lo logrado, es posible que los efectos de esta lucha tarden en extenderse al conjunto del movimiento obrero y popular. Una cosa si es indiscutible. La victoria va a ayudar a repotenciar las luchas obreras y populares. Va a permitir el fortalecimiento de las corrientes clasistas y revolucionarias en el seno del movimiento obrero, incluso sus efectos se harán sentir en el PSUV. Las políticas que se desarrollen de ahora en adelante aclararán el panorama y en esta orientación nuestra propuesta realizad conjuntamente con los camaradas de Alianza Sindical de impulsar un Congreso de Trabajadores sidoristas para discutir el balance de la lucha y los planes para alcanzar nuevas metas, entre ellas el de profundizar el proceso revolucionario venezolano.



eltopoobrero@yahoo.es


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Ricardo Galíndez

Militante y dirigente revolucionario y sindical del Topo Obrero y la Corriente Socialista Revolucionaria (CSR)


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