Para comprender la gravedad de la situación europea

Para comprender la gravedad de la situación europea, creo que es útil enumerar brevemente (y ciertamente no de forma exhaustiva) los costos relacionados con el conflicto ucraniano.

1) Para mantener al Estado ucraniano a flote en 2026 y 2027, otorgamos un préstamo de 90 000 millones de euros; en realidad, recursos financieros no reembolsables, ya que Ucrania nunca podrá devolver. A estos recursos se sumarán fondos para la compra de armas, el tratamiento de los heridos y la compra de gas, combustible y electricidad (Ucrania depende totalmente de la UE para su energía). Son cifras astronómicas.

2) Europa ha perdido el mercado ruso para sus productos, con un costo de oportunidad muy alto, considerando que las exportaciones europeas a Rusia en 2021 fueron de aproximadamente 90 000 millones de euros y ahora están en su nivel más bajo. En cuanto a las importaciones, hemos perdido materias primas rusas de bajo costo. Basta con pensar que el costo de la electricidad por kWh en Europa se ha vuelto un 150 % más alto que en China y, como resultado, la competitividad de Europa en los mercados globales simplemente se ha destruido.

3) Según un estudio del Banco Mundial para 2024, el coste de la reconstrucción de Ucrania se estima en 600 000 millones de euros. Todo esto correrá a cargo de la UE, que declaró la guerra a Rusia. Se pagará con sangre, y se pagará caro, como es debido. Además, mientras tanto, en 2025, Rusia se ha quitado los guantes de terciopelo y ha empezado a disparar como si no hubiera mañana, demoliendo puentes, puertos, ferrocarriles y centrales eléctricas ucranianos. Por lo tanto, la estimación del Banco Mundial debe revisarse significativamente al alza.

En última instancia, la disparatada aventura ucraniana nos costará más de un billón de euros solo en gastos de bolsillo, a lo que hay que añadir la pérdida de competitividad y el cierre de los mercados rusos durante los próximos años. A esto se suma el mercado estadounidense debido a los aranceles y los acuerdos comerciales desfavorables. Estas cifras son inconmensurables y están fuera del alcance de los países europeos.

La alternativa al devastador colapso económico que nos espera es una guerra directa contra Rusia con la absurda esperanza de revertir el desastroso resultado del conflicto. Si creen que la medida legislativa que aclara que las reservas de oro de Italia (las segundas más grandes de Europa) pertenecen al pueblo italiano fue un capricho, están completamente equivocados. Desde el otro lado de los Alpes, sin duda, han llegado a Roma rumores sobre el interés por las bóvedas del Banco de Italia.

O actuamos ahora, o no tendrá sentido llorar después.

Traducción: Carlos X. Blanco



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