La Clase trabajadora como fuerza productiva para la Seguridad de la Nación

La historia y sus diferentes teorías vivenciales a lo largo de milenios, han evidenciado que toda formación social depende de un modo de producción dominante, en este sentido, puede decirse que el proceso de producción emplea las fuerzas productivas existentes bajo relaciones de una producción definida, resulta que, para existir, la formación social, al mismo tiempo que produce, debe reproducir las condiciones de su producción. En base a: 1) La fuerza productiva 2) las relaciones de producción existentes y 3) Reproducción de los medios de producción. Autores como Marx por ejemplo lo demostraron en el tomo II de El Capital, economistas burgueses y modernos teóricos "macroeconomistas" reconocen en sus investigaciones que no hay producción posible si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la producción.

En el caso venezolano existe un sector vulnerable como lo es el de la clase trabajadora que figura como fuerza de trabajo prescindible en las estructuras subyacentes del aparato del Estado y del Sector privado, los cuales requieren hoy más que nunca el medio material para que se reproduzca. Actualmente el salario devengado que figura en el presupuesto público nacional no obedece a una condición de la reproducción material de la fuerza de trabajo, sino como "capital de mano de obra". Sin embargo es así como "actúa", ya que el salario representa solamente la parte del valor producido por el gasto de la fuerza de trabajo, indispensable para su reproducción

Analizando el párrafo anterior se busca aclarar, lo indispensable que es el "salario" para reconstituir la fuerza de trabajo del asalariado (para vivienda vestimenta y alimentación…) Sin embargo, se reitera que el "salario" si se cataloga como "un valor necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo" por lo que no está determinado solamente por las necesidades "biológicas", sino también por las necesidades de un mínimo histórico, al respecto de esto, hay que mencionar que Marx señalaba que los obreros ingleses necesitan cerveza y los proletarios franceses, vino, por lo tanto, históricamente esto es variable.

En este sentido, mas allá de profundizar sobre el tema del salario, existen otros factores asociados a esta situación que afianzan cada día en la percepción en gran parte de la clase trabajadora de que esta realidad no se ha entendido en Venezuela por que persiste la existencia de una "estructura" o "aparato" velado que enseña las "habilidades del sometimiento" envestido de una ideología dominante o para ser mas entendible el dominio de su "práctica" y todos aquellos agentes de la producción, develan que la condición sin equanon de la reproducción de la fuerza de trabajo sigue siendo condicionada por conductas burguesas, estas permanecen intactas dentro de las estructuras del Estado y data de muchas décadas, en algunos casos camuflageada, asolapada, o simplemente visible en cargos de confianza y cargos permanentes dentro del sector público avalados por nuestros actuales líderes, gobernantes ect.

Por otro lado, el proletariado, no puede perder de vista, que cuando el patrono obtiene el aprendizaje de algunas habilidades

recubiertas en la ideología capitalista en su clase dominante, se reproduce gran parte de las relaciones de producción de un comportamiento en el que afianza sus relaciones de explotados a explotadores y de explotadores a explotados.

La clase trabajadora requiere avanzar en el convencimiento total de que él es "la fuerza productiva de un país", por ser el más idóneo para construir con su oficio la seguridad de los ciudadanos (as), entendiendo que un trabajador consciente de sus cualidades y del papel que juega dentro del sistema puede influir en su entorno social, y que para algunos intereses a lo inmerso de las instituciones puede convertirse en una "amenaza".

Ante todos estos desafíos "el salario" y la guerra económica son incompatibles, es por ello que la clase trabajadora trasciende de su fuerza de trabajo, es más importante, por lo que debe ser valorado como tal, el valor de su producción en el día a día no tiene cuantía actualmente, ya que el salario devalúa su esfuerzo consumado y lo hace victima de la implacable especulación producto de la lógica del capital perverso galopante en Venezuela acompañado del debilitamiento de acciones y procesos incrementando así la impunidad y el descontrol acaecido en las instituciones responsables de sancionar este tipo de hechos ilícitos que tanto daño le han hecho a la economía del país.

Es por ello, que se considera que las vías del desarrollo profesional gracias al oficio realizado ya evoluciono, y los que operan dentro del aparato del Estado, desde los mas altos niveles decisorios en Venezuela así deben entenderlo, y aplicar medidas más asertivas parte de la compresión del tema, desde los términos mas polisémicos hasta los mas simples.

Finalmente, no importando las adversidades presentes , se afianza cada día la tesis para muchos seres pensantes y verdaderamente comprometidos con nuestra patria, de que la fuerza productiva debe actuar para y por la Seguridad de la Nación, y al mismo tiempo el Estado debe fortalecer las mismas otorgándole las garantías de su seguridad social, las cuales no pueden seguir dependiendo estrictamente del salario, la reacción contraria a estas garantías se traducen actualmente en la deserción de los puestos de trabajo y responsabilidades por parte de los trabajadores en el sector Público y Privado, por ende esto afecta de forma significativa la seguridad a perse. Este accionar obedece a que la clase trabajadora se encuentra en una encrucijada, y al mismo tiempo en constante movimiento en la búsqueda una mejor calidad de vida hacia otros oficios y actividades que le permitan compensar sus expectativas.



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Mineyomar Romero

Guayanesa de sentimiento. Administradora de Carrera, Profesora universitaria con un diplomado en investigación, Magíster en Ciencias Políticas. Actualmente estudiante de Doctorado. Cantante de Jazz y Bossa Nova. Su lema: Amor a Dios a la Patria Ciencia y Disciplina.

 romeromineyomar@gmail.com      @mineyomar

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